César García Toledo va a pedir la nacionalidad española por la Ley de Memoria Democrática, y se la van a conceder al presentar una documentación que posee y porque cumple escrupulosamente los requisitos. Es venezolano. Su nombre es ficticio a petición propia, "por motivos de seguridad, porque nos queda familia en Venezuela". César es bisnieto de un español y reside en Valencia desde hace un año. Enumera las carencias de su país. "Comprar un kilo de carne es imposible", acorta finalmente.
Es ingeniero y teletrabaja para la sede en Madrid de una empresa de Reino Unido. "Mi bisabuelo emigró a Venezuela en 1890. Mi madre y sus 9 hermanos obtuvieron la nacionalidad en 2007, porque cuando se enteraron de esa ley buscaron la partida de nacimiento de mi bisabuelo, su abuelo, que era de La Orotava, en Tenerife", indica a EL ESPAÑOL | Porfolio.
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Cuando se refiere a la nacionalidad obtenida en 2007, César habla de la Ley de Memoria Histórica aprobada ese año. Gracias a esa ella, hoy César García Toledo podrá pedir la nacionalidad española por la Ley de Memoria Democrática, recién entrada en vigor.
La Ley de 2007 dejó fuera a los hijos mayores de edad de aquellos que pudieron acogerse a la nacionalidad. "Quedamos fuera unos veinticinco de la familia, que ahora con esta nueva ley vamos a tener la oportunidad". En total, ahora va a ser 35 los miembros de su familia los que van a poder solicitarla. La mayoría de ellos se encuentran repartidos en países como Alemania, Estados Unidos, México, Italia y España "mas los que permanecen en Venezuela".
En Cuba, en estos días, no se habla de otra cosa. Hay una página de Facebook, un canal de Telegram y otro de WhatsApp. Temáticos. Entre los tres suman miles de miembros. Los de mensajería instantánea echan humo: cada pocos segundos se escuchan las notificaciones, una detrás de otra.
-¿Ya están sacando citas para el trámite de ciudadanía? Por favor.
-Porfa quiero saber cómo sacar la cita si alguien me ayuda. Y cómo yo pudiera saber a través de este documento por cuál ley obtuvo la ciudadanía española mi abuelo.
Mientras que en España la recién aprobada Ley de Memoria Democrática ha centrado el debate en la Guerra Civil, al otro lado del Atlántico, en países como Argentina, Venezuela, Cuba o México han seguido con ansia e interés su aprobación, su entrada en vigor y su desarrollo -publicado este jueves- por parte de la Dirección General de Seguridad Jurídica y Fe Pública.
La expectación allí no ha venido por declarar ilegal el régimen franquista; ni siquiera por la ciudadanía que otorga a los hijos y nietos de exiliados a partir de 1936, sino porque esta ley abre un portón para la obtención de la nacionalidad española a los hijos y nietos de inmigrantes españoles, y a los descendientes de españoles declarados como tales por la ley de 2007.
Conocida en Latinoamérica como Ley de Nietos, el tercer apartado de la Disposición Octava de la Ley de Memoria Democrática establece que pueden solicitar la nacionalidad "los nacidos fuera de España de padre o madre, abuelo o abuela, que originariamente hubieran sido españoles, y que, como consecuencia de haber sufrido exilio por razones políticas, ideológicas o de creencia o de orientación e identidad sexual, hubieran perdido o renunciado a la nacionalidad española, podrán optar a la nacionalidad española, a los efectos del artículo 20 del Código Civil".
El Boletín Oficial del Estado publicó esta semana el desarrollo jurídico efectuado por la Dirección General de Seguridad Jurídica y Fe Pública, que ha interpretado ese 'y que', como 'además' para ampliar el acceso a la nacionalidad a todos los hijos y nietos nacidos en el extranjero de personas originariamente españolas, y no solamente a las exiliadas, sino a los descendientes de emigrantes españoles.
El importante matiz -cambiando una conjunción por un adverbio- ha sido demandado y peleado por CEDEU, el Centro de Descendientes de Españoles Unidos. En una semana, desde su entrada en vigor a la publicación de su desarrollo jurídico, han pasado de la "consternación, desilusión y malestar" a festejar "un gran día para la colectividad española en el mundo".
Desde CEDEU no aventuran el número de solicitudes que pueden recibirse, pero sí que, y pese a la ampliación del supuesto, "los expedientes aprobados en todo el mundo no serán más de 400.000, tal como demostraron leyes anteriores".
Fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores precisan a EL ESPAÑOL | Porfolio que el número de solicitantes "es difícil de saber", aunque estiman que "serán los mismos que la solicitaron en aplicación de la Ley de Memoria Histórica de 2007". Medio millón, precisan. Se resolvieron favorablemente la mitad, aunque quedan muchas solicitudes pendientes todavía en algunos consulados.
Nacionalidad por origen
Albania Oyarzun es una abogada canaria especializada en Extranjería. El correo electrónico de su despacho de Santa Cruz de Tenerife ha recibido un alud de solicitudes de información, sobre todo, de venezolanos. A EL ESPAÑOL | Porfolio explica que "lo que ha hecho la instrucción es, básicamente, desmenuzar la Disposición Adicional Octava y ha hecho una interpretación del apartado 1 con respecto a los descendientes de padres o madres originariamente españoles, porque se entendía que éstos tenían que haberse exiliado por razones políticas".
Así, "por un lado, ha puesto a aquellos nacidos fuera de España de padres o abuelos originariamente españoles, y luego ha puesto en otro grupo a los hijos y nietos de españoles que renunciaron o perdieron la nacionalidad por exilio".
Con la nueva ley se abre la vía a obtener la nacionalidad a aquellos descendientes de emigrantes españoles "que salieron de España por otras razones, como las económicas. Así, yo como nieto, ya no tengo que demostrar nada: simplemente, que su abuelo o padre había sido o era originariamente español de origen", algo demostrable con su partida de nacimiento.
Para Oyarzun, la modificación es tan sustancial que gran parte de la tramitación de la nacionalidad por el artículo 20 del Código Civil "ahora se puede tramitar por esta ley". Es decir, se desdibuja la obtención de la nacionalidad por opción frente a la nacionalidad por origen. "Y para la obtención subvenciones y ayudas a emigrantes retornados se prioriza el origen a la opción".
La primera puerta de entrada para parte de los que ahora van a poder acogerse fue la Ley 52/2007 de Memoria Histórica. Establecía dos supuestos para obtener la nacionalidad española, pero solo a los hijos e hijas de padres originariamente españoles y a los nietos de quienes perdieron o tuvieron que renunciar a la nacionalidad española como consecuencia del exilio. Daba un plazo de solicitud de dos años, prorrogable a uno más.
La treintena de primas y primos de César son "ingenieros electrónicos, hay uno que es ingeniero industrial que reside en Alemania, también otro que es ingeniero nuclear… en México reside una prima que es ingeniero geofísico, y su hermana, mi otra prima, es Geofísica y ha trabajado en el proyecto del acelerador del partículas…"
-Todos licenciados...
-Sí. Y de ciencias. Los que están en Venezuela, pues uno es médico anestesista y el otro, odontólogo. Acá en Valencia tengo una prima que es y trabaja como fisioterapeuta.
"Quiero dejar claro que ninguno opta a la nacionalidad buscando lo fácil. Queremos contribuir con el país"
Reforzar consulados
Desde el Ministerio de Asuntos Exteriores indican a EL ESPAÑOL | Porfolio que se prevé que el grueso de solicitudes provenga de Argentina, México y Cuba, y por ello "se van a reforzar sus consulados" para atender el mayor número de peticiones.
En Argentina hay cinco consulados: en Bahía Blanca; en Buenos Aires; en Córdoba; en Mendoza y en Rosario. En México, tres: en Guadalajara, México y Monterrey. En Cuba, solo hay uno y se encuentra en La Habana.
En el Centro Republicano Español de Mar del Plata, en Argentina, responden a EL ESPAÑOL | Porfolio que en su centro ya no quedan asociados exiliados, "pero sí sus hijos y sus nietos". Con respecto a la nueva ley, por el momento, precisan que "no tenemos conocimiento de ninguno de nuestros socios que esté interesado en comenzar el trámite", indica Gloria Del Vecchio, de la comisión directiva. "Sí sabemos que se han recibido innumerables pedidos de información tanto a la Embajada Española en Buenos Aires como al Viceconsulado Español de Mar del Plata".
La misma Del Vecchio detalla que obtuvo la nacionalidad española por su madre, "nacida en Ujué, en Navarra. Su familia llegó a la Argentina antes de la guerra, en 1923, de alguna manera también expulsados por una guerra: en ese momento, contra Marruecos, y que los obligó a exiliarse para no permitir que el hijo mayor fuera enviado a África. Mi abuelo había estado en la Guerra de Cuba y no quiso que su hijo repitiera la experiencia. Desde aquí apoyaron a la República, contribuyendo con campañas de asistencia y reforzando sus convicciones socialistas".
Los gastos
En La Habana, realizar el trámite administrativo para solicitar la nacionalidad sin recurrir a terceros cuesta unos 30 euros. Se trata de una cifra asumible, aunque elevada, para los cubanos. Mientras que otros descendientes de españoles provenientes de México, Argentina o Venezuela podrían hacer frente a los 1.200 euros de media que cuesta el trámite realizado por un despacho profesional, en Cuba esa cifra es algo impensable.
(El grupo de WhatsApp no para).
-Nahhhhh... eso es mucho dinerito... gracias. Es un platón.
-Hay mucha información sobre está ley y los pasos a seguir y en el caso de los hijos mayores en muy sencillo todo, no hay necesidad de gastar todo ese dinero.
Al Consulado de La Habana acudió Amadora Róchez desde Santiago de Cuba en 2007. Su nombre no es el real. Para este reportaje ha tomado prestado el de su tatarabuela africana, "nacida esclava, aunque dejó de serlo cuando era pequeña". Amadora es ingeniera en Control Automático y Máster en Administración de Negocios. Sus tres hermanos- un médico y dos ingenieras industriales- están en Estados Unidos. Por tanto, actualmente tiene más familia fuera que dentro de Cuba.
Desde hace un año, ya es tan cubana como española. El consulado tardó una década en resolver su petición de nacionalidad por la ley de 2007, conocida en Latinoamérica como Ley 52. Es nieta de Alonso Losada Pérez, de Monforte de Lemos (Lugo) y de Concepción Gómez García, de Becerreá, también en Lugo. Cuando le dieron la nacionalidad, el hijo de Amadora, Carlos, ya era mayor de edad y no pudo acogerse. "Ahora tiene 23 años y podrá hacerse ciudadano español con la nueva ley aprobada".
El abuelo emigró a Cuba en 1931 y allí se casó con su abuela. "Cuando mi abuelo tuvo 37 años, tuvieron un tercer hijo, que es mi padre". Su historia es la del esfuerzo de empezar desde cero.
"Mi abuelo comenzó vendiendo sacos de carbón y botellas. Con los años, se hizo con el negocio de distribución del ron Bacardí en la zona oriental de la isla"
Se establecieron en Guantánamo, donde había una colonia de españoles llamada 'La España Chiquita'. Al cumplir 40 años, el abuelo se hizo ciudadano cubano, porque le era conveniente para los negocios. Ya habían nacido sus tres hijos como hijos de español, y gracias a ese detalle todos pudieron solicitar la nacionalidad casi setenta años después. Si se hubiese hecho cubano antes de nacer sus hijos, ninguno habría podido acogerse a la ley de 2007.
En 1959, al triunfar la Revolución Cubana a la familia se le acabó la prosperidad. "A mi abuelo le fueron nacionalizados sus negocios y perdió todo. Enfermó y murió en 1960, a los 60 años, de cáncer de próstata. Mi padre, su hijo, era médico, nunca se hizo ciudadano español y murió hace unos años".
Amadora no llegó a conocer a aquel abuelo español, pero sí a su abuela Concepción. "Sólo la vi una vez", rememora. Fue en 1980. "Tengo tiernos recuerdos de ella, de aquella semana que pudo pasar en casa cuando yo era una niña". Toda su familia emigró a los Estados Unidos: durante 20 años el gobierno de Fidel Castro no permitió los viajes de esas personas a Cuba.
De su abuelo español dice que sabe "que era delgado y alto, un hombre muy trabajador, campesino. Muy inteligente, aunque con pocos estudios. Un señor muy generoso, que ayudó a muchísima gente y que trabajó durísimo para pasar de tener nada a ser clase media alta en Cuba". Fue masón y perteneció a la Logia de Guantánamo. Ya adulta, Amadora viajó a aquella provincia "y visité la antigua casa de los abuelos. Un lugar enorme". Cuando fue, era una galería de arte "y ahora no sé qué será. El abuelo está enterrado en el cementerio de Guantánamo, en el panteón de la familia".
Como ella, muchos cubanos cuentan ya con la nacionalidad española gracias a la ley anterior. "Yo no me acogí a la ciudadanía española pensando emigrar a España. Lo hice pensando que si un día mi único hijo decidía irse de Cuba, yo pudiera visitarlo con más facilidad, porque a los cubanos no nos dan visa fácilmente para ir casi a ningún país, menos si es del primer mundo". Y como ella, casi ninguno emigra a España. "No pienso emigrar de momento. No cuento con medios económicos para hacerlo".
La cara y la cruz
Biorquis vive en Cabairén, provincia de Villa Clara, Cuba. Su caso entra dentro de los supuestos para obtener la nacionalidad española por la Ley de Memoria Democrática, y va a solicitarla. "Le hago la historia de mi abuelo", inicia a petición de EL ESPAÑOL | Porfolio.
Se llamaba José Barazal Salgado y era de Covelas, en Orense. "Cuando tenía 17 años emigró a Cuba con un tío, huyendo del servicio militar, pues decían que los iban a reclutar para la Primera Guerra Mundial". Poco tiempo después el tío regresó a España "pues era muy difícil encontrar trabajo".
Cuando llegó a Cuba, en 1918, "al poco tiempo conoció a mi abuela y se juntaron. Mi abuela vivía en el campo y eran muy pobres. Tuvieron 9 hijos. Mi abuelo trabajaba en lo que aparecía, pues tenía muchos hijos que mantener y alimentar. Mi madre fue la hija menor: siempre me contaba historias de lo pobres que fueron".
"Mi abuelo no sabía ni leer ni escribir. Por ello, nunca pudo comunicarse con su familia ni supo de ellos nunca más"
El hombre, que acabó perdiendo la vista hasta quedar ciego, "lloraba a sus padres y sus hermanos, a los que jamás volvió a ver. Siempre le dijo a mi madre que nunca dejara de buscar a su familia española". Murió en 1973.
Aquellas lágrimas de su abuelo no se le olvidaron a su madre. Tras su muerte, "escribió a la parroquia del lugar donde él decía que vivió en España, y le respondieron y la ayudaron a contactar con su familia". Hasta la fecha, mantienen contacto con su familia gallega, "que es numerosa".
-Y tu madre, ¿se nacionalizó?
-Mi madre se nacionalizó por la Ley de 2007, pero enfermó y nunca pudo viajar a España. Murió el año pasado, y siempre nos dijo que tratáramos de ir un día y conocer nuestras raíces.
Sabe que la casita donde nació su abuelo todavía la conservan sus primos, como un patrimonio de la familia. Es muy humilde, "pero llena de muy buenos recuerdos para ellos. Esta es la historia de mi abuelo, el galleguito vendedor de flores del terruño donde vivió. Mi nombre es Biorquis Rojas Barazal, estoy orgullosa de tener sangre española y que mis ancestros puedan ver al fin, desde dónde Dios los guarde, que sus descendientes van a reunirse nuevamente, cómo la gran familia que siempre hemos sido".
En el lado contrario, hay casos que, pese a la amplitud de la ley, no pueden acogerse. Es el caso de Yeobani Vázquez. "En relación a la Ley de Memoria Democrática, además de injusta, es excluyente. Soy cubano, vivo en Cuba y soy descendiente de español nacido en España. Soy bisnieto".
No va a poder solicitar la nacionalidad "porque mi padre no pudo aplicar (la Ley 52/2007) puesto que lamentablemente falleció en el año 2006", algo que sí pudo obtener su tía, hermana de su padre.
"Mi bisabuelo se llamaba Ramón Alonso García, y nació en el 10 de la Plaza de Carbayedo, en Avilés (Asturias) el 2 de abril de 1862. Llegó a La Habana en el periodo del fin de la Guerra entre España, Cuba y Estados Unidos, luego del Tratado de París, huyendo de la situación política en Cataluña. No renunció a su ciudadanía".
Contrajo matrimonio en primer lugar con Rosa Estanislada Padrol y Girón, hija de un catalán de Sitges y de una cubana de Santiago. "Tienen un único hijo, nacido en 1894, por lo que su primera entrada a Cuba no documentada consta en el período de 1885, ya que su suegro y socio tenía dos tiendas en Guantánamo: La República y La Perla, y al morir, mi bisabuelo se hizo cargo de los dos negocios".
A Yeobani le interesa desde siempre la genealogía. Rastreando, y escribiendo a parroquias, llegó incluso a averiguar que su tatarabuelo era de Muros de Nalón, y que fue Guardia Civil durante las Guerras Carlistas. Perteneció a la Segunda Compañía del Octavo Tercio. A consecuencia de sus heridas de guerra, se licenció en 1861. Murió en 1872.
La historia de su bisabuelo fue tan convulsa como la etapa política que le tocó vivir. Regresó a España. La Guerra de Cuba la pasó en su país de origen. "En 1901 lo toma de sorpresa en Cataluña, donde, por motivos no esclarecidos, es señalado como separatista o anarquista", por lo que regresa a Cuba y se asienta en la provincia de Guantánamo. Enviuda, y se vuelve a casar con Amalia López, una puertorriqueña que le dio seis hijos. "Una de ellos, mi abuela, Amanda Alonso".
Advierte Yeobani Vázquez que se siente "tan español como cualquier natural. Yo tenía alguna esperanza con esta Ley de Memoria Democrática, pero ya no es así".
Otra de las diferencias sustanciales de la Ley de Memoria Democrática de 2022 con la Ley de Memoria Histórica de 2007 es el acceso a la información. Internet, en muchos países latinoamericanos no funcionaba como lo hace hoy. Para la mayoría de los cubanos no comenzó a despegar hasta 2008: por ese motivo, muchos se perdieron un año o más de información o trámite de la Ley de 2007.
Esto, presumiblemente, no va a ocurrir ahora para todos aquellos que pueden acogerse. El grupo de WhatsApp vuelve a emitir una notificación.
-Saludos. ¿Cuál es el modelo de solicitud para solicitar ciudadanía?