El microondas se ha convertido en un electrodoméstico imprescindible en cualquier hogar de España, ya que gracias a él se pueden agilizar muchas tareas de la cocina que antes requerían de una mayor dedicación, por ejemplo, la acción de calentar la leche para el café del desayuno. Hoy en día, este aparato inventado por Percy Spencer en 1945 es uno de los más utilizados en todos los domicilios, pero todo podría cambiar dentro de muy poco tiempo.
Alrededor del uso del microondas siempre ha habido diferentes mitos, siendo uno de los más extendidos el que afirma que las radiaciones emitidas por el electrodoméstico son perjudiciales para la salud, y que incluso pueden llegar a provocar cáncer. Esta afirmación es rotundamente falsa, ya que es un aparato totalmente seguro, siempre y cuando se encuentre en buen estado y se sigan las instrucciones indicadas por el fabricante.
¿Es peligroso usar el microondas?
Aunque no provoca cáncer ni otras enfermedades, sí que hay que tener en consideración algunos aspectos relacionados con el microondas y la salud. En este sentido, el cirujano oncológico francés y especialista en nutrición, Henri Joyeux, que ha publicado varios libros relacionados con su ámbito de especialización, ha advertido de que se trata de un electrodoméstico ha de utilizarse de manera moderada.
[Los horrores de la cocina: éstas son las formas más perjudiciales de preparar la comida]
El experto argumenta que no debería emplearse de manera excesiva para preparar comidas, puesto que modifica los aminoácidos a nivel estructural, lo que puede derivar en algunos riesgos, como son cambios en los péptidos o las proteínas, haciendo que el organismo tenga una mayor dificultad para asimilarlos, y que además pueda provocar la aparición de sustancias potencialmente tóxicas. En esta línea, Joyeux afirma que, cuando se calienta en el microondas, la L-prolina se convierte en D-prolina, que es neurotóxica y perjudicial tanto para el hígado como para el riñón.
Sin embargo, el mayor riesgo derivado del uso de este electrodoméstico tiene que ver con su empleo para la descongelación de alimentos. A su juicio, cuando se descongela de manera parcial una comida, esta puede multiplicar sus gérmenes, por lo que antes de comprar un producto, es necesario prestar mucha atención a la calidad del mismo. El galo recalca que, por ejemplo, durante el verano, es posible que un alimento haya comenzado a descongelarse por el calor sin que nos demos cuenta.
Otro punto a tener en consideración es que el microondas solo calienta los alimentos, no los cocina. Por esta razón, si no se trata de una comida con una calidad adecuada desde el punto de vista bacteriológico, pueden proliferar las bacterias y los gérmenes con facilidad, con lo que ello supone para la salud.
El electrodoméstico que va a sustituir al microondas para siempre
Dados los inconvenientes que están vinculados con el empleo del microondas, comienza a ganar fuerza el electrodoméstico que está llamado a sustituirlo para siempre, que es el horno de convección. Se trata de un sistema que calienta los alimentos a través del aire generado por unos ventiladores, los cuales, al mismo tiempo, generan movimientos en su cámara interna, haciendo que el calor se distribuya a cada rincón del aparato.
[Los usos sorprendentes del horno que casi seguro que desconoces]
Se trata de un electrodoméstico que cocina más rápido que el horno convencional y que permite ahorrar hasta un 80% de energía con respecto a este. Además, tiene la ventaja de que posibilita que, durante el periodo de tiempo elegido, la temperatura sea uniforme, al igual que la propia cocción de los alimentos.
Muy recomendados para preparar asados, estofados o deshidratar alimentos, los hornos de convección llevan asociados una serie de ventajas que han hecho que cada vez sean más populares entre los usuarios. Para empezar, los platos se preparan en muy poco tiempo, lo que se traduce en un menor tiempo del electrodoméstico en funcionamiento y, por lo tanto, en un menor gasto energético.
También permite disfrutar de alimentos cocinados de manera uniforme, por lo que todas las partes del plato estarán igual de cocinadas, algo que no sucede en los hornos convencionales. Asimismo, no importa dónde se coloque la bandeja, ya que en este caso el alimento se cocinará correctamente sin que importe su ubicación. A estas ventajas hay que sumar la facilidad de limpieza que ofrecen, especialmente en el caso de un horno de convección de vapor, que se puede limpiar sin esfuerzo usando una esponja, agua y un poco de jabón.
No obstante, al igual que tiene grandes ventajas que hacen recomendable su uso, también hay que conocer sus inconvenientes, empezando por destacar que no es adecuado para todas las recetas. Por ejemplo, no es la mejor opción para los amantes de la repostería, ya que no se genera el mejor entorno en su interior para que crezcan preparaciones como el bizcocho, al contrario de lo que sucede en los hornos convencionales.
Además, es necesario ajustar los tiempos y la temperatura, puesto que muchas recetas están pensadas para los hornos convencionales. Así, habrá que tener la precaución de adaptarlos antes de preparar cualquier plato, teniendo en cuenta que, en este tipo de hornos, la temperatura se debe reducir en unos 12-15 °C, y el tiempo en un 25-30%.
Más allá de conocer sus principales ventajas e inconvenientes, hay que tener en cuenta que existen diferentes tipos de hornos de convección (multifunción, pirolítico, con limpieza de vapor, de vapor, combinado con microondas o compacto), cada uno de ellos con sus propias características y particularidades. Por lo tanto, la elección de uno u otro dependerá de las necesidades de cada hogar.