La ley de amnistía, según cada periódico
Ayer, en la anochecida, llegué a Palencia y corrí hacia su catedral. Estaba cerrada, pero el sereno del templo, al saber que trabajaba en este programa, me dejó verla… a oscuras. Sin embargo, la luz de la cripta estaba encendida y allí, acurrucado entre las piedras visigodas, leí los periódicos de esta jornada oscura.
La Vanguardia: “La Ley de Amnistía se somete a su primer paso por el Congreso”. Dicen las crónicas que Feijóo intervendrá en la tribuna por parte del PP y que por la del PSOE lo hará Patxi López. Entonces, cerré los ojos y entoné los versos del mejor poeta nacido en esta tierra, Jorge Manrique. Coplas a la muerte de la Constitución:
Recuerde el alma dormida,
avive el seso y despierte
contemplando
cómo se pasa la vida,
cómo se viene la muerte
tan callando.
EL ESPAÑOL: “Sánchez empezará a pagar hoy la investidura con la amnistía y las comisiones que apuntan a los jueces”. Estamos en Dueñas, en la fábrica de Cascajares, el único lugar del mundo donde es de muy buena educación darle un capón a alguien. Querido presidente, como diría Manrique, “¡te daría un capón!”.
El Confidencial relata qué pasa por la cabeza de Moncloa: “El Gobierno se agarra a que la amnistía no es una preocupación social según el CIS para minimizar el debate”. Dice esta crónica que la ley podría estar aprobada definitivamente en mayo. “También esto pasará, como los indultos”, dicen en el despacho de Sánchez.
Uno de los lugares más bonitos de Palencia es la casa de los señores García Remón, conocida popularmente, debido a la forma de su cúpula, como “la casa huevo”. ¿Qué os parece si a partir de ahora llamamos a Moncloa la “casa huevos”?
El editorial de El País no tiene desperdicio. En ese mismo tono, el del todo pasa, escribe: “Cuando la ley termine su recorrido parlamentario y su paso por el TC, este episodio debería quedar cerrado”. Se titula “Amnistía necesaria”, pese a reconocerse en el texto que el pacto PSOE-Puigdemont está “ayuno de rigor histórico” y pese a reconocer que la ley merece “una consideración negativa en el conjunto de España, incluso entre los propios votantes socialistas”.
ABC cuenta en su portada que aquel letrado del Congreso purgado por oponerse a la Amnistía se ha rebelado contra su cese. Dice que es mentira que su puesto en la comisión constitucional fuese provisional y pide ser restituido. Y yo también pido desayunar cada mañana la tortilla de doña Ciri en el asador La Encina para bañar mis tristezas en esa tortilla poco hecha. Tan poco hecha que parece un río.
Pero hacía frío anoche en la catedral, compañeros. Un frío helador que llegó con la portada de La Razón: “Sánchez aspira a otro mandato: ‘No son los años, sino las ganas’”. Entonces, corrí al reclinatorio. Me puse de rodillas y nadie me escuchaba. Salí disparado a correr por los campos de esta provincia que es tan grande como Madrid o como el País Vasco en extensión, pero que sólo tiene 160.000 habitantes. Mejor. Tocamos a más capón.
Cuando Sánchez flaquea en el argumento, se le aparece Vox, igual que se le apareció el jabalí al rey Sancho en la catedral. El Mundo y EL ESPAÑOL coinciden en criticar las palabras de Abascal pidiendo para el presidente el mismo futuro que Mussolini, el de los pies colgando en la plaza pública. Pero añaden: “Vox alienta un inaceptable frentismo al servicio de Sánchez”.
Explican estos dos periódicos en sus editoriales que las barbaridades de Vox dan gasolina al PSOE para defenderse en el complicado momento de la amnistía. La portada de El País lleva una foto de Sánchez ayer en la presentación de su libro. Justo arriba, el siguiente titular: “Un fenómeno editorial ve a Dios detrás de la ciencia”. Yo no veo a Dios, yo sólo veo a Sánchez y a los capones.
Revela ABC esta mañana: “La Generalitat avaló un Amazón catalán para huir de los poderes fácticos del Estado y del Ibex-35”. No hace falta un Amazon, pero yo me blindo y, como un nacionalista, me encierro en los alimentos de Palencia. No quiero otra cosa, sólo alimentos de Palencia.
Porque entono el artículo de Pedro Cuartango contra la amnistía: “Un campesino no se tiene que arrodillar ante un señor feudal. Nadie es más que nadie. No soy de segunda por haber nacido en Castilla”.
Todo lo contrario. Haber nacido en Palencia es ser de primera. Entre Grecia y Palencia, ¡mejor Palencia! Entre Venecia y Palencia, ¡mejor Palencia! Entre Suecia y Palencia, ¡mejor Palencia! Entre Croacia y Palencia, ¡mejor Palencia! ¡Viva Palencia!