Profesional independiente del diseño gráfico, Román Romeral decidió cambiar su rumbo laboral allá por el año 2018, momento desde el que dedica el grueso de su actividad a producir cuadros, collages, linograbados y otros tantos trabajos manuales. Nacido en Gijón (Asturias) pero afincado en A Coruña desde pequeño, este gallego de adopción enmarca sus producción artística dentro de la tendencia del expresionismo y el abstractismo."Siempre pinté, siempre dibujé y siempre hice cosas, pero digamos que más a modo personal y como desconexión", reconoce Romeral. "Mi acercamiento a lo que es el mundo de las artes tiene su origen bastante atrás, pues ya viene de familia", añade sobre un talento que parece haber sido heredado de forma inexorable.
Más allá de sus singulares y llamativas obras pictóricas, uno de los trabajos más reconocidos de Román tiene que ver con una serie enfocada en la creación de arte a partir de residuos recogidos de las playas coruñesas. "Siempre me preocupé por el tema del reciclaje, la reutilización y la limpieza de playas (…) y a la vez también tenía una inquietud por los trabajos más manuales", explica el artista. "La idea con esto era poder darle una segunda vida a todos esos materiales que encontramos", añade. Plásticos, maderas, hierros, redes… Cualquier elemento es susceptible de convertirse en una nueva estructura marinera ―como una casa de pescadores o un pequeño faro― si llega hasta las manos y el estudio de Román Romeral.
El arte reciclado que viene del mar
El arte también puede ser el motor de la economía circular; y sino que se lo pregunten a Román Romeral, cuyas piezas artesanales de inspiración marinera salen directamente del océano ―donde nunca deberían haber estado― para cobrar una nueva vida "con un enfoque más amable y más agradable". Desde Bens a Orzán, los arenales coruñeses se han convertido en una fuente de inspiración y materias primas para este artista plástico: "Siempre me preocupé por el tema de limpiezas de playas, así que cuando acabó el confinamiento contacté con unas personas que se dedicaban a hacer limpiezas todos los fines de semana con el equipo de We Sustainability", explica sobre una actividad a la que antes dedicaba su tiempo en solitario.
"Iba todos los sábados y empecé a recoger algunos elementos que guardaba para hacer todas estas figuras", comenta Romeral. "Antes del confinamiento ya hacía algunas para amigos que las han ido comprando, otras que he regalado y algún que otro encargo", añade. Desde entonces, la demanda de estas piezas recicladas del mar no ha dejado de crecer, por lo que Román ha tenido que ampliar su colección sostenible ya en varias ocasiones. En la actualidad, según aclara el artista, trata de intercalar de forma regular todos estos trabajos manuales con el resto de sus obras pictóricas, las cuales conforman el grueso de su producción.
El mundo artístico de Román Romeral
Además de crear piezas únicas con residuos, Román Romeral tiene el poder de capturar la cotidianidad y convertirla en arte. La temática general de sus obras evoca númerosas escenas del día a día: personas, ciudades o incluso Galicia y su particular indiosincrasia son algunos de los motivos más representados sobre el lienzo. "Me gusta representar esos objetos que nos puedan retrotraer un poco a esos recuerdos de antaño", apunta el artista. El arte de Román Romeral permite viajar con la memoria a través de unos cuadros caracterizados por la intensidad de su expresión y que, sin llegar a ser plenamente figurativos, son capaces de transportarnos al origen natural de las cosas. Por lo pronto, la agenda de Romeral le llevará a exponer a principios de noviembre en Lugo, en La Ferretería (con fechas por confirmar).
"También me gusta tocar por ejemplo el tema de Galicia, las fiestas populares… rescatar profesiones que se han quedado un poco en desuso y olvidadas", continúa Romeral. Y más allá de sus lienzos de temáticas reconocibles, el artista también crea collages a partir de revistas, periódicos o fotos antiguas rescatadas de mercadillos y otros lugares volviendo a cerrar un círculo de reciclaje en su producción. También los linograbados forman parte de su catálogo habitual, así como unos curiosos monopatines hechos a base de cartón y con diseños personalizados del artista. En cualquier caso, el número 47 de la calle Federico Tapia en A Coruña alberga el estudio de este artista plástico, el lugar en el que nacen todas sus creaciones y que además puede ser visitado (con cita previa) como si de una galería de arte independiente se tratase.