La influencer gallega Gala González se sincera en redes sobre el tic doloroso que sufre

La sobrina de Adolfo Domínguez, y creadora de la firma Amlul, Gala González, se ha sincerado con su comunidad de casi dos millones de seguidores sobre la dolorosa enfermedad que sufre. La it girl coruñesa ha compartido en sus historias de Instagram lo que supone para ella convivir con el denominado tic doloroso o brote de neuralgia de trigémino.

Consiste en un dolor crónico que provoca dolencias repentinas en la cara parecidas a descargas eléctricas porque afectan al nervio trigémino, el responsable de las sensaciones en la cara y la boca.

"Segunda semana con un brote de neuralgia de trigémino. Para quienes saben cuánto se sufre en silencio esta enfermedad, os mando ánimo es esos momentos en los que nadie pueda llegar a entender este dolor constante y la poca calidad de vida con la que vivimos, así como levantarse y acostarse con dolor o no recordar la última vez que te sentiste bien…resistiremos", ha compartido la influencer con sus seguidores acompañado de una imagen de un paisaje costero.

Hay dos tipos de neuralgia del trigémino. En el 1, el dolor se siente en un lado de la cara, generalmente en el derecho. Estos dolores intensos y repentinos pueden desencadenarse con un toque ligero, como al lavarse la cara o afeitarse, cepillarse los dientes, comer, beber, hablar o exponerse al aire frío. El dolor dura desde menos de un segundo hasta varios minutos, aunque a veces estos episodios pueden alargarse hasta una hora.

Unas horas después de desvelar su dolencia a su comunidad, la coruñesa se ha vuelto a dirigir al público agradeciendo las muestras de apoyo en estos complicados momentos de salud, sobre todo a aquellos que han compartido historias similares a la suya. "Gracias por hacerme sentir menos sola con este dolor que tantos vivimos en silencio. Ojalá pronto exista una solución más eficaz y hasta una cura, no nos quejamos por gana ni por pena, no olvidéis que cuando decimos que estamos mal en realidad estamos fatal".

En el texto, la coruñesa también reconoce que "aunque no lo verbalizamos abiertamente, muchos experimentamos pensamientos oscuros donde perdemos toda la esperanza. Los brotes muchas veces se manifiestan camuflados bajo una depresión de la que no tenemos consciencia hasta que ya es tarde". Por último, apunta que a veces esta situación le lleva a que "el cuerpo pida dejar engullirse por el sofá entre lágrimas en busca de consuelo".