A pesar de que este miércoles parecía ser un día idóneo para ir a la playa, con cielos despejados y temperaturas por encima de los 25 grados, a muchos se les ha terminado aguando.
En un fenómeno más o menos habitual en las costas de A Coruña, las mareas se presentaban especialmente grandes este miércoles, con un coeficiente más alto de lo normal que causaba corrientes notorias en las aguas coruñesas. Esto provocó que, desde primera hora de la tarde el baño estuviera cerrado en la playa del Orzán, donde ondeaba la bandera roja.
La marea continuó subiendo a lo largo de la tarde hasta que, algo antes de las 18:00 horas varias olas de gran tamaño (estaba previsto que pudieran alcanzar los 2,4 metros) alcanzaron el muro del arenal. Esto causó que el agua "arrasara" con todo a su paso, arrastrando todo tipo de enseres de los bañistas a su paso, desde toallas hasta móviles, pasando por mochilas y prendas de ropa que quedaron empapadas.
Los bañistas se han visto obligados a abandonar el arenal, quedando "aguada" su tarde de playa ideal. Se trata de un fenómeno conocido como mareas vivas que se suele dar por estas fechas y en fases de luna llena (que se produjo hace dos días) o nueva, que se juntan con el efecto del Sol sobre las propias mareas.