Pescados Burela: Las reinas del fútbol sala mundial son gallegas y tienen hambre de títulos
Las jugadoras del equipo lucense han sido reconocidas recientemente como las mejores del mundo en los Futsal Planet Awards, además de que el entrenador y la capitana se han erigido como segundo mejor entrenador y jugadora del planeta
7 febrero, 2021 06:00Nadie podía imaginarse hace unos años que el pequeño municipio lucense de Burela, cuyos habitantes no alcanzan los 10.000, sería la rampa de lanzamiento al éxito de un grupo de chicas ambiciosas que aman el fútbol sala y que recientemente se han coronado como el mejor conjunto a nivel mundial en los Futsal Planet Awards 2020. Ellas son las jugadoras del Pescados Rubén Burela FS y con esta distinción ven recompensado el buen hacer del que llevan haciendo gala desde hace varias temporadas ganándolo todo: ligas, Supercopa de España, Copa Xunta de Galicia, Copa de la Reina, o la Recopa de Europa disputada en Italia y que supuso su primer contacto con un torneo internacional que dominaron a la perfección.
Uno de los principales culpables de este éxito es el técnico del equipo desde hace seis temporadas, Julio Delgado, cuya vida deportiva ha ido siempre ligada al Pescados Rubén Burela desde que llegó como jugador desde su Salamanca natal hace 23 años. Ahora mismo está viviendo un momento dulce de su carrera, ya que ha sido nombrado el segundo mejor entrenador del mundo en los Futsal Planet Awards, en los que votan más de 200 personas de decenas de países. A su vez, el proyecto deportivo del conjunto lucense es firme, con una plantilla fija a la que se van añadiendo fichajes progresivamente y con jugadoras de renombre, ya que la capitana Patricia González ha sido reconocida como la segunda mejor jugadora del planeta en los mismos galardones.
Uno de los factores determinantes para la victoria también es la afición incondicional del equipo, tanto en su campo como en terrenos de juego de toda España. Además, la plantilla es profesional y compensada y las jugadoras viven exclusivamente para el fútbol (algunas combinan el deporte con estudios en la medida de lo posible), con siete sesiones de entrenamiento por semana más los desplazamientos y partidos y con el sueldo correspondiente por el esfuerzo, ya que a pesar de dedicarse a lo que les gusta, algunas de ellas reconocen que han tenido que renunciar a ciertas cosas para llegar adonde están ahora, pero no se arrepienten en absoluto.
"Los éxitos son efímeros, siempre vamos a por el siguiente partido"
El técnico, Julio Delgado, antes de ponerse al frente del equipo femenino se inició como entrenador en categorías inferiores y con el primer equipo en Primera y Segunda División. Delgado reconoce que en los últimos tres años el equipo de Burela ha mejorado en gran medida, además de asentar unas buenas bases con una apuesta importante por el fútbol sala femenino, que a la vista de los reconocimientos y títulos que tienen ya en su palmarés, ha sido todo un acierto. "Las chicas han ganado siete títulos nacionales seguidos y es difícil volver a repetir este éxito pero hay que seguir intentándolo", asegura.
El entrenador cede todo el protagonismo a sus jugadoras, una plantilla que describe como "de calidad y con mucho talento a la que mueve la pasión". "Ellas siguen teniendo hambre de triunfar y ganar, se ve en los entrenamientos y es lo más importante", dice, al mismo tiempo que subraya que el equipo cuenta con un cuerpo técnico de más de nueve personas y un equipo médico. En cuanto a las edades, las jugadoras se mueven entre los 24 y los 38 años que tiene Jozi, la jugadora más veterana del club pero "con la ilusión de una niña", matiza Delgado.
Acerca de la repercusión de que el equipo femenino sea actualmente el mejor del mundo, el entrenador señala que "se está lejos aún de la equiparación total entre sexos en todos los deportes", pero indica que se está avanzando porque "los Futsal Planet Awards hace una década ni existirían, aparte de que el deporte femenino mueve su masa social y poco a poco va adquiriendo más visibilidad". Entre las metas futuras de Delgado están el poder seguir disfrutando del deporte y los entrenamientos, teniendo siempre presente que "los éxitos son efímeros y enseguida se olvidan", razón por la cual le inculca a sus jugadoras la filosofía de que "lo importante es ir siempre a por el siguiente partido". "Todo lo que nos está pasando no se me había pasado por la cabeza en la vida, ni en mis mejores sueños", concluye emocionado.
"He tenido que dejar cosas atrás para poder ser profesional"
La capitana Patricia González, más conocida en el equipo como "Peque", es uno de los grandes tesoros del club y a día de hoy es la segunda mejor jugadora del mundo, al margen de que forma parte de la selección nacional de fútbol sala femenino. Llegó a Burela en 2011 y jugó cinco temporadas, a las que siguieron dos años en un conjunto italiano para posteriormente volver a Galicia. Empezó en el fútbol desde que tenía uso de razón motivada sobre todo por su padre, un futbolero empedernido, y a los nueve años empezó a competir en Madrid (su ciudad natal) en un equipo.
Actualmente tiene 33 años y su carrera empezó a profesionalizarse con tan solo 18 en las filas del Logroño, tras debutar en División de Honor con 15 años. Después de cinco años en La Rioja se mudó a Galicia conquistada por el proyecto deportivo del Burela y por el sueño "de dar un paso más en su carrera" y que ya ha cumplido. "He tenido siempre muy claro que quería ser profesional de esto y he tenido que dejar cosas atrás y arriesgar y apostar fuerte por el fútbol sala para conseguirlo", cuenta, a la vez que es consciente de que "la vida del deportista es complicada".
"Hay que creer y confiar mucho en ti, y más siendo mujer, para ser deportista de élite en este país, además de que las ayudas son escasas", explica. Su palmarés, salvo algún título aislado, va a la par con el del equipo lucense y erigirse como la segunda mejor jugadora mundial no es algo que estuviera dentro de sus planes. "Me ha hecho ilusión pero lo tengo claro, si estoy en ese segundo puesto es gracias a que mi equipo lo ganó todo el año pasado", admite, sobre lo que matiza que es un buen final para "una temporada de ensueño".
Peque apunta que las deportistas de su nivel tienen "una vida paralela", en el sentido de que rememora que cuando tenía 20 años y sus amigos salían de fiesta los fines de semana, ella se estaba cuidando para una competición, al margen de que "las bodas de amigas tienen que ser un mes muy concreto porque sino no puede asistir". Sobre la repercusión del título mundial que han alcanzado, se muestra muy crítica y expone que "no hay color entre el apoyo que reciben los deportes masculinos en comparación con los femeninos" y apunta que "siempre que las deportistas intentan reivindicar esto les llegan incluso hasta a insultar".
"No queremos ni más ni menos que lo que se daría a una persona por ser hombre por hacer exactamente lo mismo que hace una mujer", aclara, mientras destaca que "en Burela es todo equitativo en el equipo masculino y femenino porque les tratan como deportistas sin distinciones entre sexos". "Que un equipo de fútbol sala español no salga apenas en los medios te da pena porque te das cuenta de que no valoran realmente la hazaña, aparte de que no es solo que seamos mujeres, sino que aún por encima nos dedicamos a un deporte de los que llaman minoritarios", dice.
"Hay que fomentar una sociedad un poco más igualitaria y agradecida con lo que el deporte español está dando", propone, mientras no esconde su hambre de ganar y que "sigue soñando con hacer historia con su equipo y mantenerse en este alto nivel durante muchos años".
"Decidí venir a Burela porque me llamaba el mejor equipo de la liga"
La jugadora Alejandra de Paz es de Neda (A Coruña), tiene 25 años y esta es su segunda temporada con el Pescados Rubén Burela FS. En el mundo del fútbol sala empezó con apenas cuatro años "en cuanto tuvo algo de equilibrio" y dio un cambio de rumbo a su vida cuando tras jugar cuatro años en el Poio Pescamar FS de Pontevedra, aceptó la oferta del equipo lucense para formar parte del ambicioso proyecto deportivo que tenían entre manos.
"Decidí venir porque el Burela es el Burela, te está llamando el mejor equipo de La Liga y ahora del mundo", afirma, a la vez que admite que ha encajado bien a nivel deportivo y personal. "Me costó un poco entrar en el grupo en el sentido de minutos, pero no es algo que me preocupase ni desmotivase porque sé adonde venía y con quien iba a jugar, hay jugadoras muy grandes aquí", apunta. Sobre el equipo, matiza que "está hecho para ganarlo todo" y asegura que "no se esperaba nada de lo que le está pasando".
Sobre el reconocimiento mundial en los Futsal Planet Awards considera que "aún no son muy conscientes y todavía lo están asimilando", a la vez que se muestra ambiciosa con la mirada puesta en que las futuras competiciones que jueguen "sean para ellas". "Seguimos igual de motivadas o incluso más. Una cosa es ganar un título y otro reto es mantenerse y seguir de campeonas, que es lo difícil", argumenta. "Quiero ganar todos los títulos posibles y convertirme en una pieza más relevante de este equipo y de la selección española (donde ha sido convocada cuatro veces)", desea.
En cuanto al deporte femenino, considera que "ellas están dando pasos muy pequeños hacia la igualdad, no porque no quieran sino porque no les dejan". "El fútbol sala en comparación con el fútbol tradicional está incluso diez pasos más atrás, incluso en los equipos masculinos, y esto es algo en lo que hay que trabajar mucho para ir cambiándolo progresivamente", concluye con optimismo.