Muchos recuerdan el incidente de Elon Musk con Jack Sweeney, el joven que mediante un bot en Twitter rastreaba el jet privado del magnate. En España el caso se hizo viral ya que Musk llegó incluso a prohibir la cuenta de ElonJet una vez consiguió control de la plataforma. Una de las celebridades rastreadas por Sweeney es Taylor Swift, y no está en absoluto contenta con ello. De hecho, planea demandar a Sweeney por las mismas razones que alegó Musk en su día.

Así lo relata el Washington Post, explicando que Taylor Swift estaría amenazando con emprender acciones legales contra Sweeney en relación a las cuentas de redes sociales que el joven maneja y que rastrean los jets privados de otras celebridades. El caso de Musk provocó que su actuación fuera abiertamente pública y tras la prohibición de ElonJet en X, Sweeney se vio obligado a cambiar de plataforma. Tras aterrizar en Facebook e Instagram, Meta desactivó sus respectivas cuentas en diciembre.

Actualmente. Sweeney sigue con su labor en plataformas como Bluesky, Mastodon o Telegram. De hecho, llegó a publicar de forma manual las actualizaciones de vuelos de celebridades como el mismo Elon Musk y Taylor Swift, para evitar las normas de X (Twitter) que prohíben el seguimiento de ubicación en tiempo real. Eso sí, con un retraso de 24 horas. Esto le ha valido varias amenazas a Sweeney por parte de Swift.

Taylor Swift quiere demandar

El equipo legal de Taylor Swift ha amenazado a Jack Sweeney con la idea de emprender acciones legales contra su persona. La motivación: sus cuentas de rastreo de jets privados de celebridades, entre las que se encuentra Swift. El bufete Venable ubicado en Washington escribió una carta de cese y desista a Sweeney, en el que pedían que cesara su "comportamiento de acecho y acoso".

En palabras de los abogados, las actuaciones de Jack Sweeney habrían causado tanto a Taylor Swift como a su familia "daños directos e irreparables, así como angustia emocional y física". Además, habrían aumentado el "estado constante de terror" que sufre Taylor Swift debido a su preocupación por su seguridad personal. Esta carta habría sido enviada a la misma casa de Sweeney, el cual ha compartido la historia en Internet.

El joven Jack Sweeney, posa ante su fama repentina. E.E.

La autora de esta misiva es Katie Wright Morrone, abogada del bufete y encargada de avisar a Sweeney. "Si bien esto puede ser un juego para usted, o una vía que espera que le proporcione riqueza o fama, es una cuestión de vida o muerte para nuestro cliente. [...] No existe ningún interés legítimo ni necesidad pública de esta información, más que acechar, acosar y ejercer dominio y control", reza la carta.

Respecto a Sweeney, el Washington Post especifica que las cuentas de Sweeney han rastreado hasta dos aviones que estaban registrados para ser operados por una empresa de la propia Taylor Swift, llamada Firefly Entertainment. En ningún caso, revelan los documentos, se rastrea ni quién viaja en dichos aviones ni en otros.

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La clave está en la reciente exposición que Taylor Swift ha ganado por diversos hechos, como el nombramiento como "persona del año 2023" en la revista Time. A esto hay que sumarle su reciente Eras Tour y sus visitas a Travis Kelce, su actual pareja, que han sido rastreadas por fans. La misiva de Morrone no fue la única, ya que tras la suspensión de cuentas de rastreo al jet de Swift, Sweeney siguió actualizando los viajes en otras cuentas, como la llamada Celeb Jets.

Es ahí cuando llegó una segunda carta, también firmada por Morrone y por otros abogados. En ella se asegura que Sweeney es conocido "por ignorar la seguridad personal de los demás a cambio de atención pública y/o solicitudes de ganancias financieras". En este sentido, Morrone cita directamente la oferta de Musk de comprar la cuenta de Elon Jet, a lo que Sweeney respondió que se la vendería por 50.000.

Taylor Swift.

Las cuentas de X, Instagram y Facebook que rastreaban los movimientos de los aviones de Taylor Swift fueron suspendidas a lo largo de los meses, obligando a Sweeney a tener que adaptarse y abrir nuevas cuentas. En el caso de Instagram y Facebook, la mayoría de cuentas que siguen a otras celebridades como Kim Kardashian o Jeff Bezos siguen activas, salvo la de Swift. Y sí, el mismo Mark Zuckerberg tiene la suya.

El joven se defiende

El actual estudiante de 21 años ha compartido abiertamente la historia a medios como el mismo The Post, y se defiende con varios argumentos. El principal es el que usó con el caso de Elon Musk: todos los datos son públicos, ya que los aviones que transitan el espacio aéreo transmiten su ubicación a controladores de tráfico aéreo y a otros pilotos. 

Todo esto forma parte del sistema ADS-B de Vigilancia Dependiente Automática - Difusión y debido a que las señales de los transpondedores ADS-B son fáciles de recopilar, son muy accesibles. De hecho, las cuentas del joven usan los datos disponibles de la Administración Federal de Aviación (FAA), así como datos de aficionados. De hecho, rastrear estas señales es tremendamente sencillo con el uso de dispositivos receptores ADS-B, que se pueden comprar normalmente.

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Además, no se rastrea a la propia Taylor Swift, sino que rastrea su propio avión. De hecho, el objetivo no es saber dónde se encuentra la cantante, sino exponer los impactos en el medio ambiente que tienen esta clase de vuelos perpetrados por personas de alto capital. Tanto es así que las cuentas de Sweeney han sido usadas para acusar directamente a Swift de sus viajes en cuestiones de contaminación.

Tras las acusaciones, Sweeney pidió ayuda a Electronic Frontier Foundation, grupo que vela por los derechos del usuario a nivel digital. Ahora, tanto él como su abogado representante James Slater responden a las cartas recibidas, asegurando que la información que proveen sus cuentas no representa ninguna amenaza hacia la artista.

Acusan al equipo legal de enviar estas misivas justo en un momento en el que la opinión pública criticaba los viajes de Swift por su impacto medioambiental y añaden que las cartas de Morrone eran "hiperbólicas e infundadas". El estudiante, que sigue con sus actividades, denuncia que el equipo de Swift cree "que pueden controlar el mundo".

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