El sector de la construcción es uno de los más contaminantes del mundo. En los últimos años, para compensar las ingentes emisiones de gases de efecto invernadero que producen materiales como el hormigón, están surgiendo soluciones alternativas de todo tipo, también en España. El resultado no sólo son productos más respetuosos con el medioambiente, sino que a menudo mejoran las propiedades de los materiales convencionales recurriendo a ingredientes naturales o al reciclaje de productos como el plástico para elaborar ladrillos que permiten levantar paredes más rápido sin utilizar hormigón.
En ese contexto se enmarca la iniciativa de PLAEX Building Systems, una empresa canadiense que ha desarrollado un nuevo compuesto, el PLAEX-crete, fabricado en un 90% a partir de residuos plásticos y de la construcción. El resultado son unos ladrillos que se ensamblan de forma sencilla para ahorrar tiempo y dinero, ya que no necesitan mortero para unirse y son un 33% más ligeros que los de hormigón.
"Tengo más de 20 años de experiencia en el sector de la construcción, donde aprendí mucho. Pero también vi muchos residuos, y quería cambiar eso", asegura Dustin Bowers, el fundador de PLAEX y principal responsable de este nuevo método de construcción, en declaraciones para la agencia de promoción económica del gobierno canadiense. "Tuve la loca idea de crear bloques de construcción, un poco como los bloques de Lego de nuestra infancia", añade, y el resultado ya se está usando en todo tipo de proyectos de forma limitada, ya que algunos de sus usos todavía están pendientes de patente.
El problema del plástico
Según las estadísticas que ofrece la propia empresa en su página web, en todo el mundo se generan 340 millones de toneladas de residuos plásticos anualmente, y sólo el 10% se reciclan. Por su parte, los trabajos de demolición son responsables de 2.200 millones de toneladas de residuos al año, y menos de la mitad de esos escombros acaban pasando por un proceso de reciclaje. Son cifras astronómicas que Bowers pretende atajar ofreciendo soluciones a medida, principalmente para la construcción de muros bajos en paisajismo y jardinería así como pequeños cobertizos.
A partir de 2017 este antiguo trabajador de la construcción empezó a probar varias combinaciones distintas de materiales reciclados provenientes de empresas, proveedores y organizaciones locales, hasta que dio con la fórmula idónea que ha bautizado como PLAEX-crete. El resultado se comercializa a través de varios productos que, a diferencia de otras soluciones similares de plástico reciclado, no flotan y soportan cargas, por lo que son adecuados para una amplia gama de aplicaciones.
Entre sus grandes ventajas, Dustin Bowers y los suyos señalan la sencillez a la hora de ensamblar los ladrillos y su carácter modular, lo que evita la necesidad del corte de ladrillos in situ y permite aumentar considerablemente la velocidad a la que se levantan todo tipo de muros y estructuras.
Según sus cálculos, el uso de los productos PLAEX es hasta 3 veces más rápido que los métodos tradicionales, "lo que permite reducir hasta un 80% el tiempo de construcción en comparación con materiales como el hormigón". Además, posibilita incorporar las líneas de fontanería y electricidad durante el montaje, lo que implica un importante ahorro de costes. En un futuro próximo, incluirán sistemas eléctricos plug-and-play y facilitarán la incorporación de paneles solares verticales.
Pero no son las únicas cualidades de estos ingeniosos ladrillos. Están preparados para la automatización, como la que ofrecen los robots que colocan 500 ladrillos por hora para construir una casa al día. De hecho, la empresa ya comparte licencias de su tecnología y procesos con socios de producción de otros países, "con la intención de resolver los problemas de residuos a nivel mundial de una manera verdaderamente escalable".
Eso ampliaría las ventajas económicas que ofrecen los productos de PLAEX, que promete una reducción de costes del 35%, con el metro cuadrado de superficie construida entre los 30 y los 50 euros, frente a los más de 80 euros que puede costar una superficie similar en hormigón.
Más resistente y barato
Uno de los elementos más destacados, sin embargo, tiene que ver con las propiedades del material. A diferencia de la madera o el hormigón, el PLAEX-crete no es higroscópico, lo que lo hace especialmente resistente frente a la humedad, con una tasa de absorción de sólo el 0,37%.
Eso también hace que los ladrillos sean más duraderos. Junto con la resistencia a impactos, entre un 400% y un 1.250% más que el hormigón o los ladrillos convencionales, reduce enormemente el riesgo de cualquier tipo de daño superficial. En cuanto a la resistencia a la compresión, es similar a la del hormigón prefabricado y el hormigón in situ.
Entre los productos más destacados de la empresa está Brick&Panel, que se combina con paneles de yeso para "integrarse bien con estructuras existentes y métodos de acabado tradicionales como la tabiquería seca", lo que permite levantar pequeños muros muy resistentes.
Entre sus cualidades, un acabado hermético sin necesidad de mortero que proporciona una excepcional sujeción de tornillos, sin que se produzcan grietas o astillas como sí sucede con otros materiales. Además, no tienen necesidad de revestimiento, aunque la empresa proporciona opciones de aislamiento adicional y hasta personalización según las necesidades del cliente gracias a tecnología de impresión 3D.
La otra gama de productos de PLAEX es el conocido como sistema de paisajismo Linx, con piezas de distintos tamaños y formas que pueden encajarse para formar todo tipo de estructuras al aire libre. Los sets de Linx, como si fuera cajas de Lego, incluyen todo lo necesario para construir en poco tiempo y sin necesidad de formación instalaciones en jardines y terrazas, desde jardineras de distintas formas hasta pozos o cobertizos.
¿Lo mejor? Que al ser un sistema de ensamblaje hermético sin cemento ni pegamentos industriales, puede desmontarse y reutilizarse para darle otros usos o conformar otras estructuras. Como asegura el propio Bowers, la empresa y sus soluciones constructivas "pueden contribuir a un mundo y un planeta mejores".