Robots y coches autónomos no resultan agradables ni de fiar para todos los humanos. La idea de que la tecnología pueda acabar con cientos de miles de empleos, así como los riesgos que provocan tecnologías como la inteligencia artificial o la conducción autónoma en el mundo generan un cóctel de emociones que termina en ciertas ocasiones con el uso de la violencia contra las máquinas, como se ha visto en anteriores ocasiones desde España. El último caso es el ataque de una multitud a un coche autónomo en la ciudad de San Francisco.
la ciudad parece estar harta de los accidentes causados por estos coches sin conductores. En plena celebración del Año Nuevo Lunar, una persona saltó sobre el capó de un taxi autónomo Waymo, de Google. Este fue el inicio de una oleada de violencia que terminó con el coche calcinado. Por suerte, dentro no había ni conductor ni pasajeros.
El siguiente conjunto de vídeo muestra la escena que derivó en el incendio del coche, con un grupo grande de personas implicadas en el ataque. Un vídeo publicado en el canal de YouTube FriscoLive415 muestra la carcasa quemada del Waymo Jaguar eléctrico.
El representante de Waymo, Sandy Karp, ha explicado a The Verge por correo electrónico que los atacantes introdujeron fuegos artificiales en el interior, detonante que inició el incendio según la empresa. Los servicios de bomberos llegaban en pocos minutos, pero los daños en el coche ya eran graves como muestran las imágenes.
La policía de San Francisco ha confirmado a los medios que no ha habido heridos en el accidente. El coche se encontraba sin pasajeros y, por supuesto, sin conductor. Un vídeo publicado en el canal de YouTube FriscoLive415 muestra la carcasa quemada del Waymo Jaguar eléctrico.
Aunque no hay información oficial sobre las motivaciones de esas personas para comenzar con el ataque, lo sucedido se enmarca en una tensión latente entre los residentes de San Francisco y la flota de coches autónomos. La semana pasada uno de estos vehículos había atropellado a un ciclista que se había cruzado por su camino.
El DMV de California suspendió las operaciones de robotaxi del rival de Waymo, Cruise, después de que uno de sus automóviles atropelló y arrastró a un peatón el año pasado, y antes de eso, los taxis automatizados habían causado caos en la ciudad, bloqueando el tráfico o chocando contra un camión de bomberos.
La respuesta de las autoridades ha sido no otorgar a la empresa una licencia para poder operar las 24 horas al día y los 7 días de la semana. Sin embargo, los residentes de la ciudad también se han tomado la justicia por su mano. Un grupo de protestantes se han dedicado a colocar conos de tráfico sobre el capó de los vehículos impidiendo que estos circulen, un truco que hackea el sistema de conducción autónoma. El vehículo debe esperar a que un operario llegue y retire el cono.