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Las nuevas farolas que alumbrarán San Andrés, en A Coruña, empiezan a instalarse
- Las luminarias led se pueden ver ya en la zona del cruce con Rúa Nova. Comienza el hormigonado de la última fase de la reforma, que obliga a cortar el tráfico la calle Pórtico de San Andrés
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El Concello de A Coruña informó el fin de semana de que la reforma de San Andrés entraba en su fase final de trabajos. Hoy mismo, lunes, ya se puede apreciar un avance más en la zona: la colocación de las primeras nuevas farolas, que se han instalado esta mañana cerca del cruce de la calle con Rúa Nova.
Habrá 50 nuevas farolas en San Andres, todas con iluminación led. Operarios que trabajan desde abril de este año en las obras se encargaron de moverlas desde camiones a las aceras, que ya han sido ampliadas a ambos lados de la calle.
La previsión del Gobierno local es, según informó el domingo, que la reforma de San Andrés pueda estar acabada a febrero de 2025, con lo que se acercaría a la primera estimación dada, la de que las obras se desarrollarían a lo largo de once meses.
Además de la instalación de las farolas, se prevé iniciar hoy el hormigonado del último tramo de la obra y la colocación de las moreras de Valdeorras, de variedad fruitless para minimizar las manchas en el pavimento.
Otra de las novedades esta mañana ha sido el cierre de la calle Pórtico de San Andrés, con lo que los vehículos procedentes de la calle Orzán no pueden acceder ni a San Andrés ni a Álvaro Cebreiro para realizar tareas de carga y descarga, sino que deberán entrar en Boquete de San Andrés, junto a la iglesia castrense. Los usuarios de los garajes afectados deberán acceder a la calle por Sol y salir por Estrecha de San Andrés. Varios agentes de la Policía Local se desplazaron al entorno de la iglesia para dar indicaciones a los conductores.
El Gobierno municipal prevé abrir paulatinamente los tramos de San Andrés en los que se trabaja desde el pasado mes de abril, según vayan acabando las respectivas obras. Como complemento a la reforma, hace meses se cambió el pavimento entre la iglesia castrense y la calle Torreiro, con el firme muy desgastado por el paso de buses urbanos y otros vehículos pesados, así como en la calle Sol. Por este tramo ya pueden caminar los peatones.