La planificación de la Vía Ártabra comenzó hace ya 21 años. El origen de la carretera de alta capacidad para impulsar la movilidad entre los municipios de A Coruña y su área metropolitana, también conocida como vial 13, se remonta al Plan Sectorial de la Red Viaria de A Coruña, Arteixo, Culleredo, Cambre y Oleiros, promovido por la Consellería de Política Territorial, Obras Públicas e Vivenda y aprobado en el año 2001.
Dos décadas después, la vía tiene en servicio un tramo de 8 kilómetros que discurren por los concellos de Oleiros y Sada, entre el puerto de Lorbe y Veigue y la N-VI. Una conexión que supuso una inversión de 70 millones de euros y que fue construida en tres tramos entre los años 2013 y 2017. El primero de ellos fue el tramo N-VI-enlace Meirás, y variante de Oleiros, que se terminó en septiembre de 2013. El segundo tramo, el enlace Meirás-Veigue (AC-526), terminada en febrero de 2013; y por último, el tercero tramo, Veigue (VG 1.3)- Puerto de Lorbé, abierto al tráfico en abril de 2017.
Hasta el día de hoy, estos 8 kilómetros son los únicos transitables de esta carretera que ya acumula años de retrasos, y cuyo final todavía no se puede atisbar debido a situación de parálisis en la que se encuentra hoy en día a raíz de proceso judicial abierto en relación a su conexión con la AP-9.
El Concello de Cambre defiende una Vía Ártabra sin peajes y con el enlace con la autopista en Cuatro Caminos, y no en A Gándara como propone el Gobierno gallego. Por ello, inició un proceso judicial para solicitar la anulación del trazado del tramo que queda por construir, de Iñás a la A-6.
Sobre esta cuestión planteada por el Concello de Cambre ya se pronunció el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, con dos sentencias emitidas de este mes de marzo, lo que obligó a la paralización de las obras de este tramo. Y por lo tanto, con ello, se suma un nuevo retraso en la historia de esta infraestructura que ya es "la historia de nunca acabar".
La conexiones con la AP-9, el punto de discordia
Los proyectos de trazado de la conexión con la AP-9 y de la conexión A-6 fueron aprobados por el Gobierno bipartito de la Xunta. Al considerar la conexión con la autopista una prioridad para dar un impulso y mejorar la conectividad de esta vía, la Administración gallega solicitó autorización al Ministerio de Transporte, que impuso la incorporación al proyecto de un área de peaje.
La Vía Ártabra estaba planificada como carretera libre de peaje, sin embargo la concesionaria de la AP-9 exige que los vehículos procedentes de dicha vía paguen por el tramo de autopista por el que circulan en dirección A Coruña.
Mientras la negociaciones se extendían en el tiempo, en agosto de 2019, la Xunta decide iniciar las obras de prolongación de la Vía Ártabra. Y lo prevé en dos fases: una primera, entre el enlace de la N-VI hasta la carretera autonómica AC-221; y una segunda, entre la carretera autonómica y la autopista AP-9, que se iniciaría tras la autorización del Gobierno central.
Al no disponer todavía de dicha autorización para la conexión con la AP-9, se opta por iniciar la conexión con la AC-221. Se trata de un tramo de casi 4 km de prolongación, a los que se suma 1,1 km más de conexión con el polígono del Espírito Santo, mejorando así la conexión de los municipios de Sada, Cambre y Oleiros con la ciudad de A Coruña. Sería una alternativa a la tan concurrida N-VI.
Pero, una vez más, en julio de 2021, las obras se vuelven a paralizar debido a la afección de las líneas de gas y de media tensión, así como debido a la falta de autorización del Ministerio de Transportes para a conexión de Vía Ártabra con la AP-9.
Proceso judicial
La línea de gas, que se cruzaba en un punto kilométrico de la vía, impedía el avance de las obras, que se retomarían tan pronto como las compañías de los servicios afectados realizasen los correspondientes retranqueos de las líneas de gas y de medio tensión. Sin embargo, esto no ocurrió. Y es que las dos sentencias del TSXG del mes de marzo obligaron a paralizar por completo los trabajos. ¿El motivo? La conexión de la AP-9. El Concello de Cambre defiende una Vía Ártabra sin peajes y con el enlace con la autopista en Cuatro Caminos, y no en A Gándara como propone el Gobierno gallego.
La primera de las sentencias emitidas por el TSXG, según informa la Xunta, anula uno de los proyectos de trazado que sustenta la conexión de la Vía Ártabra con la AP-9 "por un defecto en el procedimiento seguido para su aprobación por parte del Gobierno bipartito de la Xunta en el año 2001". La sentencia, señala la Xunta, "no cuestiona la decisión técnica sobre el trazado, sino el procedimiento seguido para su aprobación, por entender que debería haberse elevado al Consello de la Xunta, en lugar de ser aprobada, como fue, por resolución del director general de Obras Públicas".
La segunda sentencia, indica la Xunta, deriva de la primera y revoca el proyecto constructivo aprobado en Consello de la Xunta en 2018 por entender que se sustenta sobre un proyecto de trazado anulado.
Ante estas sentencias que dieron respuesta a un proceso iniciado por el Concello de Cambre, que apuesta por la conexión con al AP-9 en Cuatro Caminos, la Xunta presentó un recurso de casación ante el Tribunal Supremo.
Obras en Iñás
Mientras se resuelve dicho recurso, y el proceso judicial con el Concello de Cambre no esté finalizado, la Administración gallega no retomará las obras de conexión de la Vía Ártabra con la AP-9. Sin embargo, a principios de junio, sí optó por retomar la obras iniciadas en el enlace a tres niveles del enlace de la Vía Ártabra con la N-VI, para evitar mayores afecciones a una zona con tráfico muy elevado de manera diaria.
Este enlace estará formado por un nivel superior para la N-VI con 4 carriles de circulación, un nivel intermedio con forma de glorieta y un nivel inferior para darle continuidad a la Vía Ártabra, que después se conectaría con la AP-9 una vez finalizado el proceso judicial abierto. La Xunta prevé que las obras en Iñás puedan estar terminadas en la primavera de 2023. ¿Será entonces cuando se finalice la Vía Ártabra?
El fin de la Vía Ártabra, como ya indicamos en los primeros párrafos, se desconoce. De hecho, este impás en el tiempo debido al procedimiento judicial abierto hará que esta infraestructura tan necesaria para A Coruña y su área metropolitana siga sumando retrasos.
La Xunta ya anunció que rescindirá el contrato con la UTE adjudicataria del contrato de construcción de la prolongación de la Vía Ártabra. Por lo tanto, una vez esté finalizado el enlace de Iñás, la conexión de esta infraestructura quedará en suspenso hasta que el proyecto cuente con plenas garantías jurídicas.
"Solo entonces, cando termine toda la actividad litigiosa en relación con la Vía Ártabra será posible retomar nuevamente el proyecto con seguridad jurídica", sentencia la Xunta de Galicia. ¿Y cuándo será eso? Hasta el momento no hay respuesta a esta pregunta. 21 años después, la Vía Ártabra sigue sin tener final.