La justicia da la razón a los padres de una niña que falleció por una negligencia en A Coruña

Eva era una niña de cuatro años que fue sometida a una sencilla y rutinaria operación de amígdalas. La intervención se desarrolló con normalidad, pero en el postoperatorio la pequeña empezó a sufrir complicaciones que acabaron con su vida, causada por la negligencia de dos pediatras. Tras una larga lucha en los tribunales, sus padres pueden celebrar que por fin se ha hecho justicia.

"Recibimos la sentencia con mucha satisfacción, aunque haya pasado el tiempo, por fin se ha hecho justicia", señala el padre de Eva, el abogado Raúl Varela a Quincemil. Lo hace después de recurrir por vía civil en un juzgado de Madrid contra las aseguradoras, que ha dado la razón a los padres en este caso.

En primera instancia lo intentaron por lo penal, pero la Audiencia Provincial de A Coruña decidió que no habría juicio y hubo un sobreseimiento de la causa, por lo que tuvieron que recurrir por vía civil en un juzgado fuera de Galicia.

Un error que costó una vida

El problema ocurrió por una bajada de sodio que sufrió la pequeña y la mala praxis de los pediatras. Uno de ellos no le dio la dosis necesaria a la niña, lo que ocasionó que empeorará y que fuera necesario su ingreso en la UCI tras la insistencia de sus padres, ya que el médico no quería llevarla a cabo. Además, la niña se quedó sola durante toda la noche sin que ningún médico la atendiera y con un tratamiento incorrecto. Otra pediatra también hizo caso omiso a los padres y mantuvo el tratamiento hasta que la niña sufrió una parada cardiorrespiratoria. Ante el aumento de su gravedad, la llevaron al CHUAC para hacerle un TAC, donde decretaron su muerte cerebral.

Esta es la historia que relata su padre, Raúl Varela y que recoge la sentencia que señala a los dos pediatras como culpables de la muerte de la pequeña. Estas dos personas han sido despedidas por el hospital, que se comprometió con los padres a llevar a cabo esta medida cuando hubiera una sentencia firme que demostrara su culpabilidad.

La actitud de los pediatras con los padres tampoco fue buena: "Después de que ocurriera pedimos una reunión con ellos, pero fueron muy esquivos a la hora de recurrir su culpabilidad. Luego, durante todo el proceso se mostraron muy prepotentes", recuerda Raúl Varela.

A pesar de ello, la familia también recibió buenas noticias durante este tiempo, como el trato del otorrino que operó a la pequeña y que se puso de su lado durante todo el proceso para que se hiciera justicia. El caso también ha servido para que cambié el protocolo del centro hospitalario, que ahora tiene un médico de guardia toda la noche en la UCI.

Dentro de lo duro, Raúl Varela considera que han llevado el duelo "bastante bien" y que él y su mujer se unieron todavía más después de la tragedia. Ahora esta pareja y sus tres hijos pueden ver, doce años después, como la pequeña Eva recibe la justicia que merecía.