Una década sin José Luis, el gran capitán del Dépor de los 80

Antes del Súper Dépor, antes de Fran, antes de Lendoiro, antes de los títulos y antes de la Primera División también había 11 jugadores que cada dos semanas saltaban al municipal de Riazor a defender la camiseta blanquiazul. Eran otros tiempos. Al Dépor no lo vestía ni Adidas ni Umbro. Tiempos en los que la cantera era un motor para el primer equipo y los ojeadores peinaban los campos de tierra de la provincia en busca de promesas.

En 1973, en Esteiro (Muros) había un chaval con una clase excepcional. Se llamaba José Luis Vara. Jugaba en el medio, sabía tratar bien al balón y tenía llegada. Fichó por el Dépor, donde fue capitán de los juveniles, pasó por el Fabril y llegó al primer equipo en 1978. Debutó con solo 20 años.

En apenas dos años ya se había hecho con la medular blanquiazul. Era un jugador temperamental, de los que gustan al aficionado. Con 24 años ya lo habían expulsado 4 veces. En el 83 fue el pichichi del Dépor con 16 goles. Y no era delantero. El resto de los tantos se los regalaba en forma de asistencias a José Manuel Traba y Vicente Celeiro.

Pronto se hizo con la capitanía de un Dépor que se acostumbró a encajar golpes, en la etapa más larga del club en Segunda. Un solo gol separó a José Luis de cumplir su sueño de jugar en Primera con el Dépor el año que fue pichichi. El Rayo, el Oviedo y el Celta frenaron al de Esteiro en su camino hacia la élite con el equipo que lo vio crecer como futbolista.

En los derbis mostraba, además de su calidad, su fuerte carácter. No daba un balón por perdido y no le faltaba agresividad. Demasiada clase para Segunda División. Así que en el 87 llegó el Betis y se llevó al gran capitán deportivista de los 80. Marcó en su debut ante el Sevilla, cuajó una buena primera temporada pero no pudo lograr la permanencia en la segunda. Jugó otro año en el Betis y, después, terminó su carrera en el Granada, en Segunda B.

Sus últimos tiempos como futbolista coincidieron con el germen del Súper Dépor, ese equipo en el que otro barbancés llevaba el brazalete de José Luis. La afición del Dépor supo siempre ser agradecida. Otros habían logrado históricas victorias y títulos, pero José Luis Vara estuvo cuando el equipo necesitó un líder en Segunda. Estuvo cuando los Blues todavía eran la Barrio Sésamo y cuando los medios nacionales no pisaban Riazor.

Hoy hace 10 años moría un leyenda deportivista. Tenía solo 50 años y un cáncer se lo llevó. En Riazor y en la memoria deportivista, su nombre siempre estará asociado al del gran capitan blanquiazul de los 80.