Las playas de Oza, Riazor y San Amaro (A Coruña) serán accesibles a partir del verano

Las playas coruñesas de Oza, Riazor y San Amaro serán totalmente accesibles a partir del verano, según informó esta mañana la edil de Medio Ambiente, Esther Fontán. La concejala aseguró que el Concello da Coruña garantizará la accesibilidad de toda la población a los tres arenales mediante la mejora de los paseos, del equipamiento y de la entrada.

La Fundación María José Jove, Cogami, Grumico, ONCE y AXPG colaboran con el ayuntamiento en el desarrollo del proyecto. La actuación para adecuar los espacios durará cuatro meses, forma parte de la Estratexia DUSI y se dirige a personas mayores y con diversidad funcional. Fontán aseguró que el Gobierno local "es sensible" a las barreras y que quiere eliminarlas no solo en las playas sino también en los parques y callas de cara a conseguir una "movilidad integradora".

¿Cómo se mejorará la accesibilidad?

La primera actuación que realizará el ayuntamiento en las playas de San Amaro, Riazor y Oza será en los paseos colindantes para mejorar su accesibilidad, mientras que la segunda fase atenderá las necesidades de los usuarios en materia de equipamiento y espacios transitables. El Concello da Coruña instalará plazas de movilidad reducida para que los vecinos que lo necesiten aparquen al lado y se adecuarán los tramos desde los aparcamientos hasta los arenales.

"En Oza se estabilizará el paseo para que puedan pasar las personas en silla de ruedas", indicó la edil. Los usuarios de esta playa dispondrán de plazas para dejar el coche en el Puntal, donde también habrá una zona de transferencia que permitirá la bajada hasta Oza en silla de ruedas. El punto de accesibilidad estará situado en el centro de la playa, mientras que en San Amaro se colocará en un extremo cerca del Club del Mar, donde el desnivel es menor. Precisamente, San Amaro también contará con plazas de movilidad reducida a las que se sumarán las localizadas junto a la caseta de socorrismo.

El punto de accesibilidad de Riazor estará a la altura de la calle Eduardo Pondal, donde se reservará un espacio para que estacionen las personas con diversidad funcional. Las tres playas contarán con duchas, aseos, hamacas y andadores adaptados y con sillas y muletas anfibias. Oza tendrá, a mayores, una fuente adaptada, una pérgola de sombra y una grúa de transferencia para facilitarle al personal de socorrismo el cambio de silla de ruedas a la silla anfibia.

El ayuntamiento aprovechará las pasarelas de madera con una parte fija en verano. Estos elementos recibirán una capa de esmalte en los bordes para poder localizarlas más fácilmente y se les añadirá una pasarela de poliéster desmontable en la zona intermareal, que completará el camino hasta el agua.

"Ayudan a más gente de lo que parece"

Uno de los impulsores de esta iniciativa es el asesor de Grumico en el área de accesibilidad, Fran Carreira. "Son cambios que a priori no se ven y que ayudan a más gente de lo que parece", aseguró Carreira en referencia a los cambios de cara al verano, entre ellos las plazas reservadas para aparcar.

El proyecto tiene un presupuesto de 125.000 euros de ejecución en material y se enmarca dentro de la Estratexia EidusCoruña, financiada en un 80% por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER). Fontán destacó la colaboración de las asociaciones, que les hicieron ver cuestiones "que a simple vista pueden pasar desapercibidas y que son necesarias".