Juan del Val es – además de escritor, guionista y colaborador en televisión – una persona interesantísima, porque si algo lo caracteriza es que siempre, siempre, dice lo que piensa y por eso merece la pena escucharlo con atención, cara a cara en la intimidad, para descubrir que tras esta figura ligeramente polémica, se nos aparece un hombre que sabe bien lo que dice y por qué lo dice.
Desde Quincemil hemos tenido el placer de hablar con Juan sobre su nuevo libro, Bocabesada, una historia tierna, ácida, provocadora y brillante en cuya trama confluyen personajes muy diversos que tienen como punto en común una productora de series.
Si se puede saber, quiero empezar preguntándote: ¿Cuánto de personal hay en esta novela?
Muchísimo. Yo estoy en todos los personajes. De manera un poco perversa he construido a Martín, que tiene un montón de cosas mías, como la importancia de la escritora, su trabajo en televisión o que está escribiendo una novela sobre una urbanización de lujo que se va a adaptar a una serie. Digamos que ese es el que más se parece, por fuera. Pero hay algo de mí en todos. Yo siempre que escribo estoy enterito ahí, quizás en esta novela incluso más.
Y entre todo ese reparto coral de personajes puede que también se deje ver algo de inspiración en personas reales…
Sí – ríe – es verdad que hay algunos que son bastante reconocibles si prestas atención. El guionista por ejemplo, tiene hasta las mismas iniciales. Es que realmente todo lo que cuento a nivel funcionamiento de la productora, tramas entre directivos… son cosas casi textuales.
Supongo que tu experiencia en los medios es lo que te llevó a hacer girar la trama alrededor de una productora y a la vez te lo facilitó.
Sí, totalmente. Te diría que hay poca imaginación en todo ese trasfondo porque es casi todo idéntico al día a día en una productora. No me he inventado mucho.
¿Por qué Nueva York?
¡Soy un loco de Nueva York! Como empecé a viajar muy tardes siempre me pareció un lugar inaccesible, por eso cada vez que vuelvo lo disfruto como la primera vez. Es una ciudad que conozco muy bien en esencia. De hecho, creo que habré ido más de treinta veces.
¿Podría ambientarse una novela tuya en Galicia?
Pues en Galicia yo haría una novela desoladora, similar a Delparaíso, que es muy diferente a Bocabesada. Una se podría decir que es seca y la otra lo que viene siendo bonita. Ojo, lo de desolador no lo digo como algo malo, de hecho tiene un valor y un peso especial. Pero bueno, esto es lo que imagino, quién sabe.
Ahora que nombras tus dos últimas novelas, Bocabesada sigue una estructura similar a Delparaíso, que se adaptará al formato serie producida por Zeta Studios para HBO Max, ¿Podría tener Bocabesada también futuro en el audiovisual?
No tengo ni idea… Yo reivindico la novela, es de lo que soy responsable y a lo que le doy valor, que luego se lleve o no al audiovisual la verdad es que me da igual. Parece que se identifica que una obra es mejor si se adapta al audiovisual y no estoy de acuerdo. Además, si eres guionista o conoces el sector sabes que son idiomas distintos y que aunque se quiera inspirar un libro para hacer una serie o película… va a ser completamente diferente.
Pues entonces volvamos al libro. ¿Y ese título, Bocabesada?
Pues es puramente literario porque a mí me gustaba mucho esta idea de una boca besada, con el carmín extendido por la cara justo después de un beso. Entonces me lo inventé porque me gustaba esa idea, esa imagen.
Hacia el final de la historia escribes que a uno de los personajes – Martín – “le fascina la vida y le apasiona escribirla”. Intuyo que a ti también…
Eso soy yo entera y absolutamente. Me encanta la vida y escribirla. Siempre intento vivir las cosas con mucha pasión y a la hora de escribir hago lo mismo. Como ya te dije, ese personaje, Martín, tiene mucho del mí aunque él es un ser más egoísta porque está solo. Pero la esencia, la inquietud, es la misma.
En el libro hay una intrahistoria en la que se reflexiona sobre muchos temas desde el sentimiento, el humor y también la provocación. Creo que eres de los pocos personajes públicos que no sucumben a la autocensura para complacer a la audiencia…
¡Es que hay muchísima autocensura en todo! La gente vive con miedo a que alguien se enfade y yo creo que así no se puede crear nada. Yo no me auto censuro, no puedo entrar en ese juego porque no va conmigo. Y me va bastante bien, lo digo como consejo – se ríe -. Es que estamos llenos de gente que habla en televisión o escribe sin decir nada… ¡Jod**, di algo! Compromete a alguien, enfada a alguien. Sinceramente a mí cuando alguien presume de no ofender nunca a nadie… me provoca una pereza sideral – ríe -. Yo creo que el arte tiene que tener un punto de provocación que mueva sentimientos.
Parece que hoy en día se quiere crear para un público masivo dejándose llevar por lo que dicen esos algoritmos. ¿Crees que eso debilita la libertad de creación?
Es que corremos el riesgo de estar haciendo lo mismo y es muy peligroso desde un punto de vista creativo. Se hacen series, pelis, libros… en las que pasa lo mismo en determinados momentos porque está estipulado que es lo que funciona. Mira, los algoritmos tienen un problema muy grande: con ellos nunca se habrían hecho obras como El padrino o Annie hall. Yo creo que tiene que haber otro lugar para contar historias de otra manera.
¿Por qué escribe Juan del Val?
Yo reivindico el entretenimiento y por eso no escribo con la necesidad de trascender. Mantengo que todo está escrito y contado desde hace por lo menos 15 siglos… – se ríe – y ya está, no hay mucho más que hacer: solo contarlo con honestidad. La gente que pretende pasar a la historia de la literatura se suele poner muy pesada. Parece que cuanto más denso te pones y más complicado es leerte más profundo es lo que cuentas… y no. Yo prefiero ir directo, soy fácil para leerme.
¿Se te conoce más viéndote en televisión o leyéndote en tus libros?
Leyéndome. Aunque eso no quiere decir que el de la televisión sea un personaje, porque también soy yo, pero incompleto. Hay rasgos que son similares, como por ejemplo ser directo y pasional. Pero en la tele no hay tiempo para la sensibilidad y en los libros, afortunadamente, sí. Si tú coges y lees mis cuatro novelas publicadas en solitario… ahí me tienes enterito.