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Mieles Anta, más de treinta años produciendo miel cruda uniendo tradición e innovación en la apicultura gallega
Tras sus inicios en A Coruña, esta empresa, defensora del rural gallego, se ha instalado en Bóveda (Lugo), donde procesa la miel cruda proveniente de sus propias colmenas de las montañas gallegas
11 diciembre, 2020 07:59Contenido patrocinado
Cuando tradición e innovación van de la mano, la calidad del producto es suprema. De ello son conocedores en Mieles Anta, una empresa familiar que lleva más de 30 años produciendo miel de gran calidad proveniente de sus propias colmenas ubicadas en los parajes vírgenes de las montañas de Galicia, en los Parques Naturales de Os Ancares y O Caurel.
Mieles Anta, situada en Boveda (Lugo) nació de la mano de David Corral– que falleció el pasado mes de enero-, un emprendedor proveniente de una familia de apicultores desde 1800. “Desde niño le entusiasmó la apicultura”, cuenta su mujer, directora financiera de la empresa.
Desde sus comienzos, en un pequeño local en el barrio de los Rosales en A Coruña, esta empresa siempre se ha caracterizado por su respeto a la tradición y a la biodiversidad de la zona, apoyando el medio rural gallego. Valores que siempre han estado ligados a Mieles Anta que, debido al incremento de volumen del negocio, en 2020 traslada su sede del polígono coruñés de A Grela al municipio lucense de Bóveda, en Lugo, donde procesan y envasan la miel que recorre medio mundo.
Sin perder la esencia de la tradición, al tener sus propios apiarios, Mieles Anta ha sabido implementar la innovación a través de un proceso de producción basado en el centrifugado en frío que permite garantizar la calidad de una miel 100% cruda y natural.
Este distinguido y cuidadoso proceso de fabricación ha permitido a esta empresa gallega ser galardonada con numerosos premios por su calidad, desde el recientemente recibido Galicia Alimentación de manos del Clusaga, a título póstumo para su fundador; al de Mejor Miel de España por la OCU. Además de por la exquisitez de sus productos, Mieles Anta también ha sido galardonada por su cuidado y respeto a la biodiversidad: la Fundación Oso Pardo ha premiado la protección a los osos que continuamente visitan las colmenas de Anta, ubicadas en las montañas gallegas.
Desde Galicia para el mundo. El crecimiento exponencial de Mieles Anta les animó a dar el salto a nivel internacional. Así, está presente en Francia, Bélgica, UK, Holanda, Irlanda, Suecia, Suiza, Alemania, Portugal, China, Japón ,Vietnam y EEUU.
Siguiendo con su apuesta por la innovación, recientemente Mieles Anta se ha subido al carro del ecommerce. Ahora sus marcas, desde la más antigua y conocida "Mel da Anta", hasta la línea ecológica "Pazo de Lusío" y "Toca Honey", el formato que exportan, todo el catálogo de miel cruda está disponible en su nueva tienda online.
Galicia está en el ADN de esta empresa, con una apuesta fuerte por el rural gallego y también por la cultura. Es suficiente con echar un vistazo a las etiquetas de sus envases para comprobar su compromiso con el arte gallego. El pintor Jorge Peteiro, amigo íntimo de la familia, se prestó a dar color a los tarros de miel pintando sus etiquetas con su reconocido y marcado estilo pictórico. Cada tarro de miel es una pequeña obra de arte.
Para conocer más sobre Mieles Anta, hablamos con Paula Bernárdez, directora financiera de la empresa levantada por su difunto marido.
-¿Cómo fueron los inicios de Mieles Anta?
Desde niño a mi marido le entusiasmó la apicultura. Su familia tenía enjambres en su aldea natal, Toca, en Samos (Lugo). Siendo muy joven se fue de la aldea buscando trabajo y, después de estar por diferentes lugares de España, llegó a A Coruña, donde montó el Bar Pombo.
Mientras se iniciaba en el sector de la hostelería, empezó a comprar colmenas. En 1981 se creó Mieles Anta y a partir de ahí empezó a crecer sumando más colmenas, adquiriendo maquinaria para la extracción y envasado -que antes se hacía manual-.
David era emprendedor, era una persona que amaba la apicultura. Era un visionario, porque ya en 2005 lanzamos una marca ecológica, Pazo de Lusío, amparada por el Consello Regulador Agricultura Ecolóxica de Galicia.
– ¿Qué les llevó a apostar por este tipo de producto?
Nosotros siempre asistíamos a ferias internacionales, siendo una de las más visitadas la celebrada en Núremberg (Alemania). Es la feria internacional donde más producto ecológico conoces; y ahí ya vimos que el futuro era lo ecológico. En 2005, ya había muchísima demanda en Europa, sin embargo no ocurría lo mismo en España.
-Su empresa produce una miel cruda que se produce de manera natural ¿En qué se diferencia respecto a otras mieles?
La miel que producimos no la pasteurizamos, es miel cruda. Nosotros la recogemos del campo, la obtenemos por centrifugado en frío -donde se separa la cera de la miel-, la dejamos decantar en bidones de acero inoxidable de 5.000 kilos y cuando está bien decantada se pasa a bidones de 300 kilos, donde se almacena para su envasado.
Ya en el envasado, están en unas cámaras que no pueden pasar de 40º para su licuado. Ahí se vuelve a decantar en otros bidones de 3.000/4.000 kilos. Tenemos dos líneas de envasado: una ecológica y otra convencional.
-Están presentes también en el extranjero. ¿Cómo consiguieron hacerse un hueco en mercados como el americano o el asiático?
Nosotros llevábamos muchos años saliendo al exterior con la ayuda de la Xunta- a través del Igape-. Llevábamos años yendo a ferias, en Los Ángeles, Nueva York… Pero el salto al mercado americano lo dimos a través de nuestro importador en Reino Unido -ya vendían en una cadena de tiendas ecológicas-, que tiene establecimientos en Estados Unidos. Nos demandó el mismo producto para sus tiendas americanas.
-¿Cómo asumió la empresa ese nuevo desafío?
Con mucho trabajo y esfuerzo. Y también gracias a ayudas como la del Igape o la Cámara de Comercio, que te permiten que la inversión sea menor.
-¿Cuáles son los retos de futuro?
Ahora mismo estamos inmersos en el lanzamiento de la tienda online: hemos abierto con todas las marcas (Mel de Anta, Pazo de Lusío y Toca Honey) a nivel nacional, pero poco a poco la iremos integrando en el resto de países. Después, el siguiente reto es seguir con la exportación sin olvidar el mercado nacional.
–Trabajan en primera línea en el campo gallego ¿Cómo ha cambiado el sector de la apicultura? ¿Hay hueco para el emprendimiento?
Sí, hay hueco para la gente joven. De hecho, en los últimos años cada vez hay una mayor presencia de jóvenes en el sector de la apicultura. Tienen interés en comprar colmenas y lanzar su producción. El rural gallego, en todos los campos no solo en la apicultura, tiene mucho que ofrecer a la gente joven.