El complicado momento de Diego Epifanio en el banquillo del Básquet Coruña

Básquet Coruña visita este domingo la pista de Unicaja Málaga. Esta frase sería impensable de imaginar hace unos años. Gran parte del éxito y disfrute de la ciudad herculina en la ACB se deben a Diego Epifanio, un técnico que llegó al conjunto naranja tras lograr dos ascensos con Burgos y Lugo.

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Tras un primer año que se saldó con una decepcionante eliminatoria ante Gipuzkoa, club y técnico no dudaron en continuar juntos el camino. A la segunda llegó la vencida y Coruña ascendió tras quedar primero en una exigente Liga Leb.

Sin embargo el camino en ACB ha sido tortuoso. El equipo consiguió una primera victoria histórica ante el Real Madrid y compitió bastante bien en el primer tramo de temporada. Sin embargo enero y febrero lastraron mucho a un equipo que se instaló en última posición y ahí continúa.

La directiva apostó hace algunas semanas por la continuidad de Epi a pesar de los malos resultados. El éxito en el deporte es tan efímero que en apenas seis meses pasas del estrellato al anonimato, de ser el mejor entrenador de la historia del equipo al peor.

En la previa del partido ante Unicaja, Epifanio reflexionaba ante los medios de comunicación. "Sufro más por mi entorno que por mí. Entiendo que es una de las cargas que tiene el trabajo y hay momentos buenos y momentos malos. Desde que llegué a este proyecto dije que lo único que podía hacer era trabajar y que no tenía una varita mágica. Respeto mucho las palabras de los aficionados porque al final son los que sustentan el proyecto y si piensan que Epi es el máximo responsable de todo lo malo que hemos sufrido este año pues está dentro de mis responsabilidades. Es duro cuando te dicen esas cosas delante de tus hijos, eso es difícil de llevar".