"El próximo curso también será excepcional": el testimonio de profesores coruñeses

Desde hace poco más de un mes, estudiantes y profesores están en sus casas. Pequeños y mayores se han visto obligados a cambiar el aula por el salón de su casa. La educación a distancia se ha instaurado (de golpe) en el sistema educativo español como consecuencia de la crisis del coronavirus.

Los docentes han cambiado las pizarras por las aplicaciones online. Así, de repente, los maestros han tenido que sacar toda la artillería para continuar formando a los estudiantes desde la distancia. Y así tendrá que ser hasta junio.

El Ministerio de Educación anunciaba esta semana que todos los alumnos, con carácter general, promocionarán de curso. Para la evaluación, uno de los mayores quebraderos de los docentes, se acordó que solo se tendría en cuenta las calificaciones obtenidas en el primer y segundo trimestre. La media de ambos periodos dará como resultado la calificación final de un curso "excepcional", tanto para alumnos como para profesores.

Galicia, según ha informado el propio presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, discrepa con el Gobierno de España. Sin embargo, "acataremos" la orden ministerial, señala Feijóo, quien opina que "seria bueno" volver a las aulas en las últimas semanas para despedir el curso académico.

Silvestre Fernández, también conocido como el "héroe de Adormideras" tras salvar la vida a un hombre en plena calle, es profesor de Primaria en el colegio Víctor López Seoane. "Echo de menos que establezcan un protocolo común para todos los centros escolares para que todo sea lo más igualitario posible", apunta Silvestre, quien está de acuerdo con la medida del Gobierno en cuanto a basar la calificación final solo en función de las notas de las dos primeras evaluaciones.

Limitarse a tareas de refuerzo

Para este maestro, una de mayores dificultades de la educación a distancia es el desconocimiento de las circunstancias familiares de cada alumno. "Hay parte del alumnado que no tiene acceso a Internet", apunta Fernández, quien, ante estas circunstancias, ve inviable poder avanzar e impartir nueva materia. Ahora, dice, hay que centrarse en facilitar "tareas de refuerzo" a los alumnos.

"El profesor ahora realiza una trabajo de acompañamiento. Se trata de que (los alumnos) vean que estamos siempre disponibles", explica este maestro coruñés, quien prevé que el próximo curso "también será excepcional": "Será un curso distinto".

Un mayor esfuerzo el próximo curso

Este misma previsión es compartida por su mujer, también maestra. Raquel Julián es profesora de sexto de Primaria en el CEIP Salgado Torres. Su curso tiene unas circunstancias especiales al suponer el fin de la etapa de Primaria. Sus alumnos dan el salto a la ESO y este año lo hacen en unas circunstancias especiales.

"Se van a ir sin tocar algunos contenidos, pero no es muy grave porque se pueden reforzar el próximo curso", opina esta maestra, quien está convencida de que el próximo curso los profesores tendrán que "bajar un poco el nivel e iniciar el curso desde un escalón más abajo".

Al igual que su marido, para Raquel lo que resta de curso se limitará a facilitar tareas de refuerzo a los alumnos porque, en realidad, "el curso ya se ha terminado", manifiesta.