Posiblemente sea uno de los rincones más bonitos de la Ciudad Vieja y en el que confluyen muchos pedazos de la historia de la ciudad herculina. La Plaza de Azcárraga tiene en su centro una majestuosa fuente que cumple 123 años, y una recientemente creada asociación de vecinos quiere que sea el símbolo de un nuevo tiempo para el casco histórico coruñés.
La fuente fue un encargo realizado directamente a París a finales del siglo XIX. En el pedido se especificó que lo que quería representarse era la figura del deseo, ya que la idea era adornar una fuente que quería repartir, además de agua, buena suerte.
Se dice que los coruñeses echaban pequeñas piedras en su interior con el objetivo de ver cumplidos sus deseos. Sobre los cuatro caños de agua, un pilastre se alza para soportar una estilizada figura femenina que deja un pecho al descubierto y porta una antorcha, que antaño se encendía cada noche. Toda una guía hacia el cumplimiento de lo que se ansía.
Un antes y un después en la calidad de vida de los habitantes
Lo que verdaderamente ansiaron los coruñeses que vivieron antes de que esta fuente funcionara, era tener agua corriente. La habilitación de la fuente fue algo revolucionario en la época, que mejoró la calidad de vida de los habitantes de la zona, que hasta el momento no disponían de agua corriente, todo un cambio en la salubridad del vecindario, en el que también convivían hospitales, la prisión y acuartelamientos militares.
La plaza, que hasta aquel momento, el año 1896, se llamaba "de la Harina", cobró más relevancia si cabe para la ciudad, como centro de mercado y también de festejos que unían a los vecinos de zona a su alrededor y lugar de encuentro en el que recoger el agua de la que fue la segunda fuente pública en A Coruña.
Vecinos que quieren provocar el deseo de visitar la Ciudad Vieja
Una nueva agrupación vecinal que lleva por nombre AVEC ha visto la luz hace unos meses con el objetivo de "unirnos todos, vecinos y comerciantes, y dinamizar la zona para que la gente vuelva a coger la costumbre de venir a disfrutar de la Ciudad Vieja."
Lo primero, "que la gente tenga opciones de llegar hasta aquí. El casco histórico no está en el centro, así que muchas veces puede dar pereza. Es importante que la gente tenga lugares en los que aparcar; eso sí, en el contorno de la Ciudad Vieja, porque está genial sin coches. También ven necesario mejorar la frecuencia de las líneas de bus", explica Xandra Ripoll, una de las promotoras de la Asociación.
La oferta cultural es también una de sus prioridades: "Nos gustaría comenzar a organizar visitas guiadas sobre los personajes históricos que vivieron aquí, que son muchos, también abrir las iglesias y que se puedan celebrar conciertos en su interior", añade Xandra.
Esta semana en la Plaza de Azcárraga están celebrando su cumpleaños por todo lo alto, con programación variada de música, foodtrucks y hasta yoga.