Era el año 2000 y el Deportivo se acababa de proclamar campeón de Liga. En Yerevan, un joven de seis años llamado Vahan Snkhchyan descubría la épica historia del club blanquiazul gracias a su tío, que había estado de viaje en A Coruña. Desde aquel momento hay un deportivista más en Armenia.
Y no uno cualquiera, pues Vahan es uno de los aficionados blanquiazules más activos en redes sociales, donde comenta un sinfín de noticias de actualidad y de fichajes del club de sus amores. O, al menos, lo hacía hasta que la tensión entre Armenia y Azerbaiyán por el territorio de Nagorno Karabaj estalló por los aires.
Desde que las tropas azeríes comenzaron la ofensiva el 27 de septiembre, Vahan dejó de escribir en Twitter y mantuvo en vilo a sus miles de seguidores. "Fueron días muy difíciles para todo el país. La situación fue terrible. Cada día se publicaban listas de fallecidos y la mayoría eran niños nacidos en el 2000 o en el 2001", cuenta.
Tras 44 días de contienda, se firmó un acuerdo de paz muy poco beneficioso para el pueblo armenio y sus habitantes en Nagorno Karabaj, territorio de Azerbaiyán que estaba controlado por Armenia desde hace años. "Hemos perdido, pero desde mi punto de vista es un orgullo hacerlo así, porque hemos luchado por lo nuestro. Ahora, hay que afrontar lo que viene. Hay más de 100.000 personas sin hogar. Armenios obligados a dejar sus casas en Karabag. Hay mucha incertidumbre", señala Vahan.
Luz en la oscuridad
Se estima que en el mundo hay 12 millones de armenios o descendientes de armenios, de los cuales solo cuatro millones viven en su país. "En España y Galicia también hay muchos", señala Vahan. El Concello de A Coruña aprobó en el pleno de noviembre una moción en apoyo a los derechos humanos en Nagorno Karabaj. "Nosotros agradecemos mucho ese gesto. Fue un orgullo. El nombre de A Coruña sonaba en la televisión armenia", cuenta Vahan.
Pese a no tener tiempo para seguir el día a día del Deportivo, Vahan "no perdonaba" las dos horas para ver a su equipo cada fin de semana. "Eso nunca. Fue la luz en medio de la oscuridad poder ver al Dépor. Son dos horas a la semana para olvidarte de los problemas. Pasan rápido, pero merecen la pena", dice.
Merecen la pena pese al juego del equipo. "No estamos jugando bien, pero ahora hay que confiar, darle tiempo a Fernando Vázquez. Tenemos jugadores de mucho nivel y somos líderes", comenta.
Un país fracturado
El fin de la guerra ha dejado a cientos de miles de personas sin hogar y a muchos desaparecidos en combate. "Mucha gente no volvió. Hay muchos que buscan a sus familiares. Lo más duro es que se alegran cuando encuentran sus cuerpos. Les da consuelo. Es terrible, nunca había visto algo parecido", señala Vahan.
No hay cifras oficiales de muertes por parte de ningún bando pero las estimaciones hablan unos 15.000 soldados azerís y armenios fallecidos. "Ojalá lleguen tiempos más felices", comenta Vahan.
Un hermano del Celta
En Armenia quien conoce a Vahan se sorprende de su exacerbado deportivismo. "La mayoría de la gente es del Madrid o del Barcelona", señala. Sin embargo, su historia va más allá, pues su hermano Gor es del Celta. "Es celtista desde pequeño, pero no recuerdo si fue por fastidiarme a mí. Sé que le gustaron los colores del equipo", comenta.
Hace unos años viajaron a A Coruña y Vigo para cumplir sus sueños de ver a sus equipos. "Mi mujer y yo íbamos a volver este año, pero por la covid y la guerra no hemos podido. Me encantaría volver a A Coruña, y sobre todo volver a ir a Riazor", comenta.
Los derbis gallegos en casa de los Snkhchyan son de alto voltaje. "Mi madre siempre quiere que empaten para que no nos enfademos", cuenta Vahan. Tanto él como su hermano acuden al aeropuerto cada vez que un jugador de sus equipos viaja por algún compromiso internacional a Armenia. "Tenemos camisetas firmadas de Andone o de Pione Sisto", cuenta.
Su sueño: trabajar para el Dépor
Vahan sueña con trabajar en el mundo del fútbol y, en concreto, para el Deportivo. "He trabajado para la federación de mi país, con Ginés Meléndez. Ha sido una experiencia muy buena. También he conocido a Joaquín Caparrós, que ahora es el seleccionador de Armenia. Pero me gustaría en algún momento poder hacer algo para el Deportivo", comenta. Mientras se sobrepone de las consecuencias de una cruel guerra, Vahan promete volver a seguir al Dépor día a día, como ha hecho en su Twitter en los últimos diez años.