Sito Sedes, un nombre que reverbera como un eco en la memoria colectiva de Galicia, nació en Narón en 1946, destinado a convertirse en leyenda. En la inmensa geografía de la música gallega, su figura se alza junto a la de Pucho Boedo, como pilares de las canciones que unen almas. Durante doce años, fue el alma de la orquesta Los Satélites, aquella agrupación que bajo la batuta de Luis Rodríguez "Fixoi", sembró notas de oro en el fértil campo de la música.
Allí, en los escenarios de las verbenas, Sito Sedes era más que un cantante; era un alquimista vocal, un poeta de las melodías que tejía sus hechizos musicales ante un público devoto. Los Satélites, con su impulso, alcanzaron el codiciado disco de oro con EMI en 1977, consolidándose como la voz omnipresente de una época dorada.
La saga de Los Satélites no se limitó a los límites de Galicia; sus ondas sonoras traspasaron fronteras y, de la mano de TVE, se convirtieron en la banda sonora del icónico programa "Aplauso", que brilló entre 1978 y 1983. En ese escenario mediático, Sito Sedes desplegó su carisma y su voz, hechizando a una audiencia nacional que, semana tras semana, esperaba el sortilegio de sus actuaciones.
Hoy, rememoramos a Sito Sedes como el embajador perenne de A Coruña y de Galicia. Su legado no es solo musical, sino también emocional. Las verbenas gallegas aún palpitan con sus canciones, y su voz sigue siendo la banda sonora de nuestras alegrías compartidas. Cada nota, cada acorde, resuena en la memoria como un eco atemporal de las noches festivas bajo las estrellas.
Desde toda Galicia, elevamos un brindis eterno a Sito Sedes, ese titán de la canción que nos transportó a un universo de sueños y emociones. Su presencia siempre seguirá viva, iluminando nuestro presente con la nostalgia de un pasado glorioso.
Gracias, Sito. Tu voz no solo era música; era la esencia misma de una época, un espíritu que sigue latiendo en los corazones de todos nosotros. Cada canción tuya es un viaje, un reencuentro con la magia de las noches gallegas, un susurro eterno que nos invita a vivir y a recordar.
A tu salud, Sito.