El plan de Meloni para frenar la inmigración ilegal continúa en las portadas de esta mañana. Decíamos ayer que, en términos anuales, las cifras no habían aumentado, pero ABC sostiene en su titular principal de hoy que, esta semana, se han incrementado de golpe. La crónica dice: “La inmigración ilegal pone contra las cuerdas a Meloni”. Y aporta una clave muy interesante. La primera ministra de Italia se está viendo atrapada ante su electorado por sus propias promesas electorales: “La llegada de inmigrantes se convierte en el problema que más le preocupa a los italianos y lastra la popularidad de Meloni”.
En El Mundo se relata la reacción de Bruselas a la declaración del estado de emergencia por parte de Meloni, que concede a la gobernante italiana la posibilidad de aplicar unas medidas extraordinarias de expulsión que todavía no conocemos: “Bruselas elude la crisis migratoria de Italia y se limita a tomar nota”.
Y en EL ESPAÑOL se da cuenta de lo poco que ha durado el romance entre Pedro Sánchez y Giorgia. Pedro y Giorgia, que fueron la semana pasada Al Bano y Romina, con esos calurosos y mediterráneos saludos. Titular: “Meloni no avisó a Sánchez de su política de mano dura en migración pese a prometerle colaboración. La primera ministra tampoco avisó a Bruselas y se arriesga a un expediente sancionador por poner la ley italiana por encima de la legislación europea”.
Para seguir hablando de políticas conciliadoras, vamos con una entrevista a Marine Le Pen, que aparece hoy en El País. Le Pen dice que ella no es como Giorgia, que ella es euroescéptica, que no quiere saber nada de Bruselas. Meloni, en contra de lo que se esperaba, sí cerró filas con la UE de cara a la guerra de Ucrania. Le Pen reniega ahora de Putin, que financió su partido con nueve millones de euros. Asegura que no es de extrema derecha. Luego añade más: “No somos de derechas”. Pero la clave nunca está en los calificativos, sino en las propuestas. Quédense con esta: si Le Pen gobierna Francia, y las encuestas dicen que hoy eso es lo más probable, aplicará la llamada “preferencia nacional”. Lo explica ella misma: dar prioridad a los franceses sobre los extranjeros en el acceso a empleos y ayudas.
ALSINA–Y en España vuelven también a las portadas las consecuencias de la ley del sólo sí es sí.
Sí. Y ocurre porque el contador ha superado una cota simbólica. Ya son más de cien los agresores sexuales que han salido de la cárcel gracias a esta ley. Por otro lado están los agresores que, aunque no han salido, sí han visto reducidas sus condenas. Estos están a punto de alcanzar los mil. Hay crónicas destacadas al respecto en El Confidencial y El Mundo.
“Barones a la fuga” se llama la columna que publica Javier Redondo. Es una buena manera de contar lo que va a pasar este finde en Valencia, donde Pedro Sánchez celebra su acto más importante entre los previos a las elecciones del 28-M. La llamada convención municipal.
ABC: “Los barones no asistirán. Para evitar posibles plantones, Ferraz no ha invitado a los presidentes y líderes autonómicos”. Ahí van algunas canciones de Barón Rojo con las que podríamos definir todo esto. Sánchez elige las siguientes: Hijos de Caín, Con botas sucias, Son como hormigas, Tierra de vándalos, Los desertores del rock. Page y Lambán prefieren estas otras: Satánico plan, Dueño de mi destino, No ver, no hablar, no oír, Incomunicación… Pero sobre todo, Page y Lambán, asustados por cómo pueda afectarles la acción política de Sánchez, quieren cantar esta: Herencia letal.
En El Confidencial se incluye otra crónica acerca de este asunto, que revela la teoría que pasa por la cabeza de los socialistas que no quieren a Sánchez. Indican que la única manera de mantener a flote el “viejo PSOE” pasa por que Page y Lambán sigan gobernando. Esa sería la única manera –sostienen– de censurar desde dentro los pactos del presidente con Podemos, ERC y Bildu.
La Razón, en su portada, dice que Pablo Iglesias, Oriol Junqueras y Arnaldo Otegi, mientras tanto, están sumando fuerzas para doblegar a Yolanda Díaz. Debo decirle a Paco Marhuenda que pese al madrugón, lo he pillado: “Sumando fuerzas”, “Sumar”. ERC y Bildu respaldarán en campaña actos de Podemos.
Y termino con la guerra del agua. Por si no teníamos pocas, se abre una nueva batalla en España que lleva por nombre Doñana. EL ESPAÑOL: “El Gobierno y la Junta de Andalucía abren una nueva 'guerra del agua' en Doñana a 45 días del 28-M”. Qué ha pasado: PP y Vox han aprobado una ley para legalizar 800 hectáreas de cultivos agrícolas. Es decir, se amplía el regadío de esas zonas. El Gobierno dice que lo va a recurrir ante el TC y las fuerzas de izquierdas y los científicos acusan a Juanma Moreno de cargarse el parque natural. La norma de Moreno exige que esos riegos se hagan con agua superficial, y no de los acuíferos de Doñana, pero hasta ahí hoy no llega el agua superficial porque el trasvase indicado es una obra paralizada.
Total que la vicepresidenta ha llamado a Juanma Moreno “señorito”, una diputada de izquierdas le ha tirado un vaso de arena en el escaño al presidente de Andalucía y a Moreno parece que se la refanfinfla lo que le dicen los conservacionistas.
Cómo enfocan esto los periódicos. El País y La Vanguardia, de esta manera, contra Moreno: “Andalucía desoye a la UE y avala los regadíos ilegales en Doñana”. El Mundo, al otro lado de la trinchera, pone el foco en el insulto: “El Gobierno se lanza contra Moreno por Doñana y le acusa de señorito”.
Así estamos. Con tu permiso, patrón, voy a degustar un vaso de agua, que se está poniendo muy cara.
*Esta es la revista de prensa que Daniel Ramírez realiza cada mañana para 'La España que madruga', en 'Más de Uno', el programa de Carlos Alsina en Onda Cero.