Si la triste noticia del fallecimiento de María Teresa Campos no se hubiera cruzado en la actualidad, lo más probable es que el pasado miércoles las revistas del corazón hubieran cubierto sus portadas con el beso que se dieron la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin. No fue un gesto de amor, ni muchísimo menos, fue tan solo un saludo cortés entre dos personas educadas que se saben observadas por sus hijos, familiares y, sobre todo, un montón de fotógrafos que se habían acercado a Granollers. Más en concreto al Palacio de Deportes de la localidad catalana, donde hace una semana debutó Pablo, el sobrino de Felipe VI con su nuevo equipo de balonmano, el Fraikin BM Granollers. Tras el saludo, la pareja estuvo charlando durante unos minutos y, según fuentes cercanas, la conversación que mantuvieron fue la de rigor, con un: ‘¿Cómo estás?’. Todo bien, gracias’.
La primera en sentarse en las gradas fue la hermana del Rey que llegó acompañada por sus dos de sus hijos, Miguel e Irene y por la novia del protagonista de la tarde, Johanna Zott, con la que sale desde hace unos meses. Poco después hacía su entrada Iñaki Urdangarín, que se sentó una fila más arriba después de saludar a su exmujer, entre su hija y su nuera.
Desde hace algunas semanas muchos barceloneses se han podido cruzar con la lnfanta Cristina por las calles de la ciudad, seguida de su pareja de escoltas asignados por el ministerio del Interior. Son muchos los motivos por los que la ex duquesa de Palma está unida todavía a la Ciudad Condal, a pesar de que sigue teniendo su residencia en Ginebra (Suiza), donde vive en la actualidad acompañada solo por su hija pequeña, Irene. La hija menor de la reina Sofía pasa muchas jornadas en Barcelona por motivos de trabajo. Su labor en la Fundación Aga Khan le obliga a mantener una relación continuada y fluida con su antigua empresa, Fundación La Caixa, con la que colabora de forma estrecha. Además, tiene todavía muchos amigos en la localidad y sobre todo, su segundo hijo, Pablo, que lleva varias temporadas jugando al balonmano allí.
Lo que los vecinos de la capital catalana quizás no sepan es que pronto tendrán también como residente en su ciudad a Iñaki Urdangarín. El ex jugador de balonmano quiere dejar Vitoria, donde vive ahora, para encontrar un nuevo futuro en Barcelona, lugar que siempre le ha acogido con cariño desde que comenzó su etapa en el Fútbol Club Barcelona de balonmano. "No es que no le guste Vitoria, pero es una ciudad muy pequeña para él, necesita encontrar el anonimato y en la capital vasca le conoce todo el mundo, y eso le agobia mucho. Además, no lleva escolta, se la han retirado, y eso también le preocupa. Hace ya meses que no trabaja en Imaz & Asociados, Ainhoa sí sigue en el despacho, pero él lo dejó hace mucho buscando nuevas oportunidades de futuro en otros ámbitos. Él quiere mudarse, veremos cómo afecta este tema a su relación", cuenta a EL ESPAÑOL | Porfolio una persona cercana a la familia del ex deportista.
Así que parece que los ex duques de Palma podrán verse de manera más habitual en la ciudad en la que se casaron allá por octubre de 1997. Y de esta forma arreglar asperezas, porque, aunque el beso del pasado sábado demuestra que las cosas empiezan a encauzarse, lo cierto es que la expareja está bastante lejos de llegar a un acuerdo cordial sobre el divorcio.
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"Todos los divorcios son complicados, hasta los que dicen que van bien. Cuando la cosa parecía que iba a terminar en un acuerdo amistoso, se torció de forma muy crítica, rompieron relaciones y dejaron de hablarse", señala otra fuente cercana a la infanta Cristina. Según nos cuenta la misma persona, el problema llegó a principios del mes de junio, cuando Iñaki Urdangarin decidió pedirle a su exmujer una compensación económica mayor que la que habían acordado en un primer momento. La hermana de Felipe VI no aceptó la petición, asegurando que, tras su paso por prisión, el ex jugador de balonmano ya podría continuar su vida, ya que había retomado su carrera profesional. Así, muy enfadada, comunicó a su abogado la intención de romper por el momento las negociaciones del divorcio.
"Hace ya meses que no trabaja en Imaz & Asociados, Ainhoa sí sigue en el despacho, pero él lo dejó hace mucho buscando nuevas oportunidades de futuro en otros ámbitos. Él quiere mudarse, veremos cómo afecta este tema a su relación"
El enojo de la hija de la reina Sofía llegó hasta el punto de decirle a sus amigos que "le daban exactamente igual las amenazas, como si Iñaki quiere escribir sus memorias o hacer una serie sobre su vida. El daño ya está hecho, así que si él decide contar la verdad (como él mismo asegura), el máximo perjudicado va a ser él mismo y su actual pareja", nos aclara la misma amiga de la ex duquesa de Palma. "A ella solo le preocupan sus hijos, que ya lo han pasado bastante mal y, además, que no se aproveche una vez más de la familia con la que estaba emparentada", añade.
Los Urdangarin vs la Infanta
El problema es que la infanta Cristina no contaba con la reacción que esto ha provocado en su todavía familia política. Los Urdangarin han sido el gran apoyo de la hermana del Rey en los duros momentos que ha pasado en la última década. "No solo ahora, han sido siempre su columna vertebral, mucho más que su propia sangre, aunque su hermana Elena siempre está a su lado. Durante todo el juicio del Caso Nóos, en la etapa en la que Iñaki estuvo en la cárcel e incluso, cuando el engaño y abandono, ellos siempre han estado a su lado, sobre todo la hermana mayor, Ana", asegura la misma fuente. Según esta misma persona, su cuñada, que había sido su gran amiga en los años más complicados, cambió de tercio asegurando que todos los males de Iñaki eran culpa de su exmujer, que se niega hasta a proteger la seguridad de su hermano, ya que le han quitado el servicio de escolta que da a todos los miembros de la familia del Rey el Ministerio del Interior.
Pasadas las vacaciones de verano, en las que, por primera vez en muchos años, Cristina no ha pasado ni un solo día en Bidart, en el País Vasco francés, con su familia política, las personas más afines a ambos bandos les han pedido que intenten "rebajar la tensión", sobre todo por el bien de los cuatro hijos que tienen en común. "Los chicos están unidos como una piña. Juan, el mayor, cuida y protege a sus hermanos. Están intentando ser neutrales, no tomar partido por ninguna de las dos partes, eso, gracias a que son ya más mayores y maduros, está siendo más sencillo. Además, están todos muy centrados en sus estudios, al vivir lejos de casa, se puede decir que lo llevan mejor", aclara la amiga de la Infanta. "Y el resultado de que las cosas van mejor, sobre todo por ellos, fue la escena del pasado sábado", sentencia.
"Ambos son conscientes de que no pueden alargar esta
situación. El divorcio está más cerca, pero no tienen prisa, la negociación se ha retomado y eso ayuda a que las cosas están más tranquila"
Pero lo cierto es que el divorcio sigue parado, en punto muerto. Los abogados de Iñaki, que ha vuelto a confiar en el mismo despacho que le llevó todo el proceso del caso Nóos por el que terminó cumpliendo prisión en Ávila, aseguran que las cosas están igual que antes de verano. Que es cierto que han retomado las negociaciones con los letrados de la Infanta, pero que quedan muchas cosas por negociar y discutir. Además, quieren dejar claro que su cliente puede vivir perfectamente con el dinero del que dispone en este momento, pero que sus peticiones económicas son lógicas y justas.
La amiga de la Infanta matiza: "Ambos son conscientes de que no pueden alargar esta situación. El divorcio está más cerca, pero no tienen prisa, la negociación se ha retomado y eso ayuda a que las cosas están más tranquilas". El modo en que terminó la cita del sábado tras el partido refleja perfectamente la situación actual de la familia Urdangarin Borbón. Cuando terminó el partido de Pablo, la infanta Cristina, sus tres hijos (faltaba solo Juan) y la familia Zott se fueron a comer todos juntos. Solo Iñaki se separó del grupo, se despidió con un saludo de su exmujer, con un beso a sus hijos, y tomó rumbo en coche a Vitoria.
Después de la comida, los jóvenes fueron a tomar algo por la Ciudad Condal, urbe que conocen perfectamente de los años que pasaron allí y en la que todavía tienen muchos amigos; mientras, la hermana de Felipe VI se marchó a su apartamento en el AC Victoria Marriott Suites, donde tiene un espacio alquilado de forma permanente. Ambas partes quieren partir peras y comenzar su nueva vida. Cristina, sin ningún tipo de relación con su exmarido, solo y únicamente para hablar de temas relacionados con sus hijos; e Iñaki, con su pareja, y si es posible y encuentra un buen trabajo, en una nueva ciudad.