Viajar en tren o en coche bajo el mar dejó de ser una rareza hace décadas cuando se construyeron los primeros túneles submarinos. Sin embargo, estas construcciones no son tan abundantes como se querría por la complejidad de su construcción, algo que demuestra el futuro túnel de cinturón de Fehmarn. En los próximos años un nuevo túnel submarino permitirá ir a ver las auroras boreales del norte de Finlandia desde España en tren y en menos tiempo. Una obra única de ingeniería está construyendo el túnel submarino más largo del mundo bajo el mar Báltico.
Alemania y Dinamarca se miran frente a frente en cada orilla opuesta del mar Báltico. Para atravesarlo muchos recurren al transporte marítimo en lentos ferrys o por aire con aviones que suponen una alta contaminación. Ambas opciones pueden acabar siendo sustituidas por los trenes eléctricos y vehículos menos contaminantes gracias al proyecto del cinturón de Fehmarn.
Como era de esperar por su localización, esta construcción no tiene un nombre fácil de pronunciar, Fehmarnbelt Fixed Link. A través de sus 18 kilómetros de túnel circularán trenes y coches para transportar tanto viajeros como mercancías a 40 metros bajo el mar. Una de las ventajas del proyecto radica en el tiempo del trayecto. Lo que actualmente supone un viaje de 45 minutos en ferry, se podrá recorrer en siete minutos en tren o 10 en coche.
Túnel Fehrmarnbelt
Se trata de un logro de la ingeniería y proyecto clave para el desarrollo del llamado corredor Scan-Med, una red de transporte de más de 5.000 km que va desde Malta hasta el Norte de Finlandia. Esta red atraviesa montañas y mares, pero al acercarse a la frontera de Dinamarca, el estrecho de Fehmarn obliga a tomar un desvío de 400 km o depender de lentos y escasos ferrys.
El proyecto se inició en 2019.Esperan estar listos para sumergir la primera sección del túnel en 2024. El recorrido completo se podrá recorrer, si todo sale según los planes, en 2029. Para ello la fábrica debe producir un nuevo segmento del túnel cada dos semanas durante tres años y medio.
Construcción
El túnel consiste en una inmensa estructura formada por 79 secciones de hormigón, cada una con una longitud de 217 metros y 73.500 toneladas. Por estos segmentos pasarán dos tubos que forman la autopista para los coches y otros dos tubos para el ferrocarril.
Construcción del túnel de Fehmarn
Además, un tubo extra destinado a servicios técnicos. También se compone de otros 10 segmentos para otros usos como áreas destinadas a tecnología y servicios de las instalaciones o salidas de emergencia.
Cada segmento se construirá por separado en tierra firme para después encajarse uno con otro formando una cadena en una zanja de 10 metros de profundidad. A la hora de sumergirlos, unas compuertas evitan que el túnel se inunde durante la instalación.
Ilustración de uno de los accesos al túnel de Fehmarn
La fundición de cada segmento se produce en una nave climatizada para garantizar un alto grado de uniformidad. El acceso submarino debe tener una durabilidad de al menos 120 años.
Cada semana llegarán al puerto donde se está construyendo hasta 80.000 toneladas de materias primas, el hormigón y el acero son los componentes principales de esta inmensa estructura.
Fabrica del túnel en Alemania
Una vez montados los segmentos se procederá a la instalación técnica de las vías del ferrocarril, cámaras y sistemas de comunicación, así como pintura y señalización para el tráfico. El dragado para formar esa zanja proporcionará 204 millones de metros cúbicos de arena y roca que se piensan destinar a nuevos terrenos y playas en la costa.
Desafío ambiental
Como es previsible, un proyecto de estas magnitudes y características ha despertado un debate en torno a su posible impacto negativo y positivo sobre el medioambiente. Cuando se comenzó el dragado de la zanja en 2019, tras conseguir la aprobación de las autoridades alemanas, un nuevo informe expresaba el riesgo de destrucción de arrecifes protegidos. Grupos ecologistas han expresado también su preocupación por el impacto del túnel sobre la población de marsopas en esa región.
imágenes de las actuales obras de construcción del túnel Fehmarn
La empresa no niega la destrucción de los arrecifes, pero expone en su web sus planes para compensar el daño y fomentar el nacimiento de nuevos entornos naturales. Reconstruirán arrecifes de piedras en ambos extremos. "Con el tiempo, las piedras proporcionarán un buen hábitat para muchas de las especies animales y vegetales del Fehmarnbelt", afirman.
Ya en tierra firme, este año han comenzado la plantación de un bosque climático y colaboran con agricultores locales para dar vida a un cinturón natural. La superficie total abarca 60 hectáreas, el equivalente a 80 campos de fútbol, de paisaje natural y bosques.
Ilustración de la construcción del túnel Fehmarn
Los defensores de la construcción alegan que el túnel propiciará el uso del transporte eléctrico como tren o coches por encima del avión, actualmente el tipo de transporte más contaminante y aún lejos de convertirse en eléctrico. El túnel creará una corredor estratégico entre Escandinavia y Europa Central por el que transportar mercancías mediante el ferrocarril antes que por viajes aéreos.