El Concello de Culleredo ha presentado un recurso contencioso administrativo contra la aprobación de las servidumbres aeronáuticas acústicas del aeropuerto de Alvedro, tal y como había avanzado el pasado mes de mayo. La denominada huella sonora obtuvo luz verde con el Real Decreto 359/2024, publicado el pasado 20 de abril.
El Gobierno local encargó entonces un estudio sobre la viabilidad de una acción judicial a un despacho especializado y, con sus conclusiones, celebró el pasado martes la Comisión Especial del Aeropuerto a la que asistieron los expertos. Todos los grupos políticos concordaron en la presentación del contencioso.
La acción judicial se fundamentará en aspectos y criterios eminentemente técnicos. Así, el ayuntamiento ha encargado ya la realización de un informe pericial que demuestre los errores en que haya podido incurrir la administración estatal al definir las servidumbres, el mapa estratégico de ruido y su plan de acción asociado.
La zona de servidumbre acústica comprende el territorio del entorno del aeropuerto delimitado exteriormente por las curvas de nivel correspondientes a los índices acústicos siguientes: período de día y de tarde, de 60 decibelios; y período de noche, de 50 decibelios. Son valores correspondientes al predominio de suelo residencial, conforme al RD 1367/2007.
"Las variables a tener en cuenta para estimar los niveles son la configuración del aeropuerto y el uso de las pistas; las trayectorias de aterrizaje y despegue así como las dispersiones respecto a la ruta nominal; el número de operaciones y composición de la flota; y el clima modelización del terreno", señala el ayuntamiento en una nota.
Fruto del estudio realizado, se constata que la huella sonora aprobada para Alvedro parte de dos escenarios de cálculo que hay que contrastar con los datos del Plan Director recientemente aprobado. El primero es el escenario actual, que data de 2018, con un total de 17.551 operaciones; y el segundo es el desarrollo previsible, que contempla un total de 20.100 operaciones.
El análisis que se efectuará abordará el modelo de simulación empleado para el cálculo de la huella sonora, así como los datos empleados conforme estos aspectos señalados. El alcalde, José Ramón Rioboo, aboga con esta medida por "seguir defendiendo los intereses de los vecinos y vecinas afectadas por el aeródromo".
Rioboo insiste en la necesidad de asegurar una convivencia con la infraestructura, para lo que "hay que poner la atención en los vecinos del entorno porque son los que más impacto padecen" y por eso es preciso "procurar las medidas que les protejan".
El recurso se presentó ante la Sala de lo Contencioso-administrativo del Tribunal Supremo, dado que se trata de un acto del Consejo de Ministros. Se une al que ya está en curso, con demanda formulada ante la Audiencia Nacional, por la aprobación del Plan Director.