Abrieron la pequeña tienda con nombre en honor al apellido familiar hace un par de meses y están encantados. Jesús del Río Viejo fue carnicero y pescadero, también vendió zapatillas en tienda de deporte, y ahora es tendero en Casa del Río, una mezcla de viejo ultramarinos y pequeño mercado innovador siguiendo la tendencia de comprar productos kilómetro cero.
"Me gusta lo de vender", asegura Jesús sonriente en la puerta del local ubicado en la plaza Juan Naya, entre Zalaeta y la calle Hospital. "Vimos la oportunidad cuando vimos el bajo y en dos semanas lo teníamos en marcha. Lo llenamos de producto y para adelante, teníamos la idea en la cabeza desde hace tiempo, nos faltaba el sitio".
Lo encontraron cerca de donde viven y le echaron enseguida el ojo. "Sabíamos que en este bajo lo único que había funcionado fue una tienda de congelados. Aquí no hay supermercado cerca que te haga un apaño y tampoco una tienda que te ofrezca calidad así que nos lanzamos", cuentan en este negocio joven y familiar.
"La mayoría de las verduras llegan de huertas cercanas, hasta tenemos romanesco que no suelen tenerlo las grandes superficie. Vamos al mercado de la fruta en A Grela todas las mañanas a las seis", nos cuenta Jesús mientras nos muestra la mercancía entre las que hay mangas y hasta ocho variedades de tomates.
También visitaron muchas ferias para elegir los mejores proveedores de frutas y verduras. "Vendemos 400 kilos de patatas a la semana, nos lo trae un chico de Coristanco y las vendemos a un euro el kilo", uno de los éxitos del local en el que también se vende queso de Sobrado dos Monxes o queso manchego de ovejas que pastan al aire libre.
Otro de sus productos estrella viene de Cachadesa: "Tienen unos cerdos excepcionales, trabajamos chicharrones, nos traen los callos para la sesión vermú de los sábados". Tienen comida para llevar envasado al vacío que también le prepara la empresa ubicada en A Laracha. De hecho, hay una carta de hasta 16 platos distintos que se pueden encargar para llevar: desde salpicón a un cordero al horno.
No faltan empanadas y el pan artesano que llega diariamente de Ordes. En el repertorio de bebidas optaron por trabajar con La Fabulosa, entre otros proveedores: "Todo lo que pueda ser gallego, lo elegimos", asegura Jesús.
Abren todos los días dando su servicio de barrio: de lunes a viernes de 9:30 a 14:30 y de 17:30 a 21:30, los sábados de 10:00 a 15:00, cuando se acaba la sesión vermú acompañada de callos. Los domingos amplían el horario también por la tarde, desde las 18:00 a las 21:30. Los clásicos siempre vuelven, y se ve que cuando ofrecen calidad, funcionan.