Galicia reúne en sus cuatro provincias auténticas joyas de la arquitectura religiosa. Está la imponente Catedral de Santiago, el grandioso Templo de la Veracruz o la (casi) obligatoria Catedral de Mondoñedo, además de la antiquísima Iglesia de Santa Comba de Bande (Ourense), considerada la más antigua de la Comunidad y de la que vamos a hablar hoy en este artículo.
Se ubica en la parroquia de Santa Comba, en Lobera (Ourense), y fue construida en el siglo VII. Es una muestra (y maravilla) del arte prerrománico visigodo, aunque en su interior incorpora algunos elementos asturianos del siglo IX. Declarada Monumento Histórico-Artístico en 1921, es la única construcción que se conserva de un antiguo monasterio.
Los orígenes del templo se remontan al año 585, cuando el rey visigodo Leovilgidio tomó Oporto y Braga e incorporó el reino suevo de la antigua Gallaecia a la monarquía visigoda.
"En el siglo VII el obispo de Braga, Fructuoso, impulsó el monacato en Galicia fundando varios monasterios en los que los monjes se regían por una regla de vida en común; de este impulso surgió Santa Comba de Bande, en la actual provincia de Ourense", explica la Xunta de Galicia.
En cuanto a sus características, "el exterior, de reducidas dimensiones, refleja un sabio juego de volúmenes, mientras que el interior, de una grande austeridad, está totalmente abovedado, a excepción de las estancias laterales que presentan techumbre de madera".
Es una auténtica joya de la época visigoda, pero lo cierto es que en el templo también se pueden apreciar elementos de la restauración que tuvo lugar en el siglo IX, además de materiales de la etapa romana reutilizados, como "dos columnas del altar, la loseta de mármol de la mesa del altar, dos aras, un miliario reconvertido en pila bautismal...".
Las pinturas del siglo XVI decoran el interior de la Iglesia de Santa Comba de Bande, en cuya cabecera se representa la escena de la Anunciación de la Virgen, con el ángel Gabriel, la paloma del Espíritu Santo "y una figura con una casulla, posiblemente San Martín".
Al hilo de este asunto, Turismo de Galicia explica que en la bóveda se representa a "Dios Padre con su Hijo crucificado en brazos y los cuatro evangelistas con sus símbolos", mientras que en el intradós "el sol y la luna sobre fondo estrellado". "También aparecen pintadas palmas y ácimos en la bóveda y en el intradós", apuntan.
Un dato curioso sobre la Iglesia de Santa Comba es que en la capilla se encuentra el sarcófago de San Torcuato, uno de los primero discípulos del Apóstol Santiago. Sus restos descansaron en el templo hasta el siglo X, cuando fueron trasladados al monasterio de San Salvador de Celanova, también en la provincia de Ourense.