La Audiencia de A Coruña ratifica más de 7 años de cárcel al empresario de la París de Noia
El empresario Miguel Ángel García Souto supuestamente ha cometido cinco delitos contra la haciendo pública relativos a los impuestos del IVA e IRPF
15 abril, 2021 16:53SANTIAGO DE COMPOSTELA, 15 Abr. (EUROPA PRESS) –
La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de A Coruña ha confirmado la pena de siete años y medio de prisión (con límite de cumplimiento de cuatro años y medio), impuesta por un juzgado coruñés en primera instancia, al empresario Miguel Ángel García Souto, que figuraba como empresario titular de la orquesta París de Noia desde el año 1999, por cometer cinco delitos contra la hacienda pública relativos a los impuestos del IVA de los años 2011 y 2012, así como del IRPF de 2010 a 2012.
Además, deberá abonar una multa de 360.000 euros y una indemnización a la hacienda pública de cerca de 1,2 millones de euros, según informa el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG) este jueves. La Audiencia, no obstante, ha estimado en parte el recurso del empresario contra la sentencia de 2019 del Juzgado de lo Penal número 1 de A Coruña y ha suprimido la condena de cinco meses de cárcel impuesta por la comisión de un delito contable al entender que queda absorbido por la defraudación tributaria, pues era la finalidad última del acusado.
El tribunal considera acreditado que el acusado, tras disolver la personalidad jurídica de la orquesta París de Noia mediante la contratación de las oficinas y sociedades del Grupo Lito, "obvió llevar la preceptiva contabilidad mercantil, libros o registros fiscales, escondiendo los ingresos y gastos obtenidos y sufridos respectivamente por la orquesta París de Noia".
Sociedades en el Grupo Lito
El condenado, tal y como consta en la resolución de primera instancia confirmada por la Audiencia, mantuvo la orquesta bajo la forma jurídica de una comunidad de bienes desde enero de 1999 hasta el 31 de julio del 2008. A partir de esa fecha, con la intención de eludir impuestos, decidió mantener opaca la titularidad de la París de Noia, "disolviendo la comunidad de bienes y perdiendo así la orquesta su personalidad jurídica", por lo que utilizó sociedades integradas en el Grupo Lito para eludir el pago de tributos.