¿Es resbaladiza A Coruña? Los pasos de peatones pueden jugar una mala pasada
El desgaste o la mala calidad de la pintura convierten a los pasos de cebra en el temor de muchos coruñeses, que también deben caminar despacio por alguna que otra calle de la ciudad
12 febrero, 2020 19:57Cruzar un paso de peatones puede conllevar más riesgo del que uno se puede imaginar. Llegar al otro lado de la calle no siempre es tan seguro como parece a simple vista. Sí, evidentemente, lo primero es cruzar cuando el semáforo está en verde. Hasta ahí todo bien. Pero, si uno cruza de manera correcta, ¿dónde está el riesgo? Pues, para sorpresa de algunos, se encuentra en el propio suelo.
¿Quién no se ha llevado algún susto cruzando un paso de peatones? Seguro que te acuerdas a la perfección de ese momento en el que "casi" te caes en medio de un paso de cebra. ¡Vaya susto!
Si alguna te ha ocurrido, al primero que culpaste de tu resbalón es al calzado que llevabas puesto. Pero no siempre hay que echarle la culpa a nuestros pies. En la mayoría de ocasiones el problema está en el suelo, como decíamos al principio.
¿Qué sucede entonces en el suelo de la ciudad herculina? ¿Es A Coruña una ciudad resbaladiza? Como todo en la vida, habrá opiniones para todo. Pero lo cierto es que solo hay que darse un paseo por algunas de las calles de la ciudad coruñesa para comprobar que sí, que en A Coruña se resbala (y mucho).
Pasos de peatones peligrosos
Empecemos, primero, por los pasos de peatones, que son lo que más sustos dan. Tal es el susto que se ha llevado más de uno o una que solo hay que echar un vistazo al modo en el que cruza. Con cuidado y evitando pisar las franjas blancas, como si se tratase de un juego de niños.
Uno de los últimos sustos se lo llevó una vecina de A Coruña que el pasado mes de octubre cayó cruzando el paso de cebra entre las calles Teresa Herrera y Betanzos. En pleno centro de A Coruña. ¿El resultado? Fractura de muñeca. Y todo por resbalar en la pintura del paso de peatones.
Acabo de llegar a casa de hacer la cuarta radiografía en 15 días. Mañana me darán el resultado en el Ventorrillo. pic.twitter.com/zcysPiXyS8
— Carmen Gómez Montero (@CarmenGmzMonter) October 8, 2019
Este es solo un ejemplo del peligro que pueden tener los pasos de peatones. Y no, no es cuestión de ser más o menos ágil. El problema, como decimos, está en el suelo. Podríamos enumerar infinidad de pasos de peatones resbaladizos en A Coruña, pero quizás el artículo se nos haría demasiado extenso. Así que hemos apostado por enumerar algunos de los que más quejas reciben.
Ubicado al inicio de la Ronda de Outeiro, justo al lado de la rotonda de la Avenida del Ejército, nos encontramos uno de los pasos de peatones más complicados de la ciudad. En cuesta y con escasa visibilidad, este cruce lo tiene todo para acabar en caída (o al menos llevarse un buen susto).
Otro paso de peatones en el que es muy común ver a más de una persona echar el freno es el que cruza el Paseo Marítimo a la altura de Riazor. No se sabe si será el desgaste de la pintura, o que simplemente esta es de mala calidad, o la humedad de la brisa marina; pero lo cierto es que se resbala.
Calles para caminar despacio
Al margen de los pasos de peatones, hay otros lugares donde es muy frecuente deslizarse con cierta facilidad. Hablamos, por ejemplo, de las vías del antiguo tranvía o de calles como la Galera o San Andrés.
Pese a no estar en zonas muy transitadas, lo cierto es que las antiguas vías por las que circulaba el tranvía de A Coruña son un peligro, sobre todo, para los ciclistas.
Y si hablamos de calles, tiene mención especial todas aquellas vías que cuentan con unos adoquines muy particulares. Normalmente son de color rojo o combinados con amarillo, seguro que sabes a cuáles no referimos. Todas aquellas calles cuyo suelo esté construido con este tipo de plaqueta son un auténtico peligro.
No hay que alejarse del centro de la ciudad para comprobar esto que estamos diciendo. Es suficiente con dar un paseo por la Galera o San Andrés, en ambas calles más de uno se habrá llevado un susto en días de lluvia.
Aunque no es tan común como en las dos anteriores, cuando caen unas gotas del cielo, las zonas de la Calle Real o la Ciudad Vieja pueden hacer temblar las piernas. ¿Quién dijo miedo? Más o menos seguros, los coruñeses han aprendido a convivir en una ciudad con zonas más resbaladizas que otras.