Denís Gómez: "La peor tortilla de A Coruña es la mejor de Madrid"
Es Roque en "Néboa", la serie gallega que acaba de finalizar su emisión en TVE con éxito, pero antes ha participado en "Cuéntame como pasó" o "Vivir sin permiso". Por si fuera poco, el coruñés también le da al teatro y está nominado a los premios María Casares como mejor actor protagonista
10 mayo, 2020 06:00Muchos lo acaban de conocer como Roque en Néboa, la serie gallega que se ha emitido en TVE con muy buenas cifras tras enganchar al público con un trama que parte del Entroido gallego, pero Denís Gómez (A Coruña, 1978) cuenta con una amplísima trayetoría.
Su primera aparición en el mundo de la escena fue por la puerta grande, nada más y nada menos que en Los lunes al sol, al lado de de Javier Bardem y Luis Tosar. Sin embargo, tras ese pelotazo inicial a Denís le pasó como a muchos interpretes y estuvo un tiempo alejado de los focos.
Su talento y su lucha constante por seguir trabajando en lo que quería lo situó de nuevo en el reparto de series de éxito como La Señora, Amar en tiempos revueltos, Gran Hotel, Serramoura o Cuéntame como pasó. Por si fuera poco, entre sus logros está el formar parte de la primera serie en gallego emitida por una plataforma online. Nos referimos a O sabor das margaridas,protagonizada por María Mera, Nerea Barros, Miguel Insua, Ricardo de Barreiro y Toni Salgado, en donde Denís encarna a Bernabé,y que a través de Netflix llevó nuestra lengua a paises como Reino Unido.
Precisamente, otro de sus últimos trabajos, El vecino, está también disponible en Netflix, una ficción en la que el actor comparte pantalla con Quim Guitérrez o Clara Lago, entre otros. Más allá de la pequeña pantalla, Gómez es además un apasionado del teatro y de hecho está nominado a los premios María Casares, que se celebrarán en el teatro Rosalía el próximo día 26, en la categoría mejor actor protagonista por su papel en la obra Karelu, de Os Náufragos.
De esa nominación y de mucho más hablamos con el actor, que nos confiesa sus sitios favoritos de A Coruña, lo primero que hace al llegar a la ciudad herculina, y cómo empezó en el mundo de la interpretación.
Estás triunfando con Néboa, ¿te esperabas la buena acogida de la serie?
No tanto. Esperábamos una buena acogida en la plataforma digital, pero no tanta a nivel de televisión convencional. Ha tenido una audiencia estable y de nivel, algo que para ser una serie diferente como es, con una ambientación distinta, y con una historia más difícil a priori, no lo teníamos claro.
Acaba de terminar, ¿es posible una segunda temporada o es rizar mucho el rizo?
Como dice Fernando López Puig, el director de contenidos de TVE: "mientras quede algo vivo hay esperanza". Y quedamos unos cuantos vivos así que todo puede ser. Ja, ja, ja.
¿Cómo te preparaste para ese papel?
Fue complicado la verdad, porque Roque es un tío normal, pero que afronta una situación extrema. Al ser un personaje más parecido a mí, puede que me resultase más complicado que otros papeles más extremos, como puede ser hacer de borracho, por ponerte un ejemplo.
¿En qué os parecéis?
En que somos personas que, a lo mejor, en algún momento hemos tenido que plantar cara para hacer lo que queríamos.
También actúas en O Sabor das margaridas, primera serie en gallego en Netflix, ¿ya solo eso es un orgullo, no?
Mucho. Con esa producción se demostró que el idioma no es una barrera. Fue una de las series más vistas en Reino Unido, en España también tuvo muy buenas cifras, y es una serie en la que no mucha gente confió desde el principio, y el público sí lo hizo cuando llegó a Netflix. Estoy muy contento de que la plataforma haya confiado en esa ficción, creo que debería hacerlo más a menudo. Incluir más series en gallego, en catalán o en vasco, incluso creo que las televisiones públicas también lo hagan en sus parrillas, que introduzcan contenidos de otras comunidades. Hay muy buenas series, y yo por ejemplo, gracias a Merlí aprendí algo de catalán. Vas abriendo también el oído y te enriqueces.
Efectivamente, la plataforma abre puertas. ¿Como actor lo notas?
Sí, como decía rompe barreras. Las series están disponible en 190 países, entonces lo notas en que te llegan mensajes de otros sitios. Sobre todo de Sudamérica, porque compartimos idioma, y la gente te felicita a través de las redes. Ahora también se hace mucho lo de incluir personajes latinos en las tramas para de alguna forma ya atraer a ese público. Con El Vecino lo que nos pasó es que nos empezaron a llegar mensajes en árabe, no entendíamos si porque gustaba o porque no. Ja, ja, ja. O
En esa serie trabajas con grandes interpretes como Quim Gutiérrez o Clara Lago, ¿quién te ha sorprendido más?
Realmente me sorprendieron y no, porque ya me gustaban de antes, al igual que el resto del elenco y el directo, Nacho Vilalongo. Me sorprendió el ver que un actor, por muy conocido que sea, siente ese mismo vértigo que sientes tú. Todos compartíamos ese miedo, los más maduros y los más nuevos, las dudas que siempre existen en el rodaje. Ese vértigo siempre está ahí, lo puedes disimular o no, pero existe, y el día que desaparezca malo.
En esa producción haces de Litos, un camello ¿cómo fue encarnar ese personaje?
Es un personaje que exige mucha concentración, pero de una forma diferente al de Néboa, o al de O Sabor. Cuando interpretas personajes tan distintos a ti, y casos extremos, la composición del personaje es más clara. Tienes que tener en todo momento presente que es un personaje alejado de ti, y a eso añadirle además en este caso, que es comedia, los códigos y los mecanismos propios de ese género con las dificultades que conlleva. Entonces, luego, cuando te ves, muchas veces no te reconoces, y dices: "Qué suerte, qué chulo!"
¿Uno nunca sabe si está bien o mal la escena hasta que la ve en la pantalla?
Los actores tenemos muy mala autopercepción, a veces pensamos que a lo mejor una escena muy desgarradora ha salido brillante, y luego ves que no. Y otras, en las que no pasa nada, salen con una magia que no sabes de dónde viene.
Otra de las series de éxito en la que has actuado ha sido Vivir sin permiso, que precisamente se ha grabado en Galicia.
Sí, hacía de periodista y coincidí con Álex Gonzalez, que ya lo conocía porque casualmente habíamos estudiado juntos en Madrid. Es un encanto, es súper generoso y una persona muy maja. Con Coronado no coincidí tanto, pero al final tú tienes que estar preparado para trabajar con actores reconocidos y con anónimos, y adaptarte. Yo he trabajado sobre todo con chicos que son muy populares, como puede ser Álex, Ricardo Gómez o Mario Casas y tú sabes que el foco va a estar sobre ellos. De alguna forma, ellos tienen la mochila encima y una mayor responsabilidad, tú como secundario, por supuesto, vas a hacerlo lo mejor que puedas, pero si la serie va mal, o no tiene buena audiencia, digamos que la responsabilidad no va a caer sobre ti.
Además de en esa ficción, antes estuviste en muchas otras como La Señora, Seis Hermanas, Amar en tiempos revueltos….. ¿con cuál te quedas?
Si me das a elegir me quedo con estos dos últimos trabajos, Néboa, El vecino y O Sabor, en los que yo podido hacer un trabajo más interesante, pero de toda mi trayectoria te diría La Señora. Fue la primera vez que trabaje con un equipo tan grande en una ficción de alto presupuesto, con un elencazo, y fue como: "Guau".
También tienes una carrera en el teatro y estás nominado como actor protagonista en los premios María Casares, ¿qué te aporta ese género?
Tienes otra libertad creativa y un recorrido interpretativo más amplio que en la tele, aunque he de decir que en la pequeña pantalla también se puede producir esa catarsis, llega la magia también. Lo que sí es verdad es que en esos dos años que comenté que tuve más de parón profesional, el teatro me salvó en lo económico y en lo personal.
Entre los actores con los que has coincidido a lo largo de tu carrera muchos son como tú gallegos. ¿Hay buena cantera?
Sí. Se comenta mucho en Madrid que hay muy buena cantera. Gracias a la puesta que en su día la televisión pública gallega hizo por la ficción se ha conseguido formar a muchos actores, que aprendimos así a trabajar con la cámara, con los equipos, ya saber cómo funciona una producción. Ahora mismo se habla mucho de Galicia, es como que está de moda, a mí ese término me da algo de miedo porque se desinfle, pero en realidad Galicia siempre ha estado ahí, siempre ha sido tendencia, pero sin salir tanto como ahora. Es una tierra súper diversa, y audiovisualmente, además de talento, ofrece muchos escenarios diversos para todo tipo de rodaje y de aquí también son muchas productoras que ahora están trabajando nacional e intencionalmente.
¿Con quién sería un sueño trabajar?
Con Ángela Molina, me gusta mucho todo lo que hace. Además, dicen que nunca hace una toma igual y eso ya te exige estar concentrado para ver qué hace.
¿De dónde viene tu vocación?
Yo estudié derecho, pero es verdad que desde pequeño tenía una vocación artística. No sabía de dónde me venía y lo que quería ser era profesor como mi abuelo y mi tía. Lo que más me gustaba era geografía e historia, pero como profesionalmente tenía menos opciones, me decidí por derecho, aunque no he ejercido nunca. Pero todavía me viene a veces el fantasma de las oposiciones como plan b. Ja, ja, ja.
Entonces, ¿cómo empezaste a actuar?
Pues hace ya unos 19-20 años empecé a hacer teatro en la Sagrada Familia. Interpretábamos un montón de obras clásicas, de Calderón, de Shakespeare con obras de tres horas o más para desgracia de nuestros padres y amigos. Ja, ja, ja. Le dábamos a todos, y eso fue mi mejor escuela. Después, decidí que sería buena idea acabar la carrera de derecho en Madrid y probar suerte allí. Me fui y empecé a trabajar en el mercado de Fuencarral y, fíjate como es la vida, que me llamaron para hacer Los lunes al sol y volví a Galicia, a Vigo, para grabar la peli. En ese momento pensé que me iba a comer el mundo y después estuve un par de años sin currar. Más tarde ya llegó El Comisario y A vida por diante, y por suerte, he seguido trabajando. Pero los actores tenemos que ahorrar, hay que ir guardando porque es una profesión muy inestable.
¿Si no fueras actor, que serías?
Creo que profesor, por lo que te decía antes, pero vinculado a algo creativo. Tengo bastante paciencia y sobre todo, me gusta estar mucho con gente joven y con gente mayor. Creo que son colectivos que no se cortan al decir las cosas, tienen menos miedo y eso me gusta.
Por trabajo vives en Madrid, pero tu ADN gallego te delata y en TVE hasta te pusieron a hacer una empanada gallega, ¿eres cocinillas?
Soy bastante cocinillas sí, pero lo de la empanada es muy gracioso. Es como que creen que hacemos todos empanada y no. Ja, ja, ja. La tortilla sí que la hago bien, de hecho es algo curioso porque en Madrid me cuesta encontrar una que esté rica. No hay término medio, o está muy seca o si la tratan de hacer al estilo betanceiro queda como papas. La peor tortilla coruñesa es la mejor tortilla madrileña.
Además de comer tortilla, ¿qué es lo primero que haces al volver a Coruña?
Saludar al mar, puede parecer típico, pero siempre hago eso. Yo vivo por la zona del Ventorrillo, que no estás al lado del mar, pero sí cerca, entonces me gusta mucho ir hacia San Roque u Os Pelamios y dar un paseo por la costa, sentir el viento fresquiño. Ora cosa, aunque parezca típica y aunque aquí la odies, es escuchar el sonido de las gaviotas.
¿Tus otras zonas favoritas?
Mi calle favorita es ciudad de Lugo, me gusta mucho la arquitectura y me flipan los edificios racionalistas de esa calle. También me gusta mucho la Falperra.
¿Cómo llevas la morriña?
Pues aunque vivo en Madrid, soy muy de A Coruña. De hecho, como ciudad en la que me he mamado, me enfado como cualquier coruñés cuando veo que han construido algo que no encaja en un sitio, o cuando cierra un local mítico. La ciudad ha evolucionado mucho, han abierto muchos sitios guays, pero creo que no se ha protegido al pequeño comercio lo suficiente. Después, yo he tenido en mi infancia una mezcla interesante, porque siendo de la zona del Ventorrillo-Agra, estudié en el Eusebio, iba a la Solana. Y de hecho sigo siendo socio, así que soy bastante coruñica. Ja, ja, ja.
A tus amigos de fuera, ¿a dónde les recomiendas ir?
Suelo recomendar el salpicón y la ensaladilla de la vermutería Martínez y la tortilla del Victoria.
¿Acompañado de una caña o de un vino?
Soy más de caña.
Para terminar, como actor ¿qué series nos recomiendas ver?
Pues, además de Néboa, ja, ja, ja, he visto hace poco la segunda parte de Merlí y me gusta mucho. Creo que es una serie que retrata la juventud de una forma poco prejuiciosa, no esteriotipada. Después, extranjera, las últimas que he visto son en HBO Shameless y Succesion.