El robot que jubila a los fármacos para adelgazar: quita el hambre con vibraciones en el estómago
El MIT ha creado esta cápsula robótica que ayuda a comer menos y adelgazar sin necesidad de fármacos, inyecciones u operaciones invasivas.
2 enero, 2024 01:07Son uno de los avances del año, las revistas científicas más importantes tienen claro que el 2023 será recordado por los llamados fármacos antiobesidad. Estos medicamentos, creados en primera instancia para la diabetes, han supuesto toda una revolución en el tratamiento de la obesidad. Sin embargo, el futuro podría estar en la tecnología biomédica, más que en la química. El MIT lleva tiempo desarrollando cápsulas robóticas que pueden sustituir tratamientos costosos o invasivos como los pinchazos para los diabéticos, y ahora también sirven de ayuda a quienes tienen dificultades para seguir dieta y adelgazar.
El sobrepeso y la obesidad suponen un problema global que afecta a centenares de millones de personas en todo el mundo, en España la sufren el 55% de adultos españoles. Y su explicación no es tan sencilla como una falta de autocontrol como muchos achacan a estas personas. Ayudar al cuerpo a saciarse antes ha sido uno de los principales esfuerzos de los médicos que han tratado la obesidad, de ahí operaciones como el baipás gástrico o los balones. También es el objetivo de los nuevos fármacos antiobesidad, aunque la ingeniería robótica podría tener una solución más barata y efectiva a largo plazo.
Investigadores del MIT, Instituto de Tecnología de Massachusetts, han creado una nueva versión de sus RoboCaps o cápsulas robóticas. Del tamaño de una cápsula vitamínica, este dispositivo integra una batería y un motor entre otros componentes para trabajar dentro del estómago. La versión anterior perseguía erradicar el tratamiento de la diabetes mediante pinchazos, pero ahora se enfoca en ayudar a los pacientes simulando la distensión del estómago con vibraciones.
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Probada en animales, los resultados demuestran que este sistema ayuda a reducir el hambre del paciente y sin ocasionar daños al sistema digestivo. Ahora los investigadores buscan que el dispositivo sea reutilizable y pueda activarse y desactivarse durante días en el estómago.
Saciar el hambre
Comer despacio o beber un vaso de agua antes de cada comida son algunos de los trucos caseros que los médicos recomiendan cuando se quiere hacer dieta. Esto provoca que la sensación de saciedad llegue antes, evitando que la persona coma en exceso. Un engaño que para las personas obesas no es suficiente y requieren de ayuda médica como ha sido durante mucho tiempo los tratamientos invasivos como la reducción de estómago mediante cirugía.
Estas nuevas RoboCaps que han bautizado como VIBES podrían sustituir a los famosos análogos del GLP-1, un medicamento que ha supuesto una revolución en la medicina este 2023, por ayudar a las personas a adelgazar con más facilidad. Se trata de un fármaco indicado en principio para incrementar la secreción de insulina en pacientes con diabetes tipo 2, pero que se está utilizando para aumentar la saciedad en personas con obesidad, favoreciendo que coman menos y adelgacen.
Al igual que esta medicina, las cápsulas robóticas también tienen su origen en un prototipo anterior enfocado a la diabetes, un dispositivo que se convertía en taladradora al encender su motor para inyectar medicamentos en la pared del estómago sin necesidad de pinchazos externos como las tradicionales inyecciones. Desde el interior, los medicamentos absorbidos suelen ser más eficaces y causan menos efectos secundarios en el resto de órganos.
Esa sensación de saciedad se consigue cuando, al comer, el estómago se distiende y el cerebro recibe la señal gracias a unas células especializadas llamadas mecanorreceptores. Como resultado, el cerebro estimula la producción de insulina, así como de hormonas como el péptido C, Pyy y GLP-1. Su trabajo es ayudar a digerir los alimentos y hacer que la persona se sienta llena para que pare de comer, disminuyendo los niveles de grelina, una hormona que promueve el hambre.
El MIT, lejos del uso de químicos o cirugías invasivas, propone simular de forma artificial esa distensión del estómago mediante la vibración de una píldora robótica en su interior. Estudios anteriores han demostrado que al aplicar vibración a un músculo puede inducir la sensación estiramiento de este.
¿Cómo funciona?
Cuando la pastilla llega al estómago, los fluidos gástricos ácidos disuelven una membrana gelatinosa que recubre el sistema robótico. Este proceso tarda poco más de un minuto y libera un PH que activa todo el mecanismo. Los investigadores han comprobado que la ingesta de la pastilla y su viaje por el esófago hasta el estómago dura un máximo de 60 segundos, para que la pastilla no se active antes de tiempo.
Así queda liberado el pasador con resorte que completa el circuito para activar el motor encargado de vibrar. El motor de eje desplazado está colocado dentro de una carcasa personalizada que permite amplitudes de desplazamiento de 2 a 4 mm cuando se alimenta con una batería de óxido de plata de 1,55 V y 80 mAh, según detalla el artículo publicado en la revista Science.
Durante 30 minutos, el motor mantiene la vibración. Hay que tener en cuenta que una comida suele durar de 20 a 30 minutos aproximadamente. De esta forma, se activan los mecanorreceptores del estómago antes de que los alimentos hayan llegado y cuando se dispone a comer de verdad el cerebro ya ha generado la sensación de saciedad para controlar mejor la cantidad de ingesta.
Los investigadores estudiaron los niveles hormonales de los animales, en este caso fueron cerdos, que ingirieron esta pastilla. Mientras el dispositivo vibraba, los patrones de liberación hormonal eran similares a los que se produce después de comer, incluso si el sujeto había ayunado.
Por otro lado, también se ha observado el impacto de esta técnica en el apetito de los animales. Haciendo vibrar la píldora robótica durante 20 minutos, los pacientes porcinos consumían un 40% menos de promedio.
Tratamiento seguro y barato
La pastilla permanece en el organismo entre cuatro y cinco días y después se expulsa sin sufrir obstrucción, perforación u otros efectos negativos en el tracto digestivo. El equipo de investigación puso a prueba el dispositivo durante días sumergido en una simulación de tracto intestinal para confirmar que los componentes no sufrían deterioro que pusiera en riesgo la salud de quién lo ingería.
No obstante, los investigadores planean ampliar el tiempo de uso de este sistema de adelgazamiento. La versión actual de este experimento, permite a la pastilla vibrar durante 30 minutos traen acceder al estómago. En el futuro se podría adaptar para que permanezca periodos más largos y encender la vibración y apagarla de forma inalámbrica cuando es necesaria. De esta forma, podría servir como sustituto a intervenciones quirúrgicas complejas e invasivas como los balones gástricos que se han dejado de utilizar en varios países por motivos de seguridad.
De igual manera, el MIT indica que su pastilla robótica podría tener un coste de producción menor que las pastillas actuales, facilitando que el tratamiento sea más asequible para la mayoría de personas que padecen obesidad. Según estudios recientes en España, algunos de los principales factores que predisponen al exceso de peso son un menor nivel educativo, una renta inferior a la media, sufrir una discapacidad y la presencia en el hogar de personas con obesidad.
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