- El diccionario koruño definitivo: Bute, fucar, kiar y otras palabras que quizá no conozcas
- Esta es la curiosa expresión coruñesa que solo entenderás si eres de A Coruña
A Coruña tiene una rica y variada tradición lingüística con cientos de términos y expresiones que sólo entienden los propios vecinos de la ciudad herculina. A este tipo de lenguaje se le llama ‘koruño’ y aunque se habla en unos barrios más que otros, es empleado fundamentalmente por la gente joven.
"Ja" (novia), "papar" (enrollarse) y "julai" (pringado) son algunas de las más típicas, si bien el diccionario del koruño incluye otros términos, como "ñé" (alguien con pocas luces), "pestrucha" (mujer joven y alegre), "latar" (faltar a clase) o "chanar" (darse a alguien bien algo).
También hay palabras que se emplean en A Coruña, pero que en el resto de España tiene un significado completamente diferente, como es el caso de la palabra "turras", que en la ciudad significa estar musculado o fuerte. La Real Academia Española (RAE) define el término turra como "especie de tomillo muy nocivo para el ganado", si bien "dar a turra" es el equivalente de "dar la lata", una expresión muy extendida en todo el país, aunque no figura en el Diccionario de la Lengua Española. En Argentina y Uruguay, una persona "turra" es tonta, mientras que en Chile sería maleducada, según la RAE.
Un adjetivo que llega a ser mote e incluso apellido en A Coruña
Sin embargo, en A Coruña estar o ser un turras significa estar musculado y ser fuerte. Si estás de visita por la ciudad herculina y un coruñés se te acerca para decirte "eres un turras (o turrillas)", no te está diciendo que estés molestando, sino que estás fuerte o musculado. De hecho, en la ciudad herculina también se utiliza la palabra "mazas" para referirse a una persona musculada. "Julio está todo el día en el gimnasio. Es un turras (está mazas o bien, es un mazao)", sería una frase en perfecto koruño.
Los apelativos "turras" y "mazas" se usan tanto en la ciudad herculina y sus alrededores que pueden llegar a convertirse en motes o incluso en apellidos. Así, cuando una persona destaca por lo musculado que está y tiene un nombre común, puede pasar a ser conocido como "Javi Turras", "Pablo Mazas" y combinaciones similares.