El conselleiro do Mar en funciones, Alfonso Villares, presentó este miércoles el nuevo sistema de la plataforma Pescadegalicia.gal, que permite realizar de forma ‘online’ búsquedas sobre los datos de las lonjas gallegas, organizar la información de capturas y facturación y presentarla de forma gráfica a tiempo real.
En este contexto, a lo largo del año 2023, en las lonjas y centros de venta de Galicia se comercializaron cerca de 126.000 toneladas de productos de la pesca que supusieron una facturación de más de 412 millones de euros, un 5,7% menos que en 2022. Las 125.793 toneladas capturadas suponen un descenso del 6,3% respecto al año anterior.
En total se registraron en las 65 lonjas más de 3,3 millones de transacciones a lo largo de los 12 meses. Por provincias, lidera en toneladas A Coruña, con cerca de 69.000, seguida de Pontevedra con 31.120 y Lugo con más de 25.700 toneladas. En valor, sin embargo, están por delante las lonjas pontevedreses, con 154 millones de euros, con las coruñesas muy cerca, con 153, y las lucenses con casi 105 millones.
Comparando los resultados del pasado ejercicio con anteriores, y en especial con 2022, se observa una reducción de las capturas en todos los grupos excepto en los pescados, que experimentaron un ligero incremento, siendo significativa la merma de los cefalópodos, debido especialmente a la caída de las capturas de olla voladora.
El precio medio de pescados y mariscos frescos en lonjas gallegas se situó en 3,28 euros por kilo en 2023, ligeramente superior a 2022 (3,26 euros) y nuevo máximo en la serie histórica (desde 1997).
Especies y flota
La especie más importante en valor comercializada el año pasado por las lonjas de la comunidad (especialmente las de A Mariña lucense) volvió a ser la merluza, con 102,6 millones de euros (un 4,3% más) y 22.370 toneladas ( 1,8%). En volumen fue adelantada por la bacaladilla, con 25.262 toneladas, pero menos de 15 millones de euros de facturación. La sardina aumentó un 63,5%, a cerca de 18.800 toneladas, pero el jurel cayó a 10.000.
Por debajo de las 10.000 toneladas aparecen el rape (4.881), la caballa (4.505), el gallo (3.662), la juliana (2.884), el bonito del norte (2.225) y la pota común (2.166), mientras que como primer molusco está la almeja japonesa (2.027) y el pulpo ocupa el puesto doce, por debajo de las 2.000 toneladas. Por valor total, después de la merluza, figura la almeja japonesa con más de 27 millones de euros, que se sitúa por delante del rape (26,6 millones) o del pulpo (cerca de 18 millones).
Las lonjas que más venden
La lonja que más pescados y mariscos frescos subastó el año pasado fue la de Ribeira, con cerca de 29.000 toneladas, seguida de las de A Coruña (24.500), Vigo (22.900), Burela (13.000), Celeiro (12.800) y Portosín (3.600 toneladas), por encima de Camariñas, Corcubión, Portonovo, Cedeira, Marín, Porto do Son o Muros.
Por facturación, la lonja líder en 2023 volvió a ser la de Vigo, por encima de los 88 millones de euros, seguida de A Coruña, sobre los 62 millones de euros, y de Burela, con 57,6 millones. Celeiro superó los 47 millones de euros de cifra de negocio, por delante de Ribeira, que consiguió los 41 millones, o Carril, con más de 10 millones de euros.
Nueva herramienta
El conselleiro do Mar en funciones, Alfonso Villares, en la exposición de con la que se abre el Anuario de Pesca de Galicia 2023, presentó esta ágil herramienta que introduce nuevas posibilidades de explotación de los datos de las capturas y facturación registradas en las 65 lonjas gallegas. Esta medida, abierta a los profesionales del mar y al público en general, permite realizar búsquedas específicas, organizar la información y presentarla de la forma más atractiva y visual posible.
El objetivo de esta mejora tecnológica es ofrecer los datos más completos con el fin de contribuir a una gestión más eficaz de los recursos pesqueros, permitiendo su consulta casi en tiempo real.
El anuario de 2023 refleja que el año pasado fue un ejercicio repleto de desafíos, tal y como señala en su prólogo Alfonso Villares, que señala que "algunas llegaron por las restrictivas reglas de juego marcadas desde la Comisión Europea, tanto por los recortes a importantes especies para la flota gallega, caso del jurel, como por el duro golpe que supuso para la actividad, y en especial para el palangre, el veto comunitario decretado a las artes de fondo en el Atlántico Noroeste".
También apunta a las y dificultades que "vinieron marcadas por el impacto del cambio climático y las inclemencias meteorológicas, que golpearon los bancos marisqueros de las rías gallegas el pasado otoño y provocaron, por la alta temperatura del agua y la bajada de su salinidad, una altísima mortandad en los bivalvos".