Nace la Federación Gallega Contra la Contaminación Acústica: "Somos gente que no puede dormir"
El vicepresidente de esta nueva formación preside la asociación vecinal del Orzán y denuncia que en A Coruña en algunas zonas de ocio nocturno "se superan cuatro veces más los decibelios permitidos por ley"
18 enero, 2024 05:00Hace apenas unos días nació una aliada en la lucha contra el ruido en Galicia: la Federación Gallega contra la Contaminación Acústica. Esta organización parte de tres asociaciones vecinales: la coruñesa de vecinos del Orzán, Cimborrio de Ourense y la Asociación de Veciños Cidade Histórica Fonseca de Santiago. Su vicepresidente (y presidente de la asociación vecinal del Orzán) José Luis Méndez, aclara que "no somos malos, sino gente que no puede dormir" y reivindica el derecho al descanso nocturno de miles de gallegos "que no se está respetando".
La formación de la Federación venía gestándose desde hace tiempo y se acabó de concretar debido a que sus miembros se dieron cuenta de que "hay varias asociaciones gallegas que están peleando individualmente contra el mismo problema". "Pensamos que había que darle forma a las asociaciones vecinales que tienen problemas con el ruido y así sentarnos a nivel legislativo con la Xunta o cualquier ayuntamiento a nivel de ordenanzas o problemas que haya. Necesitábamos unirnos para ser más fuertes porque perdemos la guerra cuando cada uno va por su lado", concreta.
A día de hoy integran la Federación entre 13 y 15 asociaciones de distintos puntos de Galicia y su vicepresidente expone que "el ruido es un tema muy amplio que va desde el tráfico hasta los aeropuertos o la industria". En estos primeros pasos de la organización, las asociaciones miembro han dejado claro que se van a centrar en su problema principal: el derecho al descanso nocturno. Para ello, detallaron que lo harán en tres direcciones que se resumen en: "Visibilizar, exigir y modificar la legislación existente".
"La gente que padece (el ruido nocturno) está muy sola"
Sobre el ruido nocturno, el vicepresidente considera que "la gente que lo está padeciendo lo ha hecho de forma solitaria" y aclara que esto se explica con casos de edificios en los que padecen este inconveniente los del primero y los del sexto no, entonces "la lucha no es conjunta".
En segundo lugar, desde la Federación pretenden exigir a los ayuntamientos que hagan cumplir sus propias ordenanzas. Sobre A Coruña en particular, Méndez opina que "están bastante bien hechas y si se cumplieran no habría problema ni en la calle ni en los locales". Sin embargo, critica que "no se están cumpliendo ni el Ayuntamiento las hace cumplir".
En tercer lugar, proponen que se hagan rectificaciones en cuanto a los horarios y las exigencias para montar una fiesta en un barrio o abrir un local. Sobre esto, concreta que el Concello de A Coruña ha instalado una decena de sonómetros en el centro de la ciudad cuyos datos se pueden consultar en la web municipal, en el área de Medio Ambiente. Un departamento que recuerdan que por normativa europea debe tener un mapa de ruido de la ciudad, que existe y lo han visto y sobre el que especifica que están pintadas en diferentes colores las diferentes zonas problemáticas.
El área de mayores ruidos nocturnos, apuntan desde la Federación, en la ciudad herculina se sitúa en zonas como la plaza de Pontevedra, la plaza José Sellier, la calle Rubine en el cruce con plaza de Pontevedra o el cruce de la calle Socorro con la calle Sol en el Orzán. Méndez subraya que la legislación europea dicta que no se pueden sobrepasar los 50 decibelios a partir de las 22:00 horas en la calle, aunque señala que "en la plaza José Sellier de madrugada hay 85, cuatro veces más de lo que permite la ley".
Unos valores que invita a cualquier ciudadano a comprobar desde los móviles Apple, que cuentan con una aplicación de medición de decibelios. "El Ayuntamiento no hace nada y tiene los datos", sentencia.
"Hay un lugar y una hora para todo, luchamos contra algo muy grande"
Concretamente, el barrio del Orzán es el que ha estado de más actualidad en los últimos meses debido a la problemática con el ruido nocturno, debido a los numerosos locales de ocio y copas que están ubicados en la zona. Los vecinos recuerdan que han ganado pequeñas batallas como conseguir el cierre del pub Grietax por incumplir las ordenanzas, a los que se unen también una decena en el Pasadizo del Orzán que han logrado que cesen su actividad.
Desde la asociación de vecinos del Orzán entienden que "esto es un maratón porque estamos luchando contra un problema social": "la sociedad como tal no es consciente del daño que causa a la hora de generar ruido nocturno. Matogrande, calle Torreiro, Orzán… son zonas donde hay muchas personas gritando y tomando algo fuera de los locales y no se dan cuenta que a 10 metros hay gente tratando de dormir", afirma indignado Méndez en representación de sus vecinos como presidente de la asociación vecinal del Orzán.
"Estamos luchando contra un problema social, somos el país más ruidoso de Europa y no somos conscientes de lo que molestamos cuando estamos tratando de pasarlo bien", recuerda. Actualmente revela que los vecinos del Orzán "están encima" de tres locales trabajando conjuntamente con la policía tratando de hacer mediciones, entre otras tareas, para tratar de solucionar los problemas de la gente del barrio. "Si luchamos contra todos los coruñeses que salen por las noches por la ciudad es imposible, tenemos que hacerlo de manera individual", reconoce.
Sobre la gestión municipal de la situación, considera que uno de los mayores problemas que tienen los vecinos de zonas ruidosas de A Coruña "es que los responsables del Concello han definido al ocio nocturno como el motor económico de la ciudad" y les achaca el alargar "dos horas más la hora de cierre 50 días al año". "Es ilegal y brutal", dice con pesimismo y en esta línea hace hincapié en la ordenanza que dicta que a partir de las 22:00 horas no está permitido sacar bebidas a la calle, salvo en servicio de terraza.
"Los vecinos están indignados, hay un lugar y una hora para todo y más cuando a 10 metros hay alguien durmiendo que se tiene que levantar temprano para ir a trabajar", cuenta. Esta problemática del ruido señala que ha afectado también a la vitalidad del barrio del Orzán, que es una zona de fiesta desde hace décadas. Méndez opina que "el barrio se ha vaciado desde Bellas Artes a la plaza de Pontevedra a causa del deterioro de las viviendas, además de que se ha ido quedando mayoritariamente gente mayor y proliferan los pisos baratos alquilados a estudiantes".
Asegura que conoce casos de "gente que iba a comprar en la zona y no lo hizo por lo que ocurre" y expone que en el barrio hay 48 edificios ruinosos. "La zona ya no tiene atractivo para vivir porque ha sido un bebedero a cielo abierto y quien ha podido se ha marchado", considera, a la vez que hace un llamamiento a trabajar para que la gente pueda dormir: "desde ahí poco a poco el Orzán podrá ir recuperando vida", explica.
Méndez confía en conseguir que "la gente tenga la sensibilidad de respetar al prójimo, que se den cuenta de que están molestando y que los políticos empiecen a hacer cumplir sus ordenanzas". "El problema es la conciencia de los políticos y de la gente, es una lucha muy dura, pero nosotros vivimos aquí y queremos dormir y vamos a seguir", dice con convicción.
Actuaciones de mejora
Desde el Concello de A Coruña al hilo de esta problemática del ruido y el nacimiento de la Federación, fuentes municipales trasladan que en la ciudad "sí se ha actuado en algunos casos para mejorar". Ponen el ejemplo de la pantalla vegetal recientemente instalada en la Avenida de Alfonso Molina frente al barrio de Matogrande, en la principal vía de entrada a la ciudad, con el objetivo de amortiguar el ruido a los vecinos de los inmuebles del entorno.
Otras soluciones al problema del ruido, desde el Concello apuntan que son las zonas 30 y reducciones de velocidad en determinados puntos "por seguridad pero también para reducir el tráfico y evitar molestias". A todo ello unen otras estrategias como las actuaciones de humanización y peatonalización.