Los bomberos todavía siguen realizando procedimientos de extinción en el incendio que ayer por la noche arrasó un edificio de 15 plantas en el barrio de Campanar, en Valencia, dejando a su paso 5 víctimas mortales y 13 personas desaparecidas. Las llamas se propagaron rápidamente y muchos todavía se preguntan cómo el fuego logró devorar en horas el complejo residencial. De momento, todos los indicios apuntan al fuerte viento y a los materiales que recubrían la fachada ventilada del inmueble.
Ayer, la vicepresidenta del Colegio de Ingenieros Técnicos Industriales de Valencia y especialista que peritó este mismo edificio, Esther Puchades, señaló directamente al revestimiento y mencionó el poliuretano como uno de los posibles causantes de la rápida propagación de las llamas. "Es un material que en contacto con el fuego gotea y esto es lo que ha hecho que las llamas se hayan extendido hacia abajo; mientras que, por el propio calor y el aire caliente, se extendían hacia arriba", explicó en la televisión pública valenciana. Sin embargo, hoy ha matizado sus palabras y parece que el material aislante consistía en paneles semirrígidos de lana de roca, menos combustible.
De hecho, hoy Asociación de la Industria del Poliuretano Rígido (IPUR) hoy ha emitido un comunicado recogido por la agencia EFE. En él señalan que "no hay evidencias" de que la fachada del edificio incendiado en Valencia tuviera poliuretano, "ni como relleno del revestimiento exterior, ni como material aislante en la cámara de aire", según han confirmado la administradora de la finca siniestrada y el libro del edificio.
Aún así, el material de la fachada podría tener algún componente termoplástico o sin propiedades ignífugas, dada la velocidad de propagación del fuego. Tampoco pareció ayudar la presencia de paneles composite, formados por dos finas láminas de aluminio y un núcleo más grueso de polímero. No es la primera vez que un elemento constructivo similar está implicado en un incendio con víctimas mortales, como el que tuvo lugar en la torre Grenfell de Londres en 2017.
Fachadas ventiladas y efecto chimenea
Un panel sandwich de aluminio como el Alucobond, que también se utiliza en edificios como el Marizada de Gijón y en obras contemporáneas en países como Francia, Reino Unido, Alemania, Portugal, Suiza o Australia, no explica por sí sólo la rapidez con la que las llamas devoraron el edificio de Valencia. Según la promotora Fbex, declarada en quiebra poco después de la finalización del inmueble en 2009, las fachadas de las viviendas siniestradas estaban "revestidas de un innovador material de aluminio".
Su uso estuvo muy extendido en los años 2000, cuando se construyó el complejo de 138 viviendas de Valencia, pero la inclusión de normas más restrictivas en el Código Técnico de la Edificiación español y en otros países implicó que dejaran de usarse. Por eso, la empresa suiza 3A Composites sigue fabricando y distribuyendo versiones con un núcleo relleno de hasta un 90% de agregado mineral difícilmente inflamable o no inflamable.
El Alucobond actual está formado por planchas con cobertura exterior de aluminio 0,5 milímetros de grosor y un interior de polímero de unos 5 milímetros. Es un componente diseñado para el aislamiento térmico del edificio, pero también se utiliza para revestimientos interiores e instalaciones específicas. Hay distintos tipos, que se diferencian por su calidad y su coste, pero todos los actuales incorporan elementos ignífugos y retardantes del fuego.
Así, todo apunta a la combinación de factores entre las condiciones climatológicas, unos paneles composites sin componentes ignífugos y una fachada ventilada. Este sistema de construcción implica dejar una cámara de aire entre el revestimiento y el aislamiento, lo que permite eliminar los puentes térmicos (zona puntuales en las que se producen fugas de calor) y los problemas de condensación que pueden dar lugar a humedades.
A vista de lo sucedido, el fuerte viento de hasta 60 km/h que se registró ayer en Valencia y esa cámara de aire interior han podido ser claves a la hora propiciar el "efecto chimenea" que ha favorecido la rápida propagación de las llamas. "Cuando una espuma o plancha de poliuretano no tiene aditivos ignífugos o no retrasa la propagación del fuego pasa esto. La cámara de aire ha propagado el fuego en vertical y hacia los laterales y el propio material ardiendo ha caído por gravedad", ha explicado el arquitecto Diego Toribio en su perfil de la red social X.
Pese a todo, la fachada ventilada se considera como uno de los métodos más eficaces para aumentar la eficiencia energética de los edificios, y es un recurso arquitectónico ampliamente utilizado en España y en todo el mundo. Sus componentes básicos son el aislamiento térmico, la estructura de aluminio y los paneles de distintos materiales que, como se ha podido comprobar en este caso, son fundamentales a la hora de ralentizar o acelerar la propagación del fuego.
A tenor del comunicado emitido este viernes por el Colegio Oficial de Arquitectura Técnica de Valencia, en el certificado final del proyecto no se menciona el poliuretano, sino los paneles de lana de roca, como parecen confirmar las imágenes. Aún así, el dictamen definitivo depende de la policía científica que analiza los restos del incendio para aclarar cómo y por qué sucedió.