¿Qué intereses tiene España en Ucrania?
Los intereses de España en Ucrania son pequeños, pero el conflicto ofrece una ventana de oportunidad para obtener réditos políticos en forma de concesiones geopolíticas.
¿Cuáles son nuestros intereses en Ucrania? Esta es la primera pregunta que deben responder nuestros representantes políticos antes de decidir qué hacer ante la guerra.
La pregunta no tiene nada que ver con los derechos humanos, ni con la justicia, ni con el deber de actuar para impedir una catástrofe. Ni siquiera con la moralidad.
Los españoles (como cualquier otra nación) tienen distintos puntos de vista morales y políticos. Y de ahí que lo único verdaderamente objetivo a lo que puede aspirar un político es a preguntarse qué beneficia a los españoles. Y actuar en consecuencia.
¿Qué mejora el bienestar de los españoles, incrementa los ingresos de las arcas públicas, expande nuestra influencia internacional o mejora nuestra seguridad?
Respondiendo a esas preguntas destilaremos nuestro interés nacional. Y este constituirá nuestra particular brújula en la política internacional.
De hecho, lo moral para quienes nos representan pasa por estudiar las consecuencias y calcularlas, y rechazar de plano comportarse de acuerdo con su sentir personal, su corazón o su bondad.
Se trata de calcular resultados y consecuencias para la ciudadanía, no de obrar con bondad y buenos sentimientos personales.
Para evaluar la posición que debe adoptar España es importante comprender hasta dónde llega nuestra influencia en el conflicto. Lo cierto es que la guerra no se va a alterar ni un ápice debido a nuestra pasividad o a nuestra efusividad. Por tanto, los efectos de la misma se trasladarán a España independientemente de si enviamos (o no) un puñado de blindados o algunos reclutas ucranianos recién adiestrados.
"España es la quinta potencia europea y la cuarta de la UE. Y eso implica que nos corresponde un papel proporcional en esta guerra"
Estudiando la historia observamos que el este de Europa nunca ha sido una región de importancia estratégica para España. Nuestros lazos con el mundo eslavo son pequeños. En general, lo que suceda en el este tiene una importancia pequeña para nosotros.
Por otro lado, España es la quinta potencia europea y la cuarta de la Unión Europea. Uno de nuestros principios programáticos de política exterior es la acción multilateral y la promoción de la estabilidad. Y eso implica que, debido a nuestro peso político, nos corresponde un papel proporcional en esta guerra.
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Como actor de cierto peso en el viejo continente, nuestro país está interesado en promover la paz y la estabilidad en Europa, ya que lo contrario tiene un elevado coste para nuestros vecinos y para nosotros. A Madrid le interesa promover un orden de seguridad férreo que blinde el bienestar y la estabilidad de la que gozamos y que puede verse cuestionado por las aventuras militares de ciertas naciones.
Junto a lo anterior, y si queremos ser influyentes y respetados, hemos de actuar en coherencia con nuestro principio de acción multilateral, operando de manera activa en las principales organizaciones internacionales de las que formamos parte y tratando de obtener rédito en la Unión Europea, la OTAN y las Naciones Unidas.
Puede que Ucrania no sea un interés estratégico para nosotros. Pero es indudable que se trata de un evento de alto valor político para quien sepa aprovecharlo. Esto último se mide en concesiones y en aquellos apoyos que podamos intercambiar con países como Estados Unidos o Reino Unido en contraprestación por nuestra actividad política, diplomática y militar durante la guerra.
Yo envío más tropas al este de Europa y Estados Unidos interviene a nuestro favor en las relaciones con Marruecos.
Yo me convierto en la terminal para acoger el gas licuado estadounidense y a cambio obtengo una contraprestación.
"España poco puede influir en el conflicto. Pero sí puede aprovecharlo para obtener ventajas políticas y mejorar su influencia internacional"
Francia se opone a conectar Iberia con la red europea de gas, y yo maniobro ante la Unión Europea para obtener la excepción ibérica y beneficiar a mis ciudadanos con unas condiciones de compra de gas ventajosas.
Por tanto, Ucrania no es tan relevante y poco podemos influir en el conflicto. Pero sí podemos aprovecharlo para obtener ventajas políticas y mejorar nuestra influencia regional e internacional.
Finalmente, tan importante como lo anterior es comprender que la Federación Rusa no nos considera prioritarios. Tampoco considera a África y el Sahel como estratégicos.
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Sin embargo, la actividad de Moscú en el continente africano se ha disparado en el último lustro para ganar influencia. Algo que sí debería preocupar a España y que debemos instrumentalizar para atraer la presencia de la OTAN y de la Unión Europea hacia el balcón africano, donde indudablemente sí tenemos intereses de seguridad en materia de migración y economía.
Nuestro interés por la guerra de Ucrania es pequeño y por tanto debemos gastar pocas energías en el conflicto. No obstante, nos da una ventana de oportunidad para obtener réditos políticos que podemos y deberíamos aprovechar para avanzar en nuestro interés nacional.
*** Yago Rodríguez es analista militar y geopolítico, y director de The Political Room.