Aforo "casi completo" y sin control de temperatura en un vuelo de A Coruña a Madrid

La divulgadora científica Deborah García Bello viajó el pasado 1 de julio desde A Coruña hasta Madrid en un vuelo con el aforo "casi completo", según explicó en su cuenta de Twitter. La química aseguró estar "enfadada" debido a la situación en la que se realizó el trayecto, con apenas distanciamiento entre los viajeros, algunos de los cuales llevaban mascarillas aparentemente no homologadas.

"Vuelo de Iberia de A Coruña a Madrid del 1 de julio de 2020 en plena pandemia. Aforo casi al completo. Sin control de temperatura para acceder al avión. Pasajeros con mascarillas de válvula, caseras o pañuelos. ¡Estoy tan enfadada!", expresó García Bello en sus perfiles de Twitter e Instagram.

"Que no me cuenten películas de filtros HEPA, porque la principal vía de contagio no es el aire, sino el contacto persona-persona. Yo iba brazo con brazo a derecha a izquierda, como todo el mundo en ese avión", explicó la química en una publicación en sus redes sociales, donde tiene miles de seguidores. García Bello se preguntaba cómo es posible que los teatros tengan que estar "medio vacíos" al mismo tiempo que se permite "hacinar" 150 personas en el interior de un avión.

La química también se preguntó quiénes son los responsables de que este tipo de situaciones se produzcan en plena pandemia: "A las compañías aéreas no les importa nada la seguridad de sus clientes y trabajadores. Y las autoridades lo consienten". Con la entrada en la "nueva normalidad", el Gobierno estableció una serie de normas a la hora de realizar desplazamientos, como el control de temperatura, la observación visual sobre el aparente estado de salud del viajero y el registro de sus datos de localización.

García Bello recordaba que todavía no hay vacuna contra el coronavirus y que la situación "sigue siendo gravísima". Según la divulgadora científica, no se puede apelar a la responsabilidad individual y permitir que la gente vuele en estas condiciones, porque de esta forma el riesgo de rebrotes aumenta. "Lo único que puede protegernos del contagio en un vuelo así no es la ciencia, es la suerte. Esto es una vergüenza", clamó la química.