Galicia impulsará una estrategia pionera a nivel nacional para reducir el nivel de exposición de la ciudadanía al gas radón. Para ello se creará una comisión interdepartamental, adscrita a la Consellería de Sanidade, para coordinar e impulsar las políticas públicas en relación al gas radón, con una oficina técnica encargada de la ejecución de las iniciativas.
El gas radón es especialmente abundante en Galicia debido, entre otras cosas, al alto contenido en granito del subsuelo. Su concentración en ambientes interiores depende del área geográfica y del nivel de aislamiento de las construcciones. La exposición continuada a niveles elevados de radón en el interior de las viviendas es el segundo factor de riesgo después del tabaco para padecer cáncer de pulmón y el primero, en el caso de personas que nunca fumaron.
La Xunta medirá los niveles del radón en centros sanitarios, educativos, sociosanitarios y fomentará la medición en los hogares y centros de trabajo privados. Se iniciará la recogida de información relacionada con la exposición al radón en el ámbito laboral y domiciliario para ser incorporada a la carpeta personal y a la historia clínica de cada paciente y se impulsará la investigación de excelencia entre la salud pública y otras áreas de conocimiento, en colaboración con las universidades gallegas.
La exposición a niveles elevados de radón en el interior de las viviendas es el primer factor de riesgo para padecer cáncer de pulmón en personas que nunca fumaron y la comunidad intensifica el esfuerzo para reducir la incidencia del cáncer de pulmón, que ya se materializa en iniciativas como el proyecto piloto del cribado en el Área Sanitaria de A Coruña y Cee.
El Consello de la Xunta ha dado este lunes el visto bueno al informe sobre la Estrategia gallega reduce radón, una iniciativa de la Consellería de Sanidade impulsada con el objetivo de desarrollarla en el período 2025-2030 para reducir el nivel de exposición de la ciudadanía a este gas.
Medidas
Los dos objetivos principales: reducir los niveles de este gas en ambientes interiores para mantener los límites de exposición de acuerdo con la normativa europea y española y prevenir y controlar las consecuencias para la población gallega de la exposición al radón en ambientes interiores.
La estrategia se presentará en un acto público el próximo 7 de noviembre coincidiendo con el Día Europeo del Radón y se estructura en cinco ejes estratégicos para alcanzar una Galicia menos expuesta a niveles de radón en los ambientes interiores.
El primer eje busca identificar los niveles de radón en lugares y áreas de Galicia, de modo que se puedan saber las áreas en que existe una mayor probabilidad de encontrar altas concentraciones de radón en edificaciones, para facilitar el diseño de la protección a nivel colectivo.
Durante la vigencia del plan, la Xunta medirá los niveles del radón en centros sanitarios, educativos, sociosanitarios y fomentará la medición en los hogares y centros de trabajo privados.
El segundo eje de acción está orientado a la vigilancia epidemiológica y de la salud, que servirá para orientar con mayor eficacia a prevención de los riesgos para la salud asociados a la exposición a niveles de radón, así como realizar la planificación y evaluación sanitaria.
Con este objetivo, se implantará un sistema sencillo de recogida de información sobre exposición al radón para que sea incorporada a la carpeta personal y a la historia clínica electrónica única de cada paciente de la sanidad pública gallega. El tercer eje busca alcanzar una buena gestión del conocimiento de los efectos de la exposición al radón en la salud de la población para conseguir la integración de los diversos sectores involucrados con vistas a obtener soluciones integrales y que estas sean las mejores soluciones posibles.
En este sentido, la Xunta impulsará la investigación interdisciplinar de excelencia entre la salud pública y otras áreas de conocimiento, en colaboración con las universidades gallegas. Además, se desarrollará un plan de formación de agentes que intervienen en el ámbito de la edificación, del arrendamiento o de la prevención de riesgos laborales.
La cuarta línea de acción está enfocada a alcanzar una comunicación eficaz y clara para los profesionales y la población para conseguir el apoderamiento para la salud de las personas a título individual y de las comunidades. En la práctica, se diseñará un plan de comunicación e información sobre los riesgos para la salud de la exposición al radón, así como la elaboración de guías para reducir la exposición a los niveles de radón en los edificios existentes.
El quinto eje se centra en la gestión del riesgo de la exposición al radón en la población gallega. Se creará una comisión interdepartamental, adscrita a la Dirección General de Salud Pública, para coordinar e impulsar las políticas públicas en relación al gas radón. También está previsto crear la Oficina técnica de control del radón para poner en marcha y desarrollar todas las acciones indicadas en esta estrategia.
Uno de los principios rectores de esta estrategia es el enfoque en salud en todas las políticas, ya que para conseguir la merma de los niveles de radón en los ambientes interiores es necesario tomar medidas y decisiones, no solo sanitarias, sino también en los ámbitos de la vivienda y del urbanismo, de las infraestructuras, del empleo, de la política social, de la educación...
Prevención del cáncer
La estrategia presentada por la Consellería de Sanidade completa la línea de acción global que está desarrollando la Xunta para reducir la incidencia y mortalidad del cáncer de pulmón en Galicia.
Está en marcha el Plan inspira salud, para alcanzar una juventud libre de humo y desnormalizar el consumo de tabaco en la población general, además de tomar medidas en la detección precoz de las principales enfermedades asociadas al consumo de tabaco.
Otra de las iniciativas que la Xunta puso en marcha este mismo año es un proyecto piloto pionero de cribado de cáncer de pulmón en el Área Sanitaria de A Coruña y Cee. Va dirigido a personas de alto riesgo de entre 55 y 74 años que sean grandes fumadoras o que habían dejado el hábito hace menos de 10 años.