El mundo del motor tampoco se libra de las estafas y en las últimas semanas se ha detectado una nueva forma de timar a los conductores con la que es muy fácil picar. La estafa del retrovisor roto es el último engaño "de moda" y todo comienza cuando la víctima va a coger el coche y se encuentra con el retrovisor dañado y una nota pidiendo disculpas e indicando un número de teléfono para contactar.
Como es evidente, el propietario se pone en contacto con la persona en cuestión para solucionar el tema del seguro y reparar los daños causados, pero aquí es cuando viene el problema. Entre los datos que te va a solicitar, también están los datos bancarios y en el momento, con las prisas de querer reparar el coche, no es algo que nos paremos a pensar.
Otra forma que tienen los estafadores para obtener los datos personales y bancarios es a través de WhatsApp, con un supuesto enlace para contactar con el departamento de atención al cliente de la asegurada, pero ojo con hacer clic porque lo que obtendrán son los detalles para entrar a la cuenta del banco.
Existen aplicaciones tipo espejo, como TeamViewer, que permiten a los ciberdelincuentes el acceso remoto a dispositivos para ver en tiempo real datos personales y contraseñas, por lo que en caso de encontrarnos con el retrovisor roto, la recomendación es llamar directamente a la compañía de seguros.
Para evitar caer en fraudes, hay que dudar en todo momento, a pesar de los nervios, y evitar hacer clic en enlaces sospechosos.
Tampoco caigas en esta trampa
Las personas con exceso de confianza son las víctimas "ideales" para los estafadores, que también buscan timar a usuarios que están pensando en comprar un nuevo vehículo a través de Internet. Esto se denomina phising car y básicamente es un conjunto de técnicas para convencer a un comprador para que pague por algo sin tener pruebas reales de que el producto existe, según apunta el Real Automóvil Club de España (RACE).
Pero para evitar llevarte un disgusto innecesario, hay que dudar de los anuncios sin foto, ya que son "el primer índice de sospecha". "Si no hay foto, directamente ni abras el anuncio, ya que, como comprador, necesitas ver lo que estás comprando". Aunque tampoco te confíes con aquellas imágenes que lucen espectaculares, porque es muy probable que se las hayan robado a otros compradores reales.
Los chollos no existen y cuando veas un precio extremadamente barato, no te confíes. Esto también lo deberías hacer si ves el anuncio mal redactado y parece que se ha pasado por el traductor Google y cuando el vendedor se quiere "deshacer" rápido del vehículo en cuestión.
"Cada vez estamos más acostumbrados a hacer trámites en línea simplemente escribiendo por correo electrónico, pero hay que llamar siempre a la persona que ha puesto el anuncio. Desconfía si es el amigo de un amigo puede ser una trampa", indica el Real Automóvil Club de España.
Otro consejo muy útil es pedir un Informe de Antecedentes e Impedimentos del Vehículo. Este documento hay que solicitarlo a la Dirección General de Tráfico (DGT) y cuesta unos 8,50 euros. Este nos revelará si el coche tiene la ITV en regla, algún tipo de carga o algún tipo de gravamen que impide su transmisión.
En último lugar, y no por ello menos importante, evitar dar adelantos, puesto que "la mayoría de las estafas se dan por pedir un adelanto para reservar el coche con el pretexto de que hay otros muchos compradores interesados". Y si denuncias, ayudarás a que otros usuarios no caigan en la trampa.