Mira la pantalla del teléfono, resopla, redirige la mirada al horizonte en busca de un autobús público, desiste, vuelve a resoplar y finalmente decide sentarse en la acera. Cientos de personas han vivido en primera persona este lunes 28 de octubre la huelga en el servicio de transportes de viajeros, que ha tenido un "gran seguimiento" en Galicia, según las centrales sindicales convocantes. CC.OO ha estimado un seguimiento del 90% en la comunidad.
Los usuarios habituales del servicio metropolitano de transporte, así como los de autobuses urbanos, han notado los paros. Miles de personas toman el transporte público por carretera para desplazarse cada día, por lo que la afectación ha sido notable. Ejemplo de ello es Yamila, usuaria de la línea B1 que conecta A Coruña con San Pedro de Nós (Oleiros).
Hoy Yamila tuvo que esperar media hora más de la habitual para tomar el bus de las 06:50 horas, lo que hizo que llegase tarde a su puesto de trabajo. La próxima jornada de huelga volverá a arriesgarse, ya que el taxi para ella no es una opción: "El viaje de ida y vuelta me saldría por 50 euros, así que me saldría más rentable pedir el día libre que ir a trabajar", explicaba este mediodía a Quincemil mientras esperaba un autobús de la línea B1 en la parada de Entrejardines. El bono de transporte le cuesta 0,45 euros. Coger un taxi es 50 veces más caro.
Decenas de personas abarrotaron la parada de Entrejardines este lunes 28 de octubre. Algunas de ellas eran conocedoras de la huelga de transporte, otras no se habían enterado y también hubo quien minusvaloró la afectación que tendría. Ana, usuaria de la línea de Montrove (Oleiros)-Entrejardines (A Coruña), tuvo que llamar de urgencia a un familiar para que le socorriese este mediodía después de que su autobús acumulase una hora de espera. "Pensé en coger un taxi, pero la cola era demasiado larga", comentó a este diario.
Los taxis facturaron más gracias a la huelga
El sector de taxis de A Coruña confirma que la demanda fue mayor de lo habitual este lunes 28 de octubre. "La mañana fue un caos por la lluvia, pero este mediodía sí que se notó un ligero aumento, sobre todo en los trayectos entre concellos del área metropolitana", detalla Ricardo Villamisar, presidente de Teletaxi Coruña.
Lo habitual, según defiende el representante de Teletaxi, es que cuando falla un servicio de transporte de viajeros de A Coruña —autobús urbano y metropolitano y taxi— el otro aumente las ventas. No obstante, desde el sector están seguros de que, si el tiempo acompaña y no llueve, en las jornadas de paro aumentará también el número de gente que recorre los trayectos urbanos a pie o haciendo uso de BiciCoruña.
En el Obelisco de A Coruña hoy se confrontaron dos realidades: los usuarios que esperaban pacientemente por el autobús urbano a pesar de los retrasos y aquellos que tiraban la toalla y se colocaban en la fila de los taxis. Alba optó por el primer grupo: "Me valen cuatro líneas y por la mañana no noté tanto la huelga. Ahora por la tarde sí que estoy esperando más", aseguraba a Quincemil. Ella tiene "suerte" porque vive en Cuatro Caminos y trabaja en el centro, por lo que "es un trayecto que se puede hacer perfectamente andando" en caso de que la espera se haga insoportable.
Ángel, que usa el autobús para ir a la universidad, tampoco está preocupado por la huelga. "Si hay que esperar un poco más se espera, que pasen cuando tengan que pasar", dice resignado. Con todo, otros usuarios que esperaban en la misma parada que él no se lo tomaban con tanta filosofía y aseguraban que "es una vergüenza" y que la espera era "insoportable".
Falta de claridad en los servicios mínimos
Por último, hay quien, desesperado, encontró en el transporte urbano una solución. Giovanni esperó durante una hora en la parada de Entrejardines, pero finalmente decidió coger el enlace al Chuac y, una vez allí, echarse a andar dirección a O Burgo. Lo que más le molesta no es aguardar, sino no conocer cuándo pasarán los servicios mínimos, ya que le imposibilita organizar su día.
Paula, también vecina del área metropolitana, decidió no arriesgarse y hacer uso de su coche particular. A pesar de que el trayecto tendría que haber sido más corto que el que hace habitualmente en autobús, no fue así. En su caso salió una hora antes de casa para conducir hasta la ciudad y encontrar aparcamiento. Finalmente, estacionó en los alrededores del Pavo Real y, desde ahí, caminó hasta su trabajo en el centro de la ciudad.
Habitualmente toma la línea A4 que conecta Alvedro (Culleredo) con Abente y Lago (A Coruña). En un inicio se planteó revisar los servicios mínimos y organizarse en función de estos. No obstante, tiró la toalla al comprobar que los únicos horarios disponibles de la mañana eran a las 07:15 y a las 08:15 horas. En este sentido, una de las críticas de la usuaria es precisamente la falta de claridad a la hora de informar de los servicios mínimos. Asegura que son confusos y nada intuitivos. "Yo porque tengo experiencia manejándome con el móvil, pero para una persona mayor debe ser imposible", denuncia.