Estamos aquí, en este polígono maravilloso donde nunca se pone el sol, donde la luz roja de la radio enciende el entusiasmo de la vida, a muy pocos metros de donde se prepara la mejor tortilla francesa con jamón y queso de España, pero podríais estar mucho mejor. Vengo a ofreceros el viaje que he descubierto esta mañana leyendo los periódicos. Y no, no voy a haceros bromas con el Imserso, mis tan queridos como veteranos compañeros.
Vengo a regalaros –lo leo en EL ESPAÑOL– el “tour del exilio”: cruzaréis la frontera en autobús, camino del sur de Francia, que comenzaréis a llamar la “Cataluña norte”. Allí tendréis la “experiencia del exilio” e incluso “podréis saludar a Puigdemont personalmente”. Dice esta crónica que Junts fletará autobuses hacia Francia en campaña para que los suyos puedan tocar a Puigdemont justo antes de las elecciones. Los autobuses contaminan –dice el partido del expresident–. Por eso, se calculará la “huella de carbono” provocada por este tour del exilio y se presentará como “una consecuencia de la represión del Estado español”.
Cuidado porque debe de haber atasco en las carreteras del exilio. Y es normal, con tanta represión… Portada de El Mundo: “Fuga masiva de imputados de Tsunami porque no se fían de la amnistía”. Portada de La Razón: “Más de la mitad de los imputados por Tsunami han huido de España”. El País: “Al menos 7 de los 12 investigados por Tsunami están fuera de España. Todos se han instalado en Suiza menos Puigdemont”. ABC dice: “Los evadidos están en Suiza porque es un país no integrado en el sistema de órdenes europeo”.
Hoy, que es viernes, me montaré en un autobús en busca de alguien que crea en la palabra de Sánchez, igual que aquel periodista que, en los sesenta y por encargo de su director, tuvo que recorrer el mundo en busca de alguien que no conociera a los Beatles. Los socios del presidente, incluso con su amnistía a punto de caramelo, han huido de España. El Confidencial publica un análisis interesante: cuenta que, detrás de esta maniobra, también hay mucho de estrategia. Se van a Suiza para intentar “internacionalizar el procés” justo antes de las elecciones catalanas.
Termino esta sardana con una información de La Razón: “El PSOE teme que Puigdemont irrumpa en España en la recta final de la campaña y fuerce su detención”.
Es momento, patrón, de viajar a Euskadi. Nueve días para las elecciones. Para que alces ese potaje de escaños en vasija de arcilla y lo condimentes con un programa especial, mientras te gritamos Carlos, con K, maite zaitut, te queremos, cago en sos.
No sé si a Otegi le gustan las alubias con sacramentos, que es como se llama el plato que acabas de mencionar. Pero sí sé que no le gustan las noticias publicadas esta semana sobre él. El Mundo relata que la Guardia Civil “borró a Otegi del informe sobre otro asesinato”. En este caso, el de Juan de Dios, de UCD, asesinado en San Sebastián en 1980. Los terroristas implicados lo identificaron como responsable del comando desde Francia. Pero esa mención, según El Mundo, desapareció del informe que la Guardia Civil envió a la Audiencia en diciembre.
La portada de ABC también hace hoy memoria. Cuenta la historia del hijo de Basilio Altuna, que acepta ser entrevistado, 44 años después, en el frontón del pueblo de Álava donde ETA mató a su padre.
Y aquí en Madrid, ayer saltaba la sorpresa, gol en Las Gaunas, con el anuncio de Tomás Guilarte de dimitir como presidente del CGPJ a modo de protesta por la no renovación. María Peral, la sala de lo Peral, escribe esta mañana cómo lo comunicó Guilarte a los compañeros. Estaban reunidos, hablando de cuándo poner la reunión de trabajo que suelen hacer en las vacaciones de agosto. Entonces, genio del suspense, Guilarte soltó: “Podéis hacer lo que queráis, yo ya no estaré”. Los demás, enmudecieron. Habría sido maravilloso que hubiera citado lo que dijo Estanislao Figueras, presidente en la Primera República, justo antes de exiliarse: “Señores, voy a serles franco, estoy hasta los cojones de todos nosotros”.
En la Fiscalía General también hay lío. Lo cuenta Bea Parera en El Confidencial: “La amnistía rompe la Fiscalía a meses de su aprobación y anticipa tensiones para aplicarla”.
*Esta es la revista de prensa que Daniel Ramírez realiza cada mañana para 'La España que madruga', en 'Más de Uno', el programa de Carlos Alsina en Onda Cero.