Los vecinos de las Casas de Franco y el Ayuntamiento de A Coruña liman asperezas y llegan a un acuerdo en el que se sitúa la calzada a cota 0 con la modificación del trazado de la red. Todo ello, dentro del proyecto de humanización que se está realizando en el barrio herculino y que supuso problemas a los residentes de la zona.
Tras numerosas manifestaciones, caceroladas, reuniones y cartas con el Concello, la alcaldesa Inés Rey y miembros de la plataforma vecinal se citaron esta mañana en una reunión para tratar de dialogar acerca de los asuntos que preocupaban en el barrio. Finalmente, los vecinos han decidido cesar las manifestaciones y las caceroladas, aunque condicionan el fin total de las movilizaciones a que el Ayuntamiento les enseñe el proyecto final modificado en una nueva reunión que por ahora no tiene fecha.
Estas discrepancias se remontan a 2022, cuando el Gobierno municipal aprobó al proyecto de reurbanización de las Casas de Franco. Con ello, en octubre de 2023 se iniciaron dichas obras, pero no fue hasta principios de este año cuando los vecinos se opusieron y solicitaron la paralización del proyecto al considerar que este debía hacerse bajo "la accesibilidad universal, sin barreras a la movilidad y sin una pérgola que favorezca la delincuencia"
El Concello, por su parte, respondía que se prestaba a hacer cualquier tipo de modificación en el proyecto en caso de que los vecinos presentaran un informe en el que demostraran que no se cumplía con las normas que ellos comentaban.
Fue en este momento cuando comenzaron las manifestaciones y los intercambios de cartas en las que no se llegaba a entendimiento. Hasta este martes, cuando se celebró la tercera reunión entre la administración y la plataforma vecinal.
Después de más de una hora de diálogo, el acuerdo entre ambos se centró en situar la calzada "a cota 0, después de que Fenosa propusiera una alternativa". Con ello se devuelve "el cableado por el antiguo trazo existente a la cera pegada a la fachada", además de proceder a renovar esas conducciones existentes. Por otro lado, también se señaló que "un tercio de la longitud de la franja, que va pegada a la vía, se reserve para contenedores, carga y descarga, paradas de 15 minutos para discapacitados". Así como la desaparición del parterre.
Así, este nuevo proyecto responde a las normas de accesibilidad que preocupaban a los vecinos, además de corregir el tendido eléctrico. Tras esta noticia, las cotidianas protestas de los viernes cesarán, al mismo tiempo que avanzan las obras de humanización en el barrio.