Los vecinos/as de O Ventorillo se concentraron en la tarde del lunes frente a un bajo de la calle Monasterio de Bergondo para denunciar la inseguridad en la zona y alertar de que se trataba de un lugar donde "trapicheaban con droga". Los inquilinos del inmueble se encontraban en él de forma legal pero han decidido abandonarlo tras este episodio y el dueño del mismo lo ha precintado.
Así lo confirma José Ángel Souto, presidente de la asociación vecinal de O Ventorrillo, que explica que estas personas "abandonaron el local voluntariamente y el dueño dio orden de cerrar". El bajo ya tiene este miércoles la puerta y las ventanas cubiertas y un aviso en la entrada de la Policía Local, que está vigilando la zona.
Según pudo contrastar este medio con fuentes policiales, el local no estaba ocupado, sino alquilado. Con todo, los vecinos aseguran que la actividad que rodea a este bajo es "inaguantable" para los residentes, y explicaron que se trata de un punto conflictivo que dificulta el día a día en el barrio. "Encontramos jeringuillas en el suelo todos los días", subrayaron.
Durante la protesta del lunes, los vecinos relataron que en las últimas semanas el número de hurtos y robos ha aumentado, algo que relacionan con este tipo de inmuebles.
Motivados por la protesta de Monte Alto
Los vecinos del barrio creen que en su zona está pasando algo similar a lo que ocurría hace unas semanas en Monte Alto, cuando los vecinos realizaron una protesta en masa y acabaron asaltando un narcopiso para echar a sus inquilinos. En ese sentido, reconocen que esas protestas vecinales son las que, en parte, les han animado a intentar ejercer presión vecinal para que los inquilinos del bajo cesen sus actividades.
Fuentes policiales aseguran por su parte que en las últimas semanas habían recibido algunas llamadas de vecinos quejándose de la situación, pero no se habían completado intervenciones.
Inés Rey: "Las respuestas ciudadanas violentas no son el camino"
La alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, se ha pronunciado este miércoles sobre los hechos acontecidos en el barrio del Ventorrillo y ha asegurado que "las respuestas ciudadanas violentas no son el camino". "Hago un llamamiento a la calma y a la serenidad porque creo que no es el camino", ha dicho tras la Junta de Gobierno Local.
En este sentido, Rey ha indicado que hay que "dejar actuar" a la Policía Nacional, que está en contacto continuo con los vecinos. "Son actuaciones complejas que requieren un tiempo de vigilancia y discreción, algo que es difícil de comprender para algunas personas por la problemática que se genera".