Kim Jong-un en las primeras maniobras del Cheonma-2.

Kim Jong-un en las primeras maniobras del Cheonma-2. KCA Omicrono

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Lo mejor que pueden hacer los soldados norcoreanos en Ucrania es desertar

Los soldados norcoreanos, muchos de ellos reclutados a la fuerza, se encuentran ahora en Ucrania arriesgando sus vidas en una guerra que no eligieron.

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Rusia, que en un principio negó la presencia de tropas de Corea del Norte en Ucrania, ha reconocido finalmente su despliegue en las zonas de combate.

El presidente ruso, Vladímir Putin, a su llegada a la cumbre de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) en Astaná (Kazajstán).

El presidente ruso, Vladímir Putin, a su llegada a la cumbre de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (OTSC) en Astaná (Kazajstán). Reuters

El presidente ruso Vladímir Putin confirmó de manera indirecta los informes sobre el envío de tropas norcoreanas al decir, durante una conferencia de prensa en la cumbre de los BRICS del pasado 24 de octubre, "lo que hacemos con Corea del Norte es asunto nuestro".

Además, el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, expresó el 1 de noviembre su gratitud a su homóloga norcoreana, Choi Son-hui, subrayando la "estrecha relación" entre los servicios especiales de ambos países. 

Con la participación de Corea del Norte en el frente ruso ahora confirmada, la comunidad internacional ha advertido sobre los riesgos potenciales de este despliegue militar.

Según algunos informes, Corea del Norte ha enviado aproximadamente 15.000 soldados a Rusia con el objetivo de obtener a cambio de ellos cuantiosas divisas extranjeras y tecnología militar avanzada. El régimen de Kim Jong-un busca adquirir una amplia gama de sistemas armamentísticos de última generación, desde aviones furtivos y misiles avanzados hasta satélites de reconocimiento e incluso submarinos nucleares.

Todo esto forma parte de un ambicioso plan para modernizar las capacidades militares norcoreanas. Corea del Norte considera esencial dicha modernización para coordinar una respuesta conjunta con Rusia frente a Estados Unidos y Corea del Sur.

En última instancia, Kim Jong-un parece haber apostado por el apoyo ruso como uno de los pilares clave para la supervivencia de su régimen.

"La mayoría de los militares norcoreanos desplegados en los campos de batalla ucranianos pertenecen a la llamada generación Jangmadang"

Pero mientras el régimen de Kim Jong-un exige lealtad y sacrificios a las topas enviadas a Rusia, la realidad para estos soldados es mucho más sombría.

La mayoría de los militares norcoreanos desplegados en los campos de batalla ucranianos pertenecen a la llamada 'generación Jangmadang', marcada por una vida de penurias económicas y su dependencia del mercado negro debido a la falta de apoyo estatal.

Estos jóvenes norcoreanos, muchos de ellos reclutados a la fuerza, se encuentran ahora en tierras extranjeras, luchando en un conflicto ajeno y arriesgando sus vidas en una guerra que no eligieron.

El descontento entre los soldados norcoreanos desplegados en Rusia es palpable. El régimen de Corea del Norte recibe aproximadamente 2.000 dólares mensuales por cada soldado, una suma considerable que va directamente a los bolsillos de Kim Jong-un.

Si este dinero se destinara a las familias de los soldados, eso podría generar cierta disposición a luchar. Sin embargo, al quedarse el líder norcoreano con la totalidad de los ingresos, la motivación de estos jóvenes para arriesgar sus vidas se reduce drásticamente. Para muchos, la guerra representa no sólo un peligro mortal, sino también una prueba más del desprecio del régimen por su sacrificio.

La realidad de los soldados norcoreanos en el frente ruso está marcada por un agotamiento constante, el aislamiento en una tierra extranjera y una brutal lucha por la supervivencia. Aunque el régimen norcoreano los obliga a "servir a la patria", la verdadera motivación detrás de este despliegue es garantizar la supervivencia del propio régimen.

Pero estos soldados afrontar ahora a una decisión crucial. La de romper con su explotación, disfrazada de patriotismo, y elegir un camino hacia la libertad personal.

En un entorno tan adverso, la pregunta es si estos jóvenes, que arriesgan sus vidas por un sistema que los utiliza, se atreverán a buscar una vida más allá del control del régimen.

"Los soldados norcoreanos en Ucrania deben saber que Kim Jong-un ha reubicado a la fuerza a sus familias en áreas remotas de montaña para mantener en secreto el despliegue"

Para los soldados norcoreanos desplegados en Ucrania, este campo de batalla extranjero representa una oportunidad única para escapar del opresivo régimen que gobierna su país y buscar una nueva vida.

Estos soldados no son simples peones de Kim Jong-un. Como individuos, tienen la capacidad de pensar libremente y elegir una vida en la que controlen su propio destino. Kim Jong-un no les ofrece más que un peligroso campo de batalla en el extranjero.

Además, esos soldados deberían saber que el régimen norcoreano ha reubicado a la fuerza a sus familias en áreas remotas de montaña para mantener en secreto el despliegue. Sólo dejando atrás esta injusticia y eligiendo su propio camino podrán experimentar verdaderamente el valor de la libertad.

La vida no debe ser malgastada en una lealtad vacía hacia Kim Jong-un. Regresar a Corea del Norte sólo implica enfrentar trabajos forzados en minas y zonas rurales tras cumplir con diez años de servicio militar.

Sólo en un país libre pueden los soldados desbloquear su potencial y mantener su dignidad.

Elegir la deserción también abriría un camino para que sus familias en Corea del Norte experimentaran la libertad y la esperanza algún día. El sacrificio impuesto por el régimen de Kim Jong-un contrasta con la oportunidad de un futuro donde ellos y sus seres queridos podrían vivir con un propósito y ejerciendo el control sobre su propio destino.

"La comunidad internacional está dispuesta a apoyar a los soldados norcoreanos que elijan la deserción, garantizando su seguridad"

La deserción no permite sólo escapar de Corea del Norte. Es un paso valiente hacia un nuevo futuro.

Aunque conlleva riesgos, la deserción ofrece libertad, paz y seguridad para quien la elige. La valiente decisión de una persona puede desafiar la opresión y la injusticia del régimen norcoreano, inspirando nuevas posibilidades para otros.

La comunidad internacional está dispuesta a apoyar a los soldados norcoreanos que elijan la deserción, garantizando su seguridad y ofreciendo programas para ayudarles a adaptarse a un nuevo entorno. Con formación profesional, asesoramiento psicológico y apoyo en la integración social, los desertores pueden comenzar una nueva vida.

Para los soldados norcoreanos en el frente ruso, la vida misma es más importante que la lealtad al régimen de Kim Jong-un. Como alguien que ha elegido una vida libre, les hago un llamado: "Elegid vuestra propia vida y huid del régimen de Kim Jong-un en busca de la verdadera libertad y paz".

*** Chung Eui-sung es desertor norcoreano y director del World Institute for North Korea Studies.