Tres científicos de la UDC consiguen financiación del prestigioso programa Ramón y Cajal
Elena Pazos, Jesús Mosquera y José Luis Pardo tienen asegurados los siguientes cinco años de contratación en el CICA
1 julio, 2021 16:34Tres investigadores gallegos del Centro de Investigacións Científicas Avanzadas (CICA) de la Universidade da Coruña cuentan desde mayo con la financiación del programa de contratación más prestigioso del Ministerio de Ciencia e Innovación: las ayudas para contratos Ramón y Cajal. El Gobierno destinó en 2019, año de la convocatoria adjudicada a los tres científicos, 80 millones de euros en 200 contratos, casi un 30% más que en la anterior.
El objetivo de esta iniciativa es promover la incorporación de los investigadores nacionales y extranjeros con una trayectoria destacada en centros de I+D y crear puestos de trabajo permanentes para su consolidación. Los agraciados recibirán 40.000 euros para gastos derivados del proyecto y, además, Elena Pazos, Jesús Mosquera y José Luis Pardo tienen asegurados los siguientes cinco años de contratación en el CICA, que ya suma la mitad de los contratos activos Ramón y Cajal de la UDC.
¿Qué investigan?
Elena Pazos es doctora en química y dirige desde 2017 su propio grupo en el CICA. La investigadora logró una ERC Starting Grant el año pasado, una de las ayudas más competitivas otorgadas por la Unión Europea. Ahora, gracias a la Ramón y Cajal, desarrollará nuevos materiales inteligentes con aplicaciones biomédicas partiendo de proteínas de tamaño pequeño. Pazos se inspira, para su creación, las diminutas fibras que dan forma a las células de nuestro cuerpo, capaces de transformarse y responder a estímulos externos para adatarse a las condiciones que las rodean.
El también doctor en química Jesús Mosquera desarrolla desde 2020 su actividad investigadora en el CICA y ya había obtenido una ayuda de captación de talento de la Xunta como investigador distinguido. Mosquera desarrollará durante los próximos meses moléculas artificiales capaces de efectuar funciones propias de las proteínas mediante una técnica llamada autoensamblaje molecular. El investigador lo define como "agitar la caja de piezas de un puzle 3D y obtener la estructura de la foto". Las moléculas resultantes prometen ser herramientas biométicas útiles, casi una versión mejorada de las proteínas, ya que serán mucho más estables y podrán funcionar en condiciones no fisiológicas (fuera de las células).
El doctor en neurociencia conductual José Luis Pardo llegó al CICA en 2018 para establecer una nueva línea de investigación para la cual ahora dispone de cinco años por delante. El investigador parte de la hipótesis de que nuestras funciones cognitivas, como la toma de decisiones, se vieron afectadas por el cambio que experimentamos desde que éramos cazadores hasta hoy en día, cuando encontrar comida requiere poco esfuerzo. Para probar esta hipótesis, modificará las pautas de alimentación en roedores para ver como cambia su actividad cerebral y la ejecución de ciertas tareas.
Estos no son los únicos contratos Ramón y Cajal activos en el CICA, ya que la doctora en Farmacia e investigadora InTalent Ana Rey consiguió uno en la pasada convocatoria. Su proyecto se centra en encontrar un tratamiento que regenere el cartílago en las articulaciones dañadas mediante terapia genética, para lo que usa transportadores no virales con el objetivo de introducir fragmentos de ADN reparadores de tejido dentro de las células mesenquimales, un tipo muy concreto de células madre.