Rocío Monasterio (Madrid, 1974), vicesecretaria de Acción Social de Vox y cara visible del partido en Madrid, es una mujer enérgica y ácida, una rebelde de fondo, pero que nunca pierde el estilo. Arquitecta de formación y habitual moradora de obras y construcciones, de polígonos industriales y reformas, siempre está de aquí para allá, como andando de puntillas. Pero es una ilusión: Monasterio, madrileña de raíces asturianas, hija de un empresario cubano emigrado, es directa, rotunda. Cuando comienza a hablar, al recibir a EL ESPAÑOL en una fría tarde de enero, no se resguarda en el burladero.
¿Vox llega a la política española para quedarse? ¿Cómo afrontan el 2019 electoral?
Como un partido en el que hasta hace un mes había cinco sueldos. Un partido que hace la campaña de las andaluzas con 150.000 euros frente a otros que gastan cinco o seis millones de euros. Lo que tenemos es la ilusión la ilusión brutal.
¿Cómo ven al resto de partidos?
Yo creo que hay algunos partidos que son como marcas que han caducado. Veo al PP un poco como a Kodak. Y al PSOE. Son marcas que han pasado a ser viejas. Ellos están fuera de la realidad del contacto con la gente... Vox lo que tiene es un programa muy claro y yo creo que valiente. Nos atrevemos a hablar de todo y decimos de verdad lo que pensamos sin medir el lenguaje, sin medir las palabras. No estamos en la corrección política. La gente a veces se asusta cuando nos oye, pero yo creo que también agradece que digamos lo que pensamos.
Vox lo que tiene es un programa muy claro y yo creo que valiente. Nos atrevemos a hablar de todo y decimos de verdad lo que pensamos sin medir el lenguaje
¿Es Vox nacionalista español?
Vox defiende la nación española.
¿Cuál es la postura de Vox ante el problema separatista en Cataluña?
En Cataluña lo que ha habido es una dejación brutal del Estado. Ha desaparecido de Cataluña y eso ha tenido consecuencias. Tanto el PP como el PSOE no han querido afrontarlo. Ahora el arreglo es más complicado. La única opción es intervenir la autonomía de Cataluña sine die y conseguir que la gente que vive en Cataluña tenga libertad y los derechos garantizados. Una vez que esté garantizado, podrán recuperar la autonomía. En este momento, la única salida es esa, y el juicio a los golpistas. Un juicio que sea justo, porque han causado un daño enorme a todos los españoles. Se han saltado la ley y la Constitución.
Que hoy en el Supremo prospere este juicio es gracias a que hubo una acusación y una serie de querellas que llevaban a los golpistas al banquillo. Y eso es importante: que veamos que la gente no se puede saltar la ley y atacar los derechos de muchos españoles. No se perdona y se indulta, porque entonces acabamos en Venezuela.
¿Cómo sería ese 155 que aplicaría Vox?
Educación, Interior, Justicia y, sobre todo, un control de los fondos, porque ahora mismo lo que queremos es que se pague a los proveedores de la Generalitat. Lo que no puede ser es que esos fondos no lleguen a la Sanidad porque estén dedicados a contratar campañas de propaganda. Millones y millones.
¿Y cómo se convence a la otra mitad de los catalanes, que se siente fuera de España?
Yo creo que lo que hay que hacer es un ejercicio de volver a ilusionar a todos los españoles con España, y eso no es un trabajo de un mes, de dos meses ni de tres. Es un trabajo de 20 años, pero que yo creo que se puede hacer. Muchos en Cataluña han sido víctimas del adoctrinamiento de unos tipos manipuladores que han utilizado el dinero de todos los españoles para adoctrinar. Lo han hecho en los colegios, universidades, en las televisiones. Yo nunca ataco a los que son adoctrinados, sí a los que lideran el adoctrinamiento.
Y veo mucho paralelismo con Cuba. Allí también existen los CDR, en los colegios sólo puedes hablar a favor del castrismo, sólotienes medios de propaganda que ensalzan a Fidel o a Raúl Castro... Yo creo que han copiado el sistema de las dictaduras y han intentado manipular a la gente. Con los que han sido manipulados tenemos que hacer un doble esfuerzo de darles el abrazo y conseguir hacerles partícipes de este proyecto ilusionante que es España.
¿Quién representa a la derecha en Cataluña?
No veo derecha española en Cataluña. El PP ha desaparecido, ya no es derecha. El PP es socialdemocracia. Ha querido ser igual que el PSOE y ha querido hacer política mirando a la izquierda.
¿A nivel catalán o estatal?
General, de España. El PP ha perdido todo lo que defendía y entonces tiene miedo a que le digan que es derecha. Hace política mirando al banquillo de la izquierda y están acobardados. Es la derechita cobarde. Ha perdido todos esos valores que les identificaban con la derecha. En Cataluña directamente ni existen.
Luego hay un partido de centroizquierda que es Cs, y luego está el partido que se ha vuelto separatista, el PSOE. y Luego todo el separatismo: ahí incluyo a Podemos porque se ha aliado con los que quieren romper España. Ese es el panorama que hay en Cataluña.
Y encima, el partido de centroizquierda que es Cs está liderado por el señor Valls, que se dedica a hacer cordones sanitarios a partidos como Vox, que eso es propio de políticos que practican la exclusión. ¿Cómo vas a criticar de Torra que es excluyente si tú haces un cordón sanitario contra un partido como es Vox?
Me escandaliza que Ciudadanos no entienda los principios básicos de la democracia. Eso es gravísimo. Eso hay que explicárselo al señor Valls: en España hay una democracia, a lo mejor él, en Francia, esa parte se la ha perdido. A lo mejor se piensa que en España no tenemos una democracia madura. Hay que explicarle: tenemos una democracia que permite a todos los partidos que han sido votados estar en una mesa de negociación. Si quiere incorporarse a la política española, tiene que saber que esto es una democracia que cumple con sus principios y todos los partidos que han sido votados tienen que estar incluidos en una negociación. No puedes discriminar a unos 400.000 andaluces porque porque sí. Creo que eso acabarán entendiéndolo.
¿Es usted arquitecto o arquitecta?
Me gusta enfatizar lo de arquitecto, porque yo estoy contra la ideología de género y estoy a favor de no tener complejos. Cuando veo a Pedro Sánchez o Irene Montero hablando de portavoces y portavozas, que se inventan vocablos para intentar hacerse con ese voto de la mujer... Me insulta un poco que piensen que por gestos así les vamos a votar. Yo quiero que me hablen de otras cosas y se dejen de gestos. No me gustan. Nos quedamos en portavozas y no hablamos de lo que nos importa a las mujeres.
Una cosa es un 'miembra', como decía Bibiana Aído, y otra la formación correcta de palabras. ¿Considera que se deprecia el valor del título profesional si se feminiza?
No estoy por el gesto de las portavozas cuando tenemos un neutro que incluye a todo, da igual su sexo. Comentamos detalles de la actualidad y nos olvidamos de discutir los temas cruciales para España. Y no me gusta que a las mujeres nos intenten colectivizar. Nos meten en el colectivo mujeres y parece que no podemos tener voz independiente. Yo no concibo que en un partido digan "PSOE-Hombres". Pero sí dicen "PSOE-Mujeres". No me gusta que me encapsulen, que me uniformen.
Usted tiene su estudio de arquitectura y también es madre. ¿Cómo lleva el asunto de la conciliación?
No es fácil, supone un sacrificio personal. Pero a mí me merece la pena. El mundo profesional es muy exigente, no puedes despistarte. Y el de la política, también. Pero el estudio de arquitectura me permite cierta flexibilidad, adaptarte a las necesidades de los niños y creo que así debería ser. Hay una etapa de los niños que no es fácil y que el padre y la madre tienen que estar cerca de ellos porque te necesitan.
La familia numerosa facilita las cosas. Es más fácil educar niños que son cuatro hermanos. Entre ellos se ayudan y aprenden con el ejemplo. Cuesta menos transmitir ciertos valores. Más austeridad, más generosidad. Aprendes a convivir con uno que no es igual que tú. Y hay cosas injustas, pero la vida real es injusta. Recomiendo mucho la familia numerosa.
¿Debería fomentarse más la conciliación?
Debería haber una cultura de conciliación. Tenemos que contagiar a todos los padres, en neutro, de lo importante que es pasar tiempo con los hijos, de la familia. Y si todos nos contagiamos, las empresas también lo facilitarán. Hay una obsesión por hacer leyes que luego no se cumplen.
Hay un discurso muy falso: veo a grandes feministas que, después, cuando les toca contratar a ellas, discriminan la maternidad. Las empresas se tienen que involucrar claramente en que tener padres y madres en las empresas es fabuloso para ellas. Y la sociedad se tiene que involucrar en esto porque, si no, nos extinguimos.
Independientemente de que uno quiera tener hijos o no, tenemos que entender que un país con los parques vacíos, sin niños gritando por las calles, es muy triste. No hemos apoyado la familia lo suficiente. Los jóvenes hoy no pueden lanzarse a tener familia y tener un trabajo digno. Tenemos que reflexionar, porque se ha roto el contrato social con los jóvenes. Les dijimos que si se esforzaban, estudiaban y sacaban su licenciatura, después encontrarían un trabajo y podrían tener su proyecto de vida, de familia o no, pero de vida. Y en eso hemos fallado estrepitosamente.
¿Cómo se convence de eso al tejido empresarial?
Los empresarios tienen un objetivo: conseguir beneficios y ganar dinero. Es legítimo. Y creo que, dentro de ese objetivo, quieren atraer jóvenes y talento y ser percibidos por la sociedad como que promueven valores. La dignificación del trabajo es un proyecto de todos los partidos. Ahí sí que deberíamos tener un pacto. Un pacto por la familia, por el trabajo digno y por un contrato social con los jóvenes. Este discurso de familia no es de izquierdas o de derechas, de empresarios o no, es un discurso básico de supervivencia de la sociedad.
Sin embargo, Vox sí que circunscribe su apoyo a lo que llaman la familia tradicional, pese a que hoy es una institución mucho más flexible y abierta.
En España necesitamos jóvenes y necesitamos niños. Tenemos un problema de demografía brutal. Nos estamos suicidando como sociedad.
Es algo que pasa en todos los países desarrollados.
En Europa. Europa está envejecida. Porque hay un factor muy importante que no es sólo el económico: en Madrid, en una zona con una renta per cápita altísima como Pozuelo, no tienen muchos más niños. No es un tema de recursos, sino que se ha propagado una cultura antifamilia, o una cultura que promueve que nos dé pereza tener niños. Y los niños normalmente nacen en el entorno familiar. Luego hay otros modelos, pero la mayoría de los niños se educan en familia. Algo estamos haciendo mal cuando nadie se lanza a tener niños y familia. Tenemos que hacer esa reflexión.
Es el gran tema de España: hacer una reflexión seria de por qué nos estamos suicidando demográficamente, por qué no tenemos un proyecto de futuro. Porque el formar una familia, tener hijos, es confiar en que vas a tener un futuro con cierta seguridad. Si no la tienes, no lo haces y no te arriesgas. Es un tema crucial: desde todos los partidos hay que hacer una cultura profamilia y promover medidas que ayuden a los jóvenes, padres y madres que les ayuden a trabajar, y tener hijos, y desarrollar un proyecto de vida con cierta seguridad. Ahora es muy difícil.
Cierto hembrismo nos ha contado a las mujeres que si eres muy buena profesional no puedes tener hijos porque son casi como un estorbo a tu carrera. Y eso ha calado. Y muchas mujeres piensan que los niños te frenan en tu desarrollo profesional. Tenemos que contar que es maravilloso tener hijos, pero que sin apoyo no puede ser. Ahora no está mal visto ir contra la familia.
Pero esta percepción de que la maternidad frena la carrera profesional no es tanto culpa de algunas feministas como de la evidencia de que las empresas, en general, promocionan según unos criterios que perjudican a las madres.
No se puede discriminar a nadie por su maternidad, al contrario, hay que apoyar a la que es madre y al que es padre; al hombre también. Si queremos que los padres se involucren, al igual que han estado siempre involucradas las mujeres, tenemos que apoyar a ambos. Y es una labor del Estado. Las empresas que contraten a un padre o una madre deberían tener una bonificación en la Seguridad Social. El Estado se tiene que implicar en la protección de la familia e incentivar que las empresas contraten padres y madres.
A políticas como Susana Díaz o Soraya Sáenz de Santamaría se las criticó por reincorporarse al trabajo apenas unas semanas después de dar a luz.
Se las criticó porque la gente tiene mucha tendencia a meterse en la vida privada de los políticos. Ahí estoy en el discurso de la libertad de cada unidad familiar. Los padres se tienen que poner de acuerdo en qué es lo mejor para ese niño. Pero el Estado no se tiene que meter en la vida de pareja. El Estado se quiere meter en todo, ¡se quiere meter en nuestra cama!
Cada familia es libre para decidir. El Estado se quiere meter en todo, ¡incluso en nuestra cama!
Habla de la necesidad de consensos. Una de las leyes que mayor apoyo ha suscitado es la Ley de Protección Integral contra la Violencia de Género y, recientemente, un Pacto por la Violencia de Género, aprobado por unanimidad.
Se ha promovido un pacto y ahora que se incorporan nuevos partidos que no han estado en ese pacto quieren que no hablemos del tema. En democracia todos los partidos tenemos que hablar. Vox y cualquier otro partido nuevo que se incorpore puede hablar de toda la legislación vigente con libertad. Y a mí me asustaría que, en un país como España, hubiera una dictadura que no te dejara hablar de determinados temas. Que los grandes partidos, PSOE y PP, nos dijeran que no podemos hablar porque ha habido un pacto previo a vosotros.
Ustedes exigen la derogación de la norma.
Nosotros creemos que el tema de la violencia es grave y hay que atacarla. La ley actual no ha tenido mucho éxito.
¿En qué sentido?
Queremos hablar de la violencia y de cómo acabar con ella, que es lo fundamental, pero queremos hacerlo desde la protección al débil. Y creemos, que en el ámbito intrafamiliar el débil a veces puede ser una mujer, a veces un niño, que por el hecho de ser un chico también tiene derecho a protección.
Los menores están incluidos en la legislación.
No estaban hasta hace poco. Y se incluyeron más tarde. Pero no está incluido, por ejemplo, un señor mayor con movilidad reducida. Que no se puede mover, que no maneja WhatsApp y que es maltratado en el ámbito doméstico. Eso puede pasar. Y ese señor llama al 016 y por el hecho de ser hombre no es atendido. Yo creo que ese señor o ese niño tienen derecho también, si son los débiles, a ser protegidos.
Nosotros lo que decimos es que la Ley de Violencia de Género se podría cambiar por una de violencia intrafamiliar. Pero proponemos hablar y se desata la jauría. Qué horror. Queremos hablar de eso y creemos que no se puede criminalizar a todos los hombres de España. Habrá hombres violentos, claro, como puede haber mujeres, aunque generalmente son menos. Porque las estadísticas digan que la mayoría de agresores son hombres, no podemos decir que todos son unos machistas. España no es machista. Finlandia, en todo caso, sí: España es el número veintitantos de la lista de violencia contra la mujer y Finlandia es el número uno o dos.
Yo hablo con víctimas de maltrato y me dicen que a veces los recursos no llegan donde tienen que llegar. Que las pulseras fallan, que no consiguen alejarles, que no consiguen un trabajo lejos de su agresor. Y estaría bien revisar qué está pasando y cómo podríamos mejorar todo eso. Y a lo mejor se están yendo recursos a cosas que no son tan eficaces.
¿Cómo por ejemplo?
Tal vez estamos dando continuamente conferencias sobre el feminismo cuando para la mujer que de verdad es maltratada su prioridad es que la alejen en una casa y no hay recursos para eso.
Es lo que en su formación califican de "los chiringuitos".
Bueno, yo no lo llamo así. Yo digo que queremos fiscalizar los recursos dedicados a la violencia de género. Ver a qué se está dedicando cada cosa y ver a qué podemos dedicar esos recursos mejor. Y de repente nos cae todo el mundo del hembrismo llamándonos machistas. A mí me llaman machista.
Pero siendo mujer se puede ser machista.
Se puede ser machista, pero por decir esto no creo que yo esté siéndolo. Me dicen 'machista, cállate ya'. No, todos podemos hablar de todo con libertad. Podemos discrepar, tener distinta opinión. No todas las mujeres tenemos la misma opinión. Por ejemplo, a mí no me gusta la política de cuotas en las empresas, me resulta humillante. Nos hemos esforzado igual que los hombres y por qué me tienen que llamar de una empresa o de un consejo de administración porque en el punto 2 les falta una mujer en la lista.
A mí me han educado en que somos iguales los hombres y las mujeres. Pero la política de las hembristas o feministas supremacistas me parece un poco rancia. Una dictadura que busca encasillar a todas las mujeres. Insisto, para mí es una humillación que me cuelen en una lista por cuota. Igual que en la política. Me parece indignante que en los partidos se hable del colectivo mujer, que se hagan actos de mujeres para rellenar listas cremallera... Buscan mujeres para el puesto 6 porque falta, por rellenar.
Cuando vemos al mundo del feminismo radical gritando "Varón, pardillo, tu nuca en el bordillo", y eso lo oyen niños o lo ven en un periódico, al final perciben que hay un enfrentamiento entre hombres y mujeres, que yo creo que no es bueno. No puede haber una ley, como la vigente, que no respeta la presunción de inocencia. Tú eres culpable mientras que no demuestres que eres inocente.
¿Y en ese caso cómo se protege al débil?
Con la ley. Pero ahora, si un hombre agrede a una mujer es un presunto culpable, no tiene presunción de inocencia. Si una mujer agrede a un señor de 80 años, tiene presunción de inocencia. No la detienen un viernes y la dejan en el calabozo hasta el lunes. Eso no es justo. Porque puede haber alguna mujer que agreda y yo creo que las leyes deben ser iguales para todos. No creo que pidamos nada extraordinario.
¿Le molesta el término feminista?
Yo estoy orgullosísima del feminismo de Concepción Arenal. Leí antes a Concepción Arenal que a Caperucita, porque era un antepasado mío. En casa estamos muy orgullosos de ella. Hemos leído todos sus libros y es algo que familiarmente es un orgullo, ese feminismo lo llevamos a capa y espada.
No creo en el hembrismo que enfrenta al hombre, que habla del patriarcado y que parece que tenemos que enfrentarnos al hombre ¿El feminismo de Concepción Arenal? ¡Yo soy la más feminista! El hembrismo de Leticia Dolera no lo compro.
¿Reivindica Vox la Transición?
Es un proyecto de éxito y de reconciliación del que tenemos que estar orgullosos. Nuestros abuelos decidieron dejar atrás muchas diferencias y avanzar juntos. Sirvió para cicatrizar algo horrible que es una guerra civil, una guerra entre hermanos.
Es difícil cicatrizar ciertas heridas con gente que aún no ha podido honrar a ese familiar al que mataron en una cuneta.
Todo el mundo debe poder enterrar a sus muertos, no se me ocurre cuestionar eso. Me da igual de qué parte fuera. Sí cuestiono la Ley de Memoria Histórica porque creo que ha causado mucho dolor en mucha gente que había hecho un esfuerzo de generosidad, de perdonarse.
Dejando a un lado lo de las cunetas, que es un derecho fundamental, me refiero al proyecto de memoria histórica. ¿No tenemos otra cosa que hacer? ¿Tenemos que estar mirando otra vez al franquismo? Lo que me preocupa es que haya tantos políticos hablando de eso, quizá es que no tengan nuevas ideas. Creo que a nuestros jóvenes les gustaría ver que tenemos algo que ofrecer para el proyecto de los próximos 40 años.
También puede ser por esa deuda que se mantiene con algunas familias, para dignificar ese estatus de víctimas que no se les concedió.
Creo que hay ideologías que han demostrado que son fatales para la sociedad. Una ideología como el marxismo, que causa 100 millones de muertos. A lo mejor podemos hablar de eso. A lo mejor tenemos que explicar en nuestras universidades, a los chicos que llevan una camiseta del Che Guevara, que el Che Guevara fusilaba en Cuba. Yo tengo grandes amigas que pasaron 20 años en una cárcel en Cuba por ir a pedir el cadáver de su hermano al que había fusilado el Che Guevara. En cambio, los jóvenes ahora van con la camiseta del Che Guevara sin saber que era un asesino.
¿El feminismo de Concepción Arenal? ¡Yo soy la más feminista! El hembrismo de Leticia Dolera no lo compro
Parece que 2019 va a ser el año de la exhumación de Franco.
A mí me preocupa que puedan desenterrar a alguien, es algo que me parece un poco feo. Me parece mal. Es algo que me parece innecesario, no creo que tengamos que dedicar meses a hablar de la exhumación de Franco. A los muertos hay que dejarlos en paz.
Me preocupa que los partidos como el PSOE solo hablen de eso y que el PP se sume a eso. Que yo sepa, la Comunidad de Madrid, que es la que tiene todas las competencias, podría haber dicho "no vamos a dejar que hablen de esto y vamos a dedicarnos a otra cosa", pero no lo han hecho. Creo que perdemos un tiempo precioso para hablar de otras cosas que sí que preocupan a la gente de verdad.
La medida estrella de Vox, junto con la derogación de la Ley de Violencia de Género, es suprimir el Estado de las autonomías. Siempre se ha criticado de la izquierda que en campaña prometa imposibles. ¿No es entrar en ese juego?
La reforma de la Constitución la han estado tratando todos los demás partidos y, hasta que hemos llegado nosotros, nadie les ha dicho que fueran "anticonstitucionales". En todo caso, anticonstitucionales serán los que quieren romper la nación. Y a esos nadie les tacha de anticonstitucionales. No entiendo por qué a nosotros sí. En cualquier caso nosotros somos conscientes de que eliminar las autonomías es un proyecto de máximos y que necesitaríamos dos tercios del Congreso para sacarlo adelante. Pero sí creemos que hay que abrir ese debate.
El otro día hablaba con un padre que tenía un niño con autismo. Se les trata de forma distinta dependiendo de la autonomía. ¿Por qué los niños españoles tienen que ser desiguales en acceso a educación o a la sanidad dependiendo de dónde hayan nacido? Nosotros lo ponemos sobre la mesa. Empecemos por recuperar competencias. La Educación para que seamos todos iguales. La Sanidad, para que podamos ir con nuestra tarjeta sin que nos llamen desplazados. Eso estaría bien.
Y podemos plantear recuperar Interior, porque a lo mejor no tiene sentido que haya no sé cuántas Policías autonómicas y que no se coordinen bien. Todo va en dirección de un eje fundamental de la política de Vox que es la defensa de España, y creemos que la política de las autonomías lo que ha hecho es enfrentarnos a los españoles. A mí me parece muy triste ver a los caciques autonómicos, que son caciques muchos de ellos, pelear por quitarle recursos al de la comunidad autónoma de al lado siendo todos españoles.
¿Va a ser la candidata de Vox a la alcaldía de Madrid?
Pues fíjate, además de que yo tenga que decidir dónde puedo hacer un papel mejor, eso lo dirán los afiliados. Nosotros vamos a una asamblea donde votan los afiliados.
Si Vox alcanzara la Alcaldía de Madrid o la Comunidad, ¿suprimiría la celebración del Orgullo?
Se puede celebrar todo respetando determinados principios. Por ejemplo, el Orgullo yo creo que se ha convertido en una fiesta que se considera que tiene ciertos privilegios que no tienen otras fiestas. Entonces ahí hay un principio de desigualdad.
Por ejemplo, muchas familias que viven en el centro de Madrid consideran que hay determinadas escenas que no son adecuadas para ciertos horarios. No podemos dar privilegios a determinados colectivos. Y en esto yo creo que están de acuerdo muchos en el colectivo gay. Nosotros no nos metemos en la orientación sexual de la gente. Nos da igual.
Se trata de colectivos que han estado invisibilizados durante mucho tiempo...
Es verdad que los gays fueron perseguidos, y eso lo denuncio. Pero hoy la ley en España dice que todos somos iguales. Y si hay alguien al que traten de forma distinta hay que denunciarlo, sea por su orientación sexual, por su raza o lo que sea. La ley ya contempla cómo resolver las denuncias y al que haya cometido esa aberración se le castiga.
La ley tiene que amparar que todo el mundo esté protegido por igual y los débiles deben tener una especial protección. Hablando de los débiles, tenemos a los niños con Down a los que por tener Down se les discrimina. Ahora mismo casi no nacen niños con Down. Nos tendríamos que preguntar por qué se discrimina a un niño por tener un cromosoma más, por tener algo distinto.
En su defensa de las libertades ¿incluye la libertad del aborto?
Yo el tema de la vida lo oriento desde la posición del más débil. ¿Quién es el más débil? El que no se puede defender. Ese niño Down, por ejemplo.
El Estado tiene que hacer todo lo posible por proteger al niño no nacido y dar apoyo a esa mujer. Todas las opciones para que lo pueda sacar adelante si quiere. El ejemplo que tengo ahí es la Fundación Madrina, que es una fundación estupenda donde llegan mujeres a las que nadie les ha preguntado ¿en qué te puedo ayudar? Y cuando les preguntas, muchas de ellas, no todas, te dicen que si tuvieran un piso, un trabajo, les encantaría sacar el niño adelante. Si me separáis de quien me está maltratando o si me pagáis las facturas del agua, la luz, que no puedo y no llego a final de mes. Con la pregunta "en qué te puedo ayudar" hay muchísimos casos que se resuelven, y yo creo que deberíamos empezar por ahí.
¿Y los que no? ¿Cómo se restringe la libertad de decisión de esa mujer sobre su maternidad?
Para mí, no elegir la vida es un fracaso de toda la sociedad, porque quiere decir que no hemos hecho un esfuerzo por sacar ese niño adelante.
¿Porque es incompatible la defensa por esa maternidad de la mujer que quiere ser madre con la prohibición a la mujer que prefiere no serlo?
Nosotros no hablamos de prohibir, hablamos de apoyar a la mujer y de apostar por la vida, que es muy distinto. En Polonia hicieron esta política y consiguieron que de 100 mujeres 98 decidan seguir adelante con el embarazo.
Pero la medida de Vistalegre dice literalmente que quieren sacar eso de la sanidad pública.
Yo creo que hay muchísimas asociaciones y fundaciones que ofrecen gratis el aborto y que lo van a seguir haciendo. Lo que creemos es que el Estado no puede poner recursos para acabar con la vida de un niño. Luego cada uno, cada mujer, tiene que ser libre de tomar su decisión, pero no puede ser que el Estado no haga ese ese ejercicio de dedicar todos los recursos que tiene a apostar por la vida, porque la vida de un niño lo merece.
El 26 de mayo son las elecciones europeas. ¿Vox ha decidido concurrir al final en el mismo grupo que Marine Le Pen o Salvini?
Nosotros no hemos tomado la decisión de con quiénes vamos a estar. A lo mejor nos quedamos en un grupo no adscrito y no estamos con nadie. No lo sabemos. Lo que sí hemos hecho es el esfuerzo de entender qué defiende cada grupo y para eso nos hemos sentado con todos, no hemos hecho cordón sanitario ninguno.
¿En qué espejo se miran?
Fíjate, en determinados temas económicos, con los ingleses; en algunos de familia, con Orban, los húngaros y con los polacos. Si es que no hay uno que sume todos los que defendemos en Vox, es curioso. Con Le Pen no estamos nada de acuerdo porque son estatalistas en la política económica.