Publicada

No hay gallego al que no le suene la expresión "o carallo 29". Lo haya proliferado o no, todo el mundo lo ha escuchado por lo menos alguna vez. Su uso suele asociarse a la retranca gallega. Se respondería con ella en una discusión o en señal de desaprobación. "Sí, o carallo 29", vendría a decir algo como "si, o que ti digas".  

Pongámonos en la siguiente situación, a modo de ejemplo. Nos proponen ir a dar un paseo después de una caminata de decenas de kilómetros de la que venimos muy cansados. Perplejos ante la propuesta, ya que lo único que queremos es descansar, podríamos responder "o carallo 29", como quien diría "sí, claro", de forma irónica.  

Pero, ¿de dónde viene esta expresión? 

No solo hay una teoría sobre el origen de este icónico dicho. Sin embargo, la más apoyada es su referencia legislativa a una época lejana. Según el sociólogo catedrático Baldomero Cores Trasmonte, que estudió la sociología rural y política gallega, el origen de esta formulación está en el artículo 29 de la Ley Electoral de la Restauración de 1907. 

En él, se establecía que no se celebrarían elecciones en aquellos distritos en los que se presentara un único candidato, de modo que este quedaría proclamado automáticamente como gobernador. Lo mismo se dictaba que ocurriría en aquellos en los que se presentaran el mismo número de candidatos que puestos a cubrir.  

Este artículo favorecía la práctica del caciquismo durante la Restauración Borbónica, por la cual los caciques sometían al pueblo con el fin de afianzar su gobierno. En las elecciones municipales compostelanas de 1931, la existencia del artículo 29 fue determinante para que los caciques consiguiesen representación única -mediante acciones ilegales- y, por consiguiente, su gobierno. A raíz de esto, los compostelanos comenzaron a referirse al artículo de manera despectiva, acompañando el número del mismo con la palabra "carallo", que suele referirse popularmente al pene.  

El "carallo 29" existe real y físicamente  

La expresión tiene una lectura literal. Tal y como se ha apuntado, "carallo" significa      -además de sorpresa- pene. Y realmente, podríamos decir que hay un "carallo" en el número 29 de una famosa calle compostelana: la rúa Travesa, entre Casas Reais y la rúa de San Bieito. Y es que se trata de una piedra de forma fálica en el número 29 de la dicha calle del casco histórico, por lo que este monumento también recibe la denominación del famoso dicho.

El pivote se encuentra en la rúa Travesa, en el caso histórico de Compostela. Quincemil

Realmente este pivote no responde a la frase ni tan siquiera intenta imitar a un falo, por mucho que lo pueda parecer. Su construcción data de mucho antes, en concreto del siglo XVII. Aunque lo cierto es que últimamente llama la atención de viandantes, estudiantes o turistas, por su especial forma e incluso es incluido en alguna guía turística de la ciudad.  

Otra de las teorías de la expresión  

En el 2020, para hacer el confinamiento por el coronavirus más ameno, el Arquivo de la Diputación de Pontevedra inició una campaña para dar a conocer documentos singulares que resaltaran anécdotas y situaciones históricas gallegas.  

Es en el marco de esta iniciativa cuando se dieron a conocer algunos documentos donde se encuentra la expresión "o carallo 29". Todos ellos hacían referencia a la época del foro, cuando una institución cedía el uso de una tierra a cambio del cumplimiento de unas condiciones establecidas en un contrato generalmente largo. De hecho, sobre su duración, los contratos se estipulaban "por vidas de 3 voces -vidas de foreros- o de 3 reyes y 29 años". Es esta última la cantidad que daba pie a la formulación tan famosa, que se usa incluso en estos tiempos, del "carallo 29".