Como cada verano, los gallegos salimos a la calle a disfrutar del sol (si es que la meteorología acompaña), de la costa y especialmente del tiempo libre que nos brindan estos meses estivales. Son clásicos los batidos, zumos y helados que nos ayudan a pasar las tardes calurosas, y aunque cada uno decide según sus propios gustos, lo más típico es que nos decantemos por alguna opción afrutada y deliciosa. Entre las opciones más típicas se encuentra el arándano, un fruto del bosque con característico tono morado profundo que, además de fantásticas propiedades para la salud, hace las delicias de mayores y pequeños. Y cómo no, nuestra tierra se posiciona no solo como una de las mayores consumidoras de este pequeño tesoro, sino también como una de sus más importantes productoras en todo el territorio nacional.
Pero antes, un poco de contexto. Los arándanos, además de una fruta característica de los meses de verano que se encuentra actualmente en la mejor época para su consumo, entra dentro de la categoría de “frutas del bosque” con otras muchas y afamadas piezas. Probablemente las moras, las frambuesas y las fresas sean las más identificadas con esta clasificación, pero existen también algunos tipos de uvas que pueden entrar en esta tipología, y otras frutas menos típicas como las grosellas, que por su característica acidez son menos consumidas entre el público general.
Como su propio nombre indica, son frutos que se encuentran en pequeños arbustos o árboles de pequeño tamaño en los bosques, que crecen comúnmente de manera asilvestrada y que desde la misma Antigüedad han servido de sustento a pueblos enteros. Todas comparten características que las hacen ciertamente similares, como sus fuertes y vivos colores, el tamaño más bien reducido y la forma de su cultivo; también la piel frágil y la estructura de la misma fruta, sin grandes huesos o pepitas. Aunque todos estos frutos del bosque que hemos mencionado son perfectamente comestibles y en su mayoría muy sabrosos, existen variedades peligrosas para el consumo humano, así que ¡cuidado con lo que se recoge!
Dentro de toda esta variedad, en España entera valoramos especialmente los arándanos, ese refrescante fruto que parece que explota al morderlo y que guarda un sabor tan intenso, casi tanto como su propio color. Por eso es totalmente lógico que desde los últimos años la producción en nuestro país haya subido tanto, pues muchos agricultores se animan a acoger colectas de este fruto, lo cual favorece a la disminución de los precios y colabora con el aumento de su consumo, en un círculo del que nos aprovechamos los que más disfrutamos del arándano.
En concreto, Galicia es una de las zonas donde más y mejor arándano se produce. Aunque el sur de Andalucía sigue encabezando la lista en zonas con mayor producción de este fruto, el norte de España comienza a arrancar, y tanto Galicia como Asturias y Cantabria se localizan como punteros en su cultivo y producción. La adaptación de algunas variedades de arándano negro o blackberry al frío y la humedad de nuestro clima oceánico hace que podamos mantener la producción incluso ya entrado el otoño, lo cual difiere de otras muchas zonas de España en las que estas son las últimas semanas para recoger los frutos rezagados.
Quizás el único impedimento para que nuestra producción encabece la lista es la falta de grandes terrenos que, desde tiempos históricos, bloquea a Galicia frente a grandes latifundios donde las toneladas que se producen son mucho mayores que las nuestras. Sin embargo, eso no es obstáculo para que grandes productores de arándanos gallegos incluso exporten parte de su producción a países que también se suman al fenómeno blackberry, como Reino Unido o Alemania.
El arándano, acompañante y protagonista
Visto el resumen del panorama del arándano en tierras gallegas, pasamos al verdadero quid de la cuestión: ¿cómo consumirlo?
Para empezar debemos decir que, como cualquier fruta, el arándano es perfecto para consumir solo y sin acompañamiento ninguno. Aunque es cierto que su reducido tamaño puede llevarnos a verlo más como un añadido que como un protagonista, unos buenos arándanos con sabor potente pueden convertirse en un snack perfecto para los que se animen a comprarlo.
En La Tienda de Lino contamos con arándanos de producción gallega para aquel que quiera darle una oportunidad a este sabroso bocado afrutado; y si se buscan recomendaciones de en qué elaboraciones usarlo, apostamos claramente por bases frescas como el yogurt, que realzan el característico sabor de este fruto, ni ácido ni dulce. La miel será un acompañamiento perfecto, así como un toque de mermelada o incluso dulce de leche para los más golosos. También podemos utilizarlos como decoración de tartas; en ese caso recomendamos decantarnos por una tarta Pavlova, ese clásico dulce de merengue que tradicionalmente se viene decorando con frutos del bosque y que guarda un perfecto equilibrio entre precioso y delicioso.