Una afición que nació hace años y un taller de cartón piedra que alimentó su vena artística, llevaron a la coruñesa Isabel Pita hasta el punto donde se encuentra ahora, a exponer en el escaparate de la Droguería Villar sus creaciones con materiales reciclados fruto de su faceta de artista amateur que combina paralelamente con su empleo de diseñadora gráfica. Un tuareg, un torero o un soldado inglés son parte de las figuras que integran su muestra, una colección basada en el upcycling, es decir, transformar residuos en nuevos objetos dándoles otra función. Sin duda, esta iniciativa ya es todo un éxito porque ha llamado la atención de decenas de curiosos y ya hay varias creaciones vendidas, incluso a compradores de fuera de Galicia y de Inglaterra.
Botellas de lejia o detergente, plásticos de pizza, cartones de zapatos, hueveras o periódicos son algunos de los materiales que Pita utiliza en sus originales creaciones y no compra nada, salvo las pinturas para llenar de color las figuras que elabora. "El upcycling no deja de ser lo que han hecho las abuelas toda la vida, reutilizar y darle valor a los objetos que en principio son desechables hasta acabar convirtiéndolos en otra cosa", explica, al mismo tiempo que rememora que empezó a tener las ideas para esta exposición hace años, durante una época en la que "la cabeza le ardía de ideas" y en la que se apartó de su trabajo temporalmente para dedicarse a criar a sus hijos.
"Soy un poco Diógenes, guardo cualquier cosa que pienso que me puede ser útil en cualquier momento y creo que es una buena manera de no generar basura. Muchas veces tiramos con demasiada alegría cosas que en un futuro podemos llegar a necesitar", dice la coruñesa. La elaboración de las figuras que actualmente tiene expuestas empezó hace tiempo y paró de crearlas "para no llenar la casa de trastos", pero todo cambió cuando gente de su entorno las veía durante alguna visita y se interesaba por ellas. El resultado de este pequeño impulso que le dio ánimos a Pita para continuar con su afición son las figuras de la muestra: un torero, un tuareg, un guardia inglés, un montañero, una secretaria de los años 40 y una coplera. Los precios oscilan entre los 30 y los 110 euros.
Pita comenta que no tiene secretos para su "éxito", sino que su filosofía de trabajo se basa en que "nunca sabe cómo va a acabar las ideas, ya que las empieza pero hasta el final pueden pasar muchas cosas". De hecho, actualmente está trabajando con una botella de cinco litros de Fairy que en un inicio estaba destinada a ser un francés con un jersey de rayas marinero y que actualmente ha cambiado a raíz de aplicarle color "y ahora es un varón pelirrojo con una bufanda".
Instagram y la droguería Villar como escaparate
Pita eligió la mítica droguería Villar de la ciudad herculina para exponer sus diseños porque "es de los pocos negocios con esencia que aún sobreviven y porque tiene a la venta todos los materiales que ella utiliza para crear". La coruñesa cuenta que cuando era más joven hacía cosas pequeñas y las vendía en tiendas para sacarse un extra pero nunca se había tomado esa afición en serio, algo que ahora ha cambiado en parte. "A día de hoy por mi estado de ánimo y situación vital decidí que era buen momento para atrever a exponerme, porque mis elaboraciones son cosas que yo hago y me exponen en cierta parte a mí misma también", dice.
Pita no vive de crear sus figuras pero manifiesta que Instagram ha sido una herramienta útil para dar a conocer su proyecto porque ha recibido mensajes de gente que no le conocía y que a raíz de ver el escaparate de la droguería le ha empezado a seguir, algo que esta artista amateur define como "emocionante". Sus planes de futuro inmediatos pasan por continuar formándose en las clases del escultor gallego Miguel Couto y "dejar que la vida le sorprenda" ya que admite ilusionada "que se lanzó al vacío con esta iniciativa y espera que sea el inicio de algo más grande, pero siempre paso a paso".